Los ingresos por dólar agro superaron las previsiones y alcanzaron USD 1.000 millones en seis días

Las liquidaciones de agroexportaciones se revitalizaron a partir de la semana pasada luego de la implementación de un tipo de cambio más alto, de $340 por dólar, que en esta edición del llamado Programa de Incremento Exportador (PIE) no incorporó a la soja y sus derivados industriales, pero sí al maíz.

De esa forma, gracias al dólar agro, en las últimas seis ruedas operativas del MULC (Mercado Único y Libre de Cambios) el Banco Central consiguió alzarse con importantes compras netas por USD 910 millones, que redujeron el saldo vendedor de julio a 467 millones de dólares.

Esto se dio porque en esas seis sesiones de vigencia del “dólar agro IV” aportaron en seis ruedas de vigencia liquidaciones del sector del orden de los 1.003,4 millones de dólares.

La Bolsa de Comercio de Rosario consignó que “en seis ruedas ya se alcanzó el 50% del objetivo de USD 2.000 millones de dólares” por liquidaciones del agro con el nuevo esquema del PIE.

Este programa impulsado por el ministro de Economía, Sergio Massa, tuvo una primera edición en septiembre de 2022, con ingresos del sector -impulsados por la soja- por USD 7.580 millones, aunque fue perdiendo fuerza con las siguientes ediciones. El PIE II ingresó en diciembre de 2022 USD 5.623 millones y el PIE III dejó liquidaciones por USD 3.036 millones en abril de este año. Para el PIE IV, con la incorporación del maíz, las proyecciones oficiales pusieron un horizonte de ingresos por exportaciones de USD 2.000 millones, un objetivo que podría alcanzarse en lo inmediato con este ritmo de ingresos.

Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario.Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario.

Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, estimó que “el inicio es más que auspicioso: a este ritmo en quince días se alcanzaría el objetivo planteado. Si bien se escucharon varios rumores de que el maíz tendría un tipo de cambio diferencial, ello no había ocurrido hasta ahora por temor de que esto se trasladara al consumo interno”.

Para evitar ello, Romano indicó que el Gobierno estableció un “volumen de equilibrio” equivalente al total que se podría exportar sin generar problemas al consumo interno, de 26 millones de toneladas. “Dado que ya veníamos con exportaciones realizadas, llevamos cubierto casi el 60% de ese total. Esto tampoco sería limitante para llegar a los USD 2.000 millones”, agregó el experto de la Universidad Austral.

El analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano advirtió que “el dólar maíz generó un incremento en el precio (interno) del maíz, esto afecta los costos de las actividades con agregado de valor como la ganadería, lechería y huevo. Por otro lado, es tan grande el premio que los actores liquidan todo lo que tienen, y a futuro nos quedaremos sin maíz para el mercado interno. En materia monetaria, el Banco Central debe emitir más pesos a la hora de la exportación de los productos alcanzados por un tipo de cambio especial, esto deteriora el balance del Banco Central”.

“Se llevaron adelante varios programas con el dólar soja con un tipo de cambio más alto que el vigente en el mercado. Fue tan grande la liquidación que hoy no hay soja en el mercado interno para producir alimento para los consumos, este problema se va a visualizar con una suba de precios generalizada de la carne, leche, huevo y otros productos”, consideró Di Stefano. “Los precios se forman en el mercado, pero si no tenés soja, el engorde animal será más lento, llegará menos oferta al mercado y si la demanda es constante, los precios arbitrarán a la suba, completó.

“A la espera del desembolso del FMI en la segunda quincena de agosto, los operadores siguen cotidianamente contando las divisas que aporta el ‘dólar agro’ y el saldo que arrojan las intervenciones ya que las reservas continúan presionadas. Así es que más allá del acuerdo técnico con el organismo, los dólares financieros y libre siguen sostenidos frente a la habitual dolarización electoral y una mayor emisión monetaria -junto a la devaluación fiscal- que podrían actuar como combustible para acelerar la nominalidad de la economía”, evaluó el economista Gustavo Ber.

Fuente: Infobae

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