Decenas de llamados al 911 y a la subcomisaría de Villa Rosas en menos de 4 meses. Decenas de denuncias por robos, peleas, daños, tiroteos, chicos drogándose. Una muerte. Miles de vecinos cansados.
Ayer Villa Rosas, Rucci y otros barrios cercanos marcharon porque se cansaron de todo eso. El asesinato de Agustina Bustos terminó de pudrirla: tenía 19 años y la acuchillaron para robarle una mochila en Piedra Buena al 1.700. Acababa de salir de la casa de su mamá y se iba a lo de su papá. Entre 3 chicos, de 14, 15 y 17 años, la apuñalaron.
Los chicos son conocidos por todos en la zona, aunque por razones legales no se difunden sus nombres.
Son conocidos porque tienen antecedentes y porque hubo un tiempo en el que los vecinos intentaron ayudarlos: les daban comida y trabajo.
Pero de un día para el otro los pibes empezaron a hacer otras cosas. Empezaron a trepar paredones. A romper vidrios. A intentar robar. A robar. Y terminaron matando.
De septiembre hasta ayer el grupo de WhatsApp “Vecinos en alerta” en esa zona de Bahía Blanca sonó más de 25 veces.
“Se llama a la policía pero es lo mismo que nada”, se quejan, repetidamente los vecinos.
“Venden droga a toda hora y la policía de Bahía sabe y no hace nada”, insisten.
La plaza tiene una cancha de fútbol pero no hay rastros del juego. No hay gajos de pelotas ni botines rotos. Pero hay bolsas y latas con restos de pegamento.
fuente:www.lanueva.com
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