Cada 19 de abril los católicos conmemoran el Día de San Expedito, también conocido como el patrono de las causas urgentes, y para celebrar esta jornada es preciso conocer cuál fue su historia y cuál es la oración en su nombre para realizarle un pedido o agradecimiento.
Las parroquias e iglesias de todo el territorio nacional celebran en este día al santo de las causas justas y urgentes, aunque el punto de concentración más importante se ubica en el santuario de San Expedito, en la Parroquia de Nuestra Señora de Balvanera, en la ciudad de Buenos Aires.
Como sucede cada 19 de abril, en honor al santo y sus milagros, la comunidad católica se acerca a los puntos de oración para formar parte de la misa alusiva, la procesión o la celebración tradicional que cada jurisdicción le dedica al santo.
En la mayor parte de las representaciones, a San Expedito se lo ve con una cruz en su mano derecha, elevada a la altura de su cabeza, en la que se lee la palabra “hodie”, mientras que, debajo de sus pies, aplastado y vencido, se lo visualiza al cuervo con un mensaje que dice “cras”.
San Expedito también es considerado protector de los jóvenes, socorro de los estudiantes, mediador en los procesos y juicios, salud de los enfermos, protector en los problemas de familia, laborales y negocios. Si bien no figura en el Martirologio Romano que registra todos los santos oficiales de la Iglesia Católica, San Expedito es uno de los santos más convocantes dentro del catolicismo.
Quién fue San Expedito
San Expedito fue un comandante de las legiones romanas, que tuvo a su cargo miles de hombres y sirvió al emperador Diocleciano, entre los siglos III y IV.
Según la tradición, un día del año 303 este habitante del Imperio tuvo la revelación de que debía ser cristiano, algo que en esa época era penado con la muerte. Sin embargo, su convicción era fuerte y estaba determinado a hacerlo.
El relato cuenta que, en ese momento, el diablo se le apareció en la forma de un cuervo y le dijo: “Cras, cras, cras”, que en latín significa “mañana”. Sin embargo, el santo no aceptó esta dilación y, con un furioso impulso, aplastó al animal mientras respondía: “Hodie, hodie, hodie”, es decir, “hoy”, una palabra que suele aparecer en la cruz que el romano carga en sus representaciones. Por no haber postergado su conversión, se lo considera el patrono de las causas urgentes.
Las autoridades romanas lo declararon culpable de practicar el cristianismo y, luego de varios días de interrogatorio, ejecutaron al santo el 19 de abril del año 303 en la ciudad de Melitene, sede de la provincia romana del mismo nombre, en la región turca de Capadocia.
Para elevar un pedido al santo existen dos maneras: por un lado, se puede rezar la oración completa en su honor y allí especificar lo que se necesita con urgencia; por otra parte, existe una oración que se distribuye en tres jornadas diferentes y que se suele utilizar para una extrema y urgente necesidad.
La oración a San Expedito
Soberano San Expedito,
El socorrista por excelencia de las causas justas y urgentes,
Intercede en mi nombre frente al Dios padre todopoderoso,
para que me auxilie en estos momentos de desesperación
y angustia solemne.
Soberano San Expedito,
tú que eres el guerrero santo, el fiel servidor de Dios.
Tú que eres el Santo de los afligidos,
El Santo de los casos urgentes;
dame de tu protección, auxíliame,
dame de tus virtudes y fortaléceme con
coraje, valentía, calma, serenidad y fuerza.
Atiende mi suplica
(Realiza tu petición con fe).
Soberano San Expedito,
ayúdame a superar estas complicadas circunstancias.
Cuídame de toda amenaza, de todo peligro,
de personas y espíritus que busquen dañarme,
cuida a mi familia, amigos y hermanos.
Atiende mi suplica prontamente.
Trae a mi ser y mi hogar nuevamente la paz,
que un día nos dio tranquilidad para vivir.
¡Soberano San Expedito!
Te doy gracias eternamente, siempre te alabaré
y esparciré tu nombre entre todos los que desean alguien como tú,
un santo que oiga y atienda con urgencia.
Amén.
La oración a San Expedito que se realiza en tres días
- Primer día
De mis ojos salen lágrimas, en mi rostro se ve la angustia y desilusión, mi alma suplica de tu ayuda, no tengo más fuerzas para seguir adelante.
Acudo a vos San Expedito, te ruego que me quites este dolor lo más pronto posible, confío en vos plenamente, hacé que mi corazón se llene de esperanza y fe, y siempre siga por el camino del bien. Sé que vos siempre me protegés y me guias. Amén.
- Segundo día
Hoy es un día muy gris, no alcanzo a ver con claridad, mis enemigos me acechan, quieren lastimarme sin piedad.
Por eso hoy recurro a vos San Expedito, ya no puedo con este peso que cargo, la traición, la falsedad, la falta de tolerancia que hay en estos momentos en mi vida, no dejan que pueda avanzar, pero si vos, San Expedito, estás a mi lado, nada de esto puede lastimarme, ni frenarme.
Cubrime y protegeme de todos mis enemigos, que solo quieren lastimarme. Dame tu protección de forma urgente. Amén.
- Tercer día
Tu coraje se puede sentir, San Expedito, por eso Dios te eligió como su servidor, ningún mal puede con vos.
Vos sos más fuerte que cualquier huracán, saliste victorioso de las más duras tormentas, y entre los más inhumanos y despiadados hombres, acabaste con la maldad y el odio, lograste hacer florecer el amor en las almas más despiadadas y frías, porque solo vos, San Expedito, podés con todo.
Y con vos a mi lado cualquier cosa es posible, glorioso San Expedito, rogá por mi, por mi familia y por la paz mundial. Amén.
Al finalizar, se recomienda rezar un Padre Nuestro y un Ave María.
Fuente: La nacion
Deja el primer comentario