El orgullo de ser Carhuense…

Muchas veces nos sentimos hastiados de ser argentinos, de padecer una sociedad complicada y un eterno conflicto en temas políticos y económicos, sin embargo conviven con lo malo, las virtudes más bellas de un pueblo que carga en sus genes la mezcla generosa y sana de razas, costumbres y culturas.

No es menor este tesoro que junto a la grandeza de la tierra de nuestra Patria, nos convierten en un intríngulis que pocos aciertan a explicar cuando de Argentinos se trata.

Pues bien, una de las razones de este editorial es resaltar, una vez más, las actitudes que nos diferencian como sociedad.

El incidente que tuvo como protagonista a Alberto “Pulpita” Ruiz, despertó en todas las personas de bien de nuestra comunidad, la piedad y angustia lógicas de una situación que a la distancia y sin medios, se tornaba visiblemente triste y preocupante. Sin embargo apareció esa maravillosa gente nuestra, sencilla, generosa y amorosa, que permitieron que esos días de calvario para Alberto, se convirtieran en bellas jornadas de esperanza y aceleraran su recuperación de una manera casi milagrosa.

Susana Dominguez y su hija Valeria Salvatierra se encuentran viviendo en España hace muchos años, tienen ambas el acento del sur de España y los modismos lógicos de la convivencia, han logrado establecerse a fuerza de muchos esfuerzos, no les sobra nada, pero viven dignamente y son perfectas anfitrionas para cuantos amigos de Carhué se aventuran por aquellas tierras.

Ambas mujeres tuvieron ese gesto cálido con Pulpita, hasta el punto de ejercer reclamos sobre quienes eran responsables del viaje y lo dejaron allí, sólo en un lugar extraño y en condiciones de riesgo, a un anciano que tiene serias dificultades para moverse y hasta para hacerse entender.

Estas dos mujeres estuvieron para él desinteresadamente, (no aceptaron que desde aquí juntáramos dinero para enviarles), y finalmente anoche, seguro con alguna lágrima, despidieron a su protegido y volvieron felices a sus vidas.

No es menor esta historia, porque siempre nos quejamos de un mundo cada vez más apático y distante… acá tenemos la prueba de que la solidaridad sobrevive en nosotros y es el mayor activo de los argentinos de bien.

Debo destacar también la generosidad de Oscar Beunza que realizará el viaje para traerlo desde Ezeiza por un costo mínimo y a su hermano Norberto que en todo momento nos tuvo al tanto de las diferentes etapas de Pulpi en España. Y por supuesto al Intendente David Hirtz que dispuso la ayuda económica para este último tramo de la repatriación de Pulpi.

Bienvenido a casa Alberto.

DOMINGO SAN ROMAN

 

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