
Los últimos descalabros económicos demuestran una vez más que la dirigencia Argentina tiene una especie de placer morboso de jugar a la sombra del desastre.
Un gobierno que aparece sorprendido ante la primera crisis grande que se le presenta, al tiempo que, durante estos años que lleva en el poder, mantenía un discurso optimista por no decir simplista, prometiendo un futuro brillante sin pagar consecuencias por la fiesta y el descontrol de años pasados.
Es lo más cercano a una burla hacia los ciudadanos de bien de esta República que se esfuerzan cada día por su supervivencia, mientras las dirigencias (políticas, empresariales y sociales), disfrutan de un statu quo insuperable, cobrando sueldos que multiplican obscenamente el de un laburante o un jubilado, viajando y gastando como si fuesen parte de una Nación que se puede dar lujos y placeres.
Mientras no se ponga blanco sobre negro y se estabilice el sentido común, nuestra sociedad no saldrá de los atolladeros que cada tanto se le presentan. El famoso déficit fiscal no es ni más ni menos que el abuso de las arcas del Estado y eso es, ante el mundo, una irresponsable actitud que Argentina ostenta desde hace décadas a expensas de la usura internacional, la misma que en estos días decidió “irse” de nuestra tragedia sin explicación alguna y dejar otra vez al país en la zozobra y la desesperanza, como si acaso la rapiña financiera internacional fuera la responsable de nuestros errores como sociedad.
El silencio en que nos hemos sumido ante esta cachetada de la que aún no sabemos cuáles serán las consecuencias ciertas en el futuro inmediato, es la demostración de la falta de asombro que tenemos todos, cuando nos piden renovar la confianza y mantener la esperanza, los ciudadanos comunes no podemos más que aceptar y rogar que no termine en lo que todos sabemos que puede terminar.
DOMINGO SAN ROMAN
sin duda el deficit fiscal es el principal motivo, y el hermetisto del gobierno, y tambien en el temor reverencial del pueblo, nosogtros, que dia a dia , en lo local, en lo cotidiano, vemos terribles muestras de gastos que se originan desde el municipio que nada tienen que ver con saldar la deuda social, innumerables instituciones de orden privado y publico cometen , tal vez, solo por la costumbre de hacer las cosas de esa manera, con actos que no son de progreso, de integracion ni de igualdad, nostros que somos pueblo debemos unirnos mas para que se puedan sobrellevar este caos de medidas que no nos favorecen , que no son operativas ni funcionales,y como no se va a trasladar a lo macro, ineitable, hoy estamos de cara a lo irremediable, y duele como una cachetada
Con el respeto debido, no le parece que a 2,5 años sigan con la excusa infantil de “la pesada herencia?”
LOS POLITICOS Y ALGUNOS CON GRAN SOLVENCIA ECONOMICA NUNCA HACEN EL ESFUERZO Y MUCHO MENOS RESIGNAN DIVIDENDOS PARA DARLE A OTRO.