Cómplices de nuestro propio destino
La Argentina sufre de una enfermedad enquistada en su raigambre cultural que nos hunde en las más denigrantes situaciones, y parece que la mansedumbre de nuestra sociedad se ha establecido para no irse nunca más. Es que los ciudadanos observamos casi con normalidad que la Justicia (?), allane propiedades de individuos que ostentan riquezas casi obscenas, rodeados de pandillas de testaferros y otras lacras que sirven de pantalla burda a un enriquecimiento alocado y soberbio que se encaramó en la larga impunidad que han tenido algunos sectores del marco dirigencial. No es nueva la ilógica lista de propiedades de algunos [Leer más]