
El presidente Mauricio Macri confirmó, desde Córdoba, uno de los peores temores de María Eugenia Vidal: el traspaso de las concesiones de EDENOR y EDESUR a la órbita de la Provincia, una decisión que incorpora al gasto bonaerense unos 90 mil millones de pesos en concepto de subsidios.
Ese es el eje de la preocupación de Macri: sacarse una “mochila” del gasto público para cumplir con las metas que exige el Fondo Monetario Internacional, y a la vez hacerse de aire para negociar con los Gobernadores del interior, la llave que suele destrabar sus más cuestionadas iniciativas legislativas.
Macri confirmó la noticia desde Córdoba y eso no es casualidad. El mandatario provincial, Juan Schiaretti, fue el ariete que más insistió para abrir la puerta. “Estamos traspasando Edenor y Edesur a la provincia de Buenos Aires porque es más justo, porque es la manera de ir equilibrando el gasto estatal para que el Estado no se vuelva una mochila”, declaró a Cadena 3.
Macri reconoció que hay “un reclamo lógico de las provincias sobre los subsidios que recibe la provincia y la Ciudad de Buenos Aires” pero lo atribuyó a la política kirchnerista. “Había un gran desfasaje y es por eso que las tarifas han subido más en Buenos Aires que en el interior para que se reconozca el verdadero valor de la energía”, denunció.
Esta situación, dijo, llevó al país “a una situación catastrófica que casi nos lleva a ser Venezuela” ya que, aseguró, se pagaba sólo el 10 por ciento del valor de la energía. “La buena noticia es que en estos dos años y medio trazamos un plan con gobernadores, sindicatos y empresas y hemos producido cada vez más y en dos años seremos exportadores netos de energía”, se contentó.
En la situación actual, añadir 100 mil millones al gasto bonaerense impactaría de lleno en el rojo fiscal de la Provincia. La cifra implica algo más del 15 por ciento del presupuesto actual, que se ubica en torno a los 630 mil millones de pesos. Por eso Vidal ensayó una resistencia, que ordenó a Manuel Mosca, titular de la Cámara de Diputados.
Mosca en persona encabezó una gira por toda la Provincia obteniendo declaraciones en contra del traspaso de intendentes y legisladores del oficialismo y la oposición. En tanto, la propia Vidal tejió esos consensos con los jefes comunales del Conurbano, que hicieron explícito el rechazo al traspaso de AYSA –que también se barajó en su momento-. Otros, como Martín Insaurralde y hasta Néstor Grindetti, hombre del PRO, pidieron la estatización del servicio. ¿Será ese el camino por el que optará Vidal?
fuente:www.infocielo.com
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