Horacio Rodríguez Larreta tiene 57 años, de los cuales 30 se los ha dedicado formalmente a la política. Entre otras cosas fue gerente general de la ANSES durante la presidencia de Menem e interventor del PAMI durante la gestión de Fernando de la Rúa. Es fundador del PRO junto a Mauricio Macri, a quien conoce desde la juventud. Con él, compartió fórmula en las elecciones porteñas de 2003, fue su jefe de gabinete desde 2007 y lo sucedió desde 2015. A partir de entonces, es el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Larreta es un obsesivo de la “política basada en la evidencia”, herramienta de gestión cuya bandera a nivel global fue levantada por el premier británico Tony Blair, que promueve para la administración pública un modelo de trabajo sostenido en la utilización de la evidencia empírica medida a través de un tablero de control. “Taladro Larreta”, se le dice graciosamente al destacarse su apego al trabajo, al tiempo que, como a todo “tipo duro”, se le demanda una mayor cuota de emocionalidad.
“Con Larreta podemos estar en las antípodas de la ideología política pero que labura, labura. Es un obsesivo de la gestión, no se le escapa nada”, dice sobre el Jefe de Gobierno porteño un integrante de la mesa chica de Cristina Kirchner.
Quizás por eso se molesta cuando al comenzar la entrevista se le hace referencia a un hecho que todos los estudios de opinión pública revelan: el marcado enojo generalizado para con los políticos por considerar que la dirigencia vive en un mundo paralelo, completamente ajeno al padecimiento popular a raíz de la crisis económica.
La Argentina no es Disney
– Horacio, ¿le gusta la campaña? Hay una sensación generalizada de que los políticos están en “Disney” y la gente común en otro lado, sobre todo cuando uno ve las peleas, las discusiones que tienen los políticos están muy ajenas a todos estos temas.
– Yo no me siento en “Disney”, yo laburo para la ciudad de Buenos Aires desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche, te aseguro que no es Disney la Argentina, lejos de eso. Ayudando a la gente, tratando de seguir mejorando la seguridad que en la ciudad ya viene mejorando, trabajando por la educación pública. Yo no me siento en Disney. Laburo muchísimo.
– ¿Y usted siente que algunos integrantes de la oposición sí viven en Disney?
– Yo te hablo de lo que hago yo. Como decía mi abuela, las comparaciones son odiosas. Yo te hablo de mi convicción que es, como te digo, recorrer el país, escuchar, aprender, entender en serio la realidad de la Argentina y gobernar la ciudad de Buenos Aires. Gobernar es decidir, es estar encima. Los que nos están mirando no llegan al fin de la semana, no saben cuánta guita tienen que llevar al supermercado el fin de semana porque es el doble que el fin de semana pasado.
– Cuando uno elige un presidente se activan dos variables como mínimo: una es la propuesta de país y la otra es la trayectoria, lo que hizo. Si uno mira lo que pasó durante el gobierno nacional de Juntos por el Cambio se ve que todas las variables macroeconómicas anduvieron mal: inflación, trabajo, inversión, etcétera. ¿Por qué tenemos que creer que si gobierna usted debería pasar algo distinto?
– Como dijiste vos, la gente tiene que mirar el track record de cada uno. Llevo casi ocho años gobernando la ciudad de Buenos Aires y estoy orgulloso del trabajo que venimos haciendo. Ojo, nos podríamos quedar dos programas enteros hablando de lo que falta, de los problemas, no hay ninguna duda de eso. Pero la transformación de la ciudad no la niega nadie y ese es mi trabajo de todos estos años como parte de Juntos por el Cambio. Por supuesto me hago cargo y hago la autocrítica de que aprendimos de los errores. Pero se hicieron muchas cosas, se insertó la Argentina en el mundo, se hicieron buenas infraestructuras, se mejoró la conectividad aérea, se avanzó en muchas cosas. Claramente, en uno de los temas centrales, que es la lucha contra la inflación, no se pudo superar ese flagelo de años y hoy seguimos mucho peor de lo que estábamos en ese momento. Aprendemos, aprendimos, estudiamos. Yo soy muy estudioso. Soy economista, miro los números, miro la historia argentina. Acabo de terminar un libro de Frondizi, que es, para mí, de las mejores épocas de la Argentina. Fui a Israel a entender bien cómo fue el Plan de Estabilización. Eso es lo que yo hago, trato de aprender, de estudiar.
– ¿Metió la pata Macri cuando dijo que arreglar la inflación es un tema muy simple? Incluso, decía que tener inflación es un síntoma de gobernar mal.
– Tener la inflación es un síntoma en la Argentina de gobernar mal en los últimos 80 años. Lo que no es simple. No hay nada que yo te pueda decir acá para poner un zócalo de la tele de cómo se soluciona la inflación. ¿Vamos a bajar la inflación? No tengas dudas: vamos a bajar la inflación. Pero no es simple. No hay soluciones mágicas. Al que te venga con un título rimbombante, “la inflación se soluciona en una palabra”, no le creas.
– Pero la inflación tiene variables: la emisión monetaria, las expectativas, la velocidad con la que circula la plata y, sobre todo, el gasto público.
– Sí, y el desarrollo. Un país, creciendo, es mucho más fácil. Son muchas variables, una mesa de muchas patas y hay que solucionar y mejorar cada una de esas patas, que es la parte del plan.
Horacio Rodríguez Larreta y el ministerio de la Mujer
– Le traslado una pregunta que me hacen en casa, mis amigos, que dice: ¿si Macri, que es del PRO, no pudo resolver la inflación por qué Larreta que también es del PRO lo va a hacer?
– Primero, porque aprendemos de las situaciones pasadas. Yo creo que el propio Macri no haría lo mismo que hizo durante su gobierno. Con lo cual vamos evolucionando, vamos incorporando información, aprendiendo de la experiencia. Si hay algo que no funcionó, no vamos a repetir lo mismo. Por eso mismo es que tenemos un plan integral que, insisto tanto en que no hay soluciones mágicas. Un plan integral que empieza, para darte algunas medidas… Primero, no vamos a seguir gastando más de lo que tenemos. No podemos seguir, no vamos a seguir con déficit todos los años. Eso significa que no vamos a emitir para financiar al Gobierno. Siempre vamos a darle independencia real al Banco Central. Hoy, el Banco Central depende mucho del Gobierno nacional. Vamos a exportar más. Hoy, el mundo está abierto y necesita productos argentinos. Podría seguir diciéndote vamos, vamos, vamos, porque el plan es largo.
– Pero bajar la emisión implica también controlar el gasto público
– Por supuesto, bajar el gasto.
– Exactamente, y un gesto muy importante también que la población necesita es el achicamiento del Estado, que es muy grande en la Argentina. ¿Coincide?
– Es uno de los gastos que hay que bajar. Esto es con lupa, es ministerio por ministerio, secretaría, por secretaría, línea del presupuesto. Hay que tener gente que conozca, que conozca del presupuesto, que entienda de esto para entrarle con una lupa y con un bisturí a cortar y cortar y cortar.
– ¿Qué ministerios desaparecerían en una eventual presidencia de Horacio Rodríguez Larreta?
– Primero, vos pensá que yo, en la ciudad, tengo, más o menos, la mitad de los ministerios que tiene el Gobierno nacional. Y segundo, sí, se puede reducir más o menos a la mitad la cantidad de ministerios. Por otra parte, la típica pregunta: ¿el ministerio de la Mujer? El ministerio de la Mujer, ¿cuál es? El de Salud, porque se ocupa de la salud de las mujeres. El de Educación, que se ocupa de la educación de las mujeres. Porque si no parece que tenemos sólo un área del Gobierno que se ocupa de la mujer y el resto lo importa. No está bien. Eso es un mal enfoque.
– O sea que, con Larreta, no hay ministerio de la Mujer en la nación
– Nos ocupamos de las mujeres en todo el Gobierno. No pasa por un ministerio.
– Pero ¿una oficina específicamente para la mujer no habrá?
– Habrá dentro de algún ministerio. Hay temas puntuales de la mujer, por ejemplo: la violencia de género. Ese es un tema que afecta mucho más a las mujeres que a los hombres con lo cual requiere un tratamiento especial.
– Si usted fuese “titulero” de un diario, podríamos titular que, con Larreta, no hay ministerio de la Mujer.
– Yo no soy “titulero” de un diario, yo quiero ser presidente de la nación. Yo no creo en esto del ministerio de la Mujer, ni mucho menos creo que eso significa la importancia que el Gobierno le da o no al tema de la mujer que es tan importante. En la ciudad de Buenos Aires, tenemos políticas de género, hemos cambiado el tema de las licencias parentales para que sea más parejo. Tenemos toda una política de promocionar mujeres en el Gobierno y no tenemos un ministerio de la Mujer. La importancia que se le da a un tema no tiene nada que ver con el raviol o no.
Horacio Rodríguez Larreta: “Sergio Massa es parte del fracaso de este Gobierno”
– Hagamos un juego de sinceridad brutal.
– Brutal.
– Vamos a buscarle virtudes a los adversarios y defectos a los amigos.
¿Qué virtud le encuentra a Cristina Fernández de Kirchner?
– Y con sinceridad brutal, es difícil. Creo que ha dejado un legado muy negativo para la Argentina. Ha profundizado muchísimo las peleas. Los que no están con ella son enemigos y, “si los puedo matar, los mato”.
– Muchos de su espacio político han dicho que, por ejemplo, Cristina tiene muy buena capacidad de conducción política
– Bueno, es una buena oradora. Pero su oratoria es para impulsar medidas…Bueno, ella es responsable del ciento y algo por ciento de inflación que tenemos, del dólar a $500.
Es la responsable y protagonista de eso.
– ¿Qué virtud le encuentra a Alberto Fernández?
– Me cuesta porque, en todo caso, Cristina tiene, como decías, capacidad de conducción política; Alberto, ni eso. Y eso, la verdad, es un gobierno fracasado. Muy difícil encontrar virtudes en un Gobierno que le deja a la Argentina ciento y pico por ciento de inflación. ¿Sabés qué es ciento y pico por ciento de inflación? Que la gente no llega al fin de semana, que no puede proyectar, que el negocio que vende un producto cuando lo tiene que reponer, lo repone más caro de lo que lo vendió. Pierde plata. Eso es lo que nos deja Alberto Fernández.
– ¿Qué virtud le encuentra a Sergio Massa?
– Él es parte de este Gobierno. Es parte del fracaso del kirchnerismo. Primero como jefe de la cámara de Diputados. Hoy, como ministro de Economía. Es uno de los responsables del kirchnerismo, de la situación en la que estamos.
– Bueno, usted y Massa son amigos…
– Una cosa no tiene nada que ver con la otra. ¿Qué tiene que ver?
– Pero cuando a sus amigos les encuentra virtudes más allá de sus errores políticos.
– Está bien, pero hoy me estás preguntando como líder político en Economía.
– No, en general.
– Una cosa es lo personal y otra cosa es la política. Él, en la política, es parte del kirchnerismo. Está fracasando, ha fracasado. Genera ciento y algo por ciento de inflación. Esa es la realidad y eso es lo que afecta a la gente, y eso es lo que importa en un líder político y es un líder político él.
– Yo cuando veo que un amigo mío se manda una macana, lo siento en casa, le digo “me parece que en esto te estás equivocando”…
– No, una cosa es una relación personal y otra cosa es alguien que tiene un rol protagónico en el Gobierno. Protagónico en serio.
– ¿Usted habla con Sergio Massa?
– Poco y no soy quién yo para decirle lo que tiene que hacer o no.
– ¿Le gusta esa situación de no hablar con un amigo por diferencias políticas? Porque eso va a contramano de lo que usted propone públicamente, que es el tema de dialogar.
– Yo te soy sincero: tengo laburo 20 horas por día. El poquísimo tiempo que tengo libre se lo destino a estar un rato con mi pareja o bien salir con mis hijas. Ni siquiera a la cancha de Racing estoy yendo mucho, imaginate. Así que no tengo mucho tiempo de ver a mis amigos de la vida.
– Vamos a ver los defectos de los de los compañeros de política. ¿Qué defecto le encuentra a Mauricio Macri?
– ¿Además de que es hincha de Boca? (rie)
– Es una virtud eso. De verdad: ¿qué no le gusta de Macri?
– Tenemos discusiones y diferencias. En los últimos días, tuvimos una discusión. A ver, hay temas en los que discrepamos. Hace diez días, se vio que discrepamos con el tema de cómo se elige el jefe de gobierno en la Ciudad. Pero discrepar en un tema no lo hace un defecto.
– ¿Le gusta todo de Macri?
– Sabés que los títulos simplifican. Hay situaciones que son más complejas, relaciones personales de muchos años. No es para poner un título.
– ¿Qué no le gusta de Patricia Bullrich?
– Yo no estoy de acuerdo con las críticas a miembros del propio equipo. Yo no me engancho, jamás lo hago. No lo voy a hacer. No estoy de acuerdo con criticar a ningún miembro de Juntos para el Cambio. Creo que eso no ayuda, nos debilita y no es bueno para el país. No lo hago, ni lo voy a hacer, ni lo hice nunca.
– ¿Qué no le gusta de María Eugenia Vidal?
– María Eugenia es amiga mía en serio.
– Lo sé. Pero ¿qué le marca como defecto? Todos nuestros amigos tienen defectos.
– El hecho de que no quiera dar el título, de que no tenga una definición tipo “no me gusta tal cosa” no quiere decir que no me anime.
Horacio Rodríguez Larreta: “Javier Milei es la expresión del descontento”
– Si usted fuese analista político… Juegue a ser eso, ¿qué le parece la figura de Javier Milei?
– Me parece la expresión del descontento. Pero también me parece que sacar la Argentina adelante requiere primero experiencia de gestión, requiere conocer el Estado requiere conocer los ministerios de cada lugar del Estado. Hay que conocer. Uno, cuando tiene un problema, llama a un especialista. Hay especialistas que tienen buena trayectoria y otros que tienen mala. No somos todos iguales.
– ¿Él no conoce de eso?
– No tiene experiencia de funcionamiento del Estado.
– ¿Y por qué cree que le va tan bien en las encuestas a Milei?
– Yo creo que hay un descontento generalizado, que la gente busca más bien fuera de la política.
– Y pasadas las internas, ¿cree que hay que tratar de buscar un punto de entendimiento con Milei?
– Yo me comprometo a dialogar, si soy electo presidente, con todos los elegidos por la gente, por supuesto. Con todos los que la gente elija como corresponde. ¿Cómo es que voy a decir yo “no, mirá, este gobernador que lo eligieron a mí no me gusta porque es de otro partido entonces no hablo”? Eso es desconocer.
– Le pregunto eso porque Milei dijo de usted: “zurdo de mierda, te puedo aplastar aún en silla de ruedas”.
– ¿Qué te dije antes? Que yo no me voy a meter en agresiones. No creo en la violencia. Acá, la gente que nos está mirando tiene que decidir entre violencia, agresiones, insultos o la Argentina del progreso del desarrollo que busca la unidad.
– No me diga que no sintió bronca.
– Obvio, cuando te putean sentís eso. Pero yo tengo una responsabilidad como dirigente. Además, tengo que bajar la calentura. Cuento hasta cien y digo: con todos los elegidos por la gente yo voy a dialogar. Que sea diputado, que sea senador o que sea gobernador. ¿Quién soy yo para decir “no”?
– Vamos a la interna de la ciudad y no vale responder “voy a apoyar al candidato del PRO”
– No vale condicionar las respuestas. (rie)
– Imaginemos que Horacio Rodríguez Larreta es un ser que baja de un planeta lejano, de repente cae al planeta Tierra y tiene que decirme quién se parece más a usted, a Horacio Rodríguez Larreta. ¿Se parece más a usted Jorge Macri o Martín Lousteau?
– Los dos tienen mucho pelo, con lo cual, por ese lado… Son un poquito más altos que yo. (rie)
– En sus ideas políticas, ¿de quién se siente más cercano? Honestamente.
– Yo siempre me siento más cercano con los candidatos del PRO. Hoy en la ciudad, tenemos tres candidatos del PRO. Tres candidatos de mi gabinete. Es un orgullo eso.
– Ahora, despejados de ese contexto.
– Siempre voy a priorizar un candidato del PRO.
– Pensando en el decálogo político de Lousteau y el decálogo político de Jorge Macri, ¿con quién se identifica más?
– Yo siempre voy a estar apoyando a los candidatos del PRO.
– ¿Está bien que una persona que fue intendente de Vicente López hasta hace tres días sea candidato en la ciudad de Buenos Aires?
– Si la Constitución lo permite, sí.
– ¿Y lo permite la Constitución?
– A mi entender, sí. Él mostró los papeles, mostró los antecedentes. Yo no soy abogado pero lo que yo entiendo de esto, sí.
– ¿Qué opina de la utilización de la vida personal para hacer campañas presidenciales?
– Yo soy especialmente reservado en eso. Ahora, no juzgo a otro que lo haga, pero yo en particular soy muy reservado respecto de mi vida personal.
– A eso quería ir, porque sorprendió mucho el blanqueo público de su relación sentimental.
– No va a ser parte de la campaña. Ahora, dentro de la naturalidad. No es que voy a hacer campaña de mi pareja. Pero no tengo nada que ocultar. Es parte de la vida natural. Salgo a cenar, me saco una foto, a algún evento público me puede acompañar.
– ¿Qué opinión tiene sobre el rol de la primera dama pensando que usted quiere ser presidente? Porque ha habido tantos avances en materia del rol que la mujer ocupa en la sociedad que suena un poco vetusto el tema este de la primera dama como una simple compañera del presidente.
– No, no, yo no creo en el rol protocolar, más allá de que te pueda acompañar a alguna situación, evento, como uno acompaña a su pareja a cosas de su trabajo y viceversa. Pero no creo que haya un rol protocolar. Sí creo que hay mujeres que tienen iniciativa y, desde ese lugar, que tiene una representación, pueden ayudar y mucho. Creo que tiene más que ver con lo que hace cada mujer en ese rol o cada hombre, si fuera una mujer la presidenta. Tiene más que ver la iniciativa personal, los temas que trata, los lugares en que ayuda, que se mete más que el rol..
– ¿Y qué imagina usted para su mujer en caso de que usted sea presidente?
– Mira, ella tiene una vocación muy fuerte en los temas sociales.
– Va a seguir trabajando. No es que vaya a trabajar de primera dama.
– Va a seguir trabajando, pero también es cierto que es un rol que te da la posibilidad de, por ahí, tener más influencia. Entonces yo me la imagino con su vocación pública, con su dedicación ayudando en lo social, ayudando a los que menos tienen. Tiene mucho trabajo hecho en las villas del Conurbano, que son lugares muy humildes.
Horacio Rodríguez Larreta y su precandidato a vicepresidente: “No lo tengo definido”
– Horacio, si yo le digo que a la gente hay que hablarle de certezas siempre y no enigmático, ¿coincide conmigo?
– Certezas siempre, en la medida que uno las tenga. Tampoco dar certezas de algo que no existe.
– Y si le digo que las personas y sus ideas definen, a la larga, lineamientos políticos. ¿Coincide con eso?
– La persona define, pero quien conduce es el presidente.
– Entonces, ¿podemos saber quién va a ser su candidato/a a vicepresidente?
– No lo tengo definido. No voy a dar una certeza de donde no tengo.
– Pero ¿va en camino a compartir fórmula con alguien de otro partido integrante de Juntos por el Cambio?
– Sería una posibilidad como pasó en las elecciones intermedias de 2021, donde la mayoría de los lugares fueron fórmulas cruzadas. Ahora, no es dogmático eso, no es una decisión tomada.
– ¿El nombre del ministro de Economía lo tiene en la cabeza?
– No. No, ni lo tendría, ni me parece que haya que anticiparlo, estoy trabajando con un equipo con muchísima seriedad. Hoy, el equipo económico de la Fundación Pensar lo coordina Hernán Lacunza. Participan ahí también Luciano Laspina. Es un equipo grande que participa, pero lo coordina Hernán Lacunza.
– ¿Se animaría a hacer un gesto así disruptivo y a sumar gente del actual Gobierno a su Gobierno?
– Mira, yo creo en eso. Por ejemplo, Mauricio sumó la continuidad de Barañao. Pero a los de Economía, Educación y Salud no los mantendría.
– Horacio, Bullrich dijo que Larreta tiene miedo a tomar decisiones. ¿Qué le responde?
– No coincido en criticarnos dentro de Juntos para el Cambio. No coincido en las críticas internas. Creo que no nos ayudan nada, ni a Juntos por el Cambio, ni al PRO y mucho menos a la Argentina. Acá los problemas son otros. La inflación, eso es lo que tenemos que cuestionar. El problema es la inseguridad. Ahí, yo pongo mi esfuerzo, pongo mi foco. Son los mensajes que transmito por todo el país. No creo en las críticas internas, no son buenas, no ayudan.
– Algunos, los que lo critican a usted, hacen pasar esa moderación que tiene la vocación de diálogo como una sensación de debilidad…
– La firmeza no está en ver quién grita más fuerte y en ver quién insulta más al otro, en decir “yo no dialogo con nadie”. Hay que tener mucho más coraje para dialogar con el que piensa distinto, para buscar un espacio de acuerdo que para ponerte del otro lado desde la tribuna e insultar.
– Si es presidente ¿va a mantener su mirada sobre los piquetes?
– Mi mirada sobre los piquetes la tengo muy clara. Esto se soluciona de una manera muy sencilla: llegás al 10 de diciembre y sacás a los intermediarios. Hoy tenés organizaciones sociales que son las que deciden quién recibe un plan y quién no, y con esta decisión, los aprietan para ir a la marcha. Eso se corta, la gente no va a tener la obligación de ir a una marcha más.
– También hay que pensar en la persona que queda trabada en el piquete, que pierde un turno médico. Una ambulancia queda parada en un piquete y es una muerte…
– Yo te estoy diciendo cómo solucionarlo. Te contesté bien concreto cómo se soluciona.
– Hagamos política comparada. Estudio de la Fundación CIAS dice que Cristina dejó la presidencia en 2015 con 253.939 planes; y que Macri dejó 641.762 planes.
– Una cosa es la cantidad de planes y otra cosa son los intermediarios. Cristina Kirchner con Alberto Fernández, en este momento volvieron al sistema que para tener un plan tienes que pasar por una cooperativa, léase por un intermediario. En este Gobierno, para tener un plan social, tenés que tocarle la puerta a una organización social que después te obliga a ir al piquete. Así se sacan los piquetes, te lo digo de forma muy concreta.
Horacio Rodríguez Larreta: “Si yo soy electo presidente, voy a manejar yo”
– La política basada en evidencia, de la cual Ud. siempre hace gala, traza un paralelismo con la medicina. En la medicina, muchas veces hay que sufrir para después tener bienestar. ¿Ud. es de los que considera que hay que pasar por un momento de dolor para recuperar el bienestar en la Argentina?
– Ya estamos en un momento de dolor, estamos en un momento de muchísimo dolor, de muchísima gente que no puede pagar el alquiler, de mucha gente que le mataron a algún ser querido en una situación de inseguridad. Hoy estamos pasando una situación de muchísimo dolor. Estoy convencido de que la vamos a superar. La Argentina tiene todo para estar mejor, la Argentina merece estar mejor y yo voy a trabajar para eso y vamos a sacar a la Argentina adelante. Pero el dolor lo estamos sufriendo hoy y mucho.
– Algo que casi todo el círculo de poder le reconocía a Néstor Kirchner fue su capacidad de terminar su relación político-paternal con Eduardo Duhalde. Lo desafió a duelo en una elección y lo venció. ¿Usted va a cerrar su relación con Macri?
– No, ¿por qué? ¿Qué tiene que ver? Nosotros tenemos una relación de hace 20 años con él. Tenemos una relación de afecto, somos parte de Juntos para el Cambio.
– Pero, si ud. es presidente ¿va a manejar usted o va a manejar Macri?
– Si yo soy electo presidente, voy a manejar yo, como corresponde, como manejó él cuando el presidente era él. De eso no tengas ninguna duda.
– ¿Y usted cree que Macri se va a bancar esa?
– Él cree lo mismo que yo, lo ha dicho públicamente. Acá, el que manda es el presidente de la nación electo por los argentinos. Y si los argentinos me eligen a mí voy a mandar yo. Te lo repito: voy a mandar yo porque fui electo por la gente, así como hoy en la ciudad de Buenos Aires decido yo y todos los días tomo decisiones. Voy a tomar las decisiones yo si la gente me elige como presidente de la nación, no tengas duda.
– Hay en el mundo una profunda crisis de liderazgos políticos, sobre todo por carencias de inteligencia emocional que se traduce en incapacidad de movilizar a la gente. Y una de las cuestiones de las variables más importantes que tiene la inteligencia emocional es la capacidad de pedir perdón. ¿Por qué le gustaría pedir perdón?
– Yo les pido perdón a los porteños porque no he solucionado algunos problemas. Por más que se ha avanzado mucho, siempre falta. Al que se queda trabado en un corte, al que se le rompe un árbol en la puerta de la casa. Le pido perdón a cada uno porque podríamos haber hecho mejor las cosas. Hago reuniones de vecinos todas las semanas, dos, tres veces por semana. Voy y les pregunto a todos qué podemos hacer mejor, qué estamos haciendo mal. Parto siempre de la autocrítica, que por más orgulloso que yo pueda estar del trabajo en la ciudad, siempre pregunto qué podemos hacer mejor. Yo creo que siempre podemos mejorar, siempre. Por todo lo que no he podido hacer pido perdón a los porteños, que es donde yo gobierno.
Fuente: TN
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