El equipo de campaña del candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, analiza si al economista libertario le conviene presentarse a los debates presidenciales obligatorios del 1 y el 8 de octubre, por miedo a que sea el principal blanco de las críticas de los representantes de los otros partidos.
La semana pasada, la Cámara Nacional Electoral convocó a una reunión para delimitar los detalles de los debates presidenciales, un encuentro al que el candidato presidencial de La Libertad Avanza envió a su hermana y actual jefe de campaña, Karina Milei, y a uno de sus consejeros políticos, Santiago Caputo.
En ese marco, Karina Milei habría indagado acerca de las sanciones por no acudir a los debates presidenciales, y consultó si el por entonces aspirante a la Casa Rosada del ya extinto Frente para la Victoria, Daniel Scioli, sufrió alguna consecuencia por no ir a uno de los eventos de esa índole en 2015.
Como en ese año la ley todavía no penaba el faltar a los debates presidenciales, Scioli no sufrió ninguna sanción. Pero en 2016, se sancionó en el Congreso de la Nación una iniciativa que promulga la quita de espacios de publicidad en televisión y radio para la campaña electoral del candidato presidencial ausente, algo que ni Milei ni su hermana quieren transitar.
En rigor, la principal causa por la cual el equipo de campaña de Milei teme que una presencia del líder de La Libertad Avanza en los debates presidenciales complique su performance electoral, es que el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, y la de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, centren sus críticas hacia la figura del libertario.
Como Milei fue el candidato presidencial más votado en las elecciones Primarias del pasado 13 de agosto, el equipo de campaña supone que la estrategia que empleará tanto Massa como Bullrich es contrastar con el economista, para poder recortarle diferencia y llegar con vida a un eventual balotaje.
En ese sentido, el caso de Scioli contra Mauricio Macri en la segunda vuelta de las elecciones de 2015, retumba en la cabeza de las manos derechas de Milei. Allí, el representante del Frente para la Victoria fustigó una y otra vez contra el candidato del por entonces Cambiemos, ya que el kirchnerista estaba perdiendo en todos los pronósticos y la confrontación era la única manera de sacarle ventaja.
Si bien finalmente Macri le ganó a Scioli en el balotaje, el candidato peronista logró recortarle diferencia gracias al debate presidencial. Ante este ejemplo, el equipo de Milei especula con que ese escenario se trasladaría a la actualidad, con un Massa o una Bullrich acorralando argumentalmente al liberal.
Fuente: sudoesteba
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