“Mi vestido se rompió. Supongo que pasó durante el musical de ‘I’m just Ken’”. El chiste de Emma Stone, burlándose de ella misma, hizo estallar al público del Dolby Theatre durante los Premios Oscar. Su merecido premio por la Mejor Actriz gracias a Pobres criaturas, a su vez, escondía el dato de lo mejor de una noche demasiado sobria y con poquísimo color: el show basado en Barbie que lució Ryan Gosling en el rol del famoso muñeco. Brilló por todos lados.
Ese fue el highlight más importante a nivel artístico de una noche bastante desabrida conducida por Jimmy Kimmel, que tuvo galardones muy previsibles con cero sorpresas y con Oppenheimer, de Christopher Nolan, como el film más ganador, con 7 estatuillas, incluida la máxima categoría.
A la vez, la transmisión dejó entrever cómo Hollywood posa los ojos sobre Europa: la gran mayoría de las películas que compitieron fueron del gusto de festivales de ese continente y los galardones que se llevaron varias tuvieron que ver con las guerras o conflictos bélicos originados allí.
Ryan Gosling brindó el mejor show musical en décadas
La Academia tuvo una página negrísima en la previa a esta noche cuando ninguneó en absoluto a la directora Greta Gerwig y a Margot Robbie al dejarlas fuera de las candidaturas por Barbie. Sin embargo, Ryan Gosling fue uno de los representantes del exitoso film entre los nominados -junto a America Ferrara-, ya que consiguió competir como actor de reparto, estatuilla que se llevó Robert Downey Jr.
La estrella de Drive se sacó las ganas de brillar en el escenario como su personaje Ken, con uno de los mejores show musicales de los últimos años. Su sex appeal y plasticidad para el baile quedó en evidencia, mientras parte del elenco de Barbie también mostraba sus dotes.
Mirá la imponente versión que hizo Ryan Gosling junto a Slash de “I’m Just Ken”, uno de los hits de “Barbie”. (Foto: AFP)
Además de Gosling y decenas de bailarines, los actores Simu Liu, Scott Evans, Ncuti Gatwa y Kingsley Ben-Adir que encarnaron a otros Ken en el film también fueron parte de la coreografía magistral que se preparó en el escenario.
Gosling, con su sarcástico Ken, irradió con música cada lado del lugar, inundó de rosa los rincones y homenajeó a la famosa coreografía de Los caballeros las prefieren rubias de Howard Hawks con Marilyn Monroe.
La frutilla del postre fue el final, cuando en primer plano y junto a Gosling, apareció Slash, el famoso guitarrista, que sorprendió a propios y extraños. Las caras de asombro y felicidad de Margot Robbie y de Greta Gerwig decían todo.
Christopher Nolan y Oppenheimer ratificaron su rumbo de clásicos
El director Christopher Nolan demostró con Oppenheimer en la noche de los Premios Oscar que se puede conjugar en una misma película un éxito comercial absoluto de taquilla con una performance festivalera arrasadora.
La biopic sobre el físico J. Robert Oppenheimer se llevó siete estatuillas, incluidas la de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Banda Sonora, Mejor Fotografía y Mejor Edición, Mejor Actor Principal –Cillian Murphy-, y Mejor Actor Secundario –Robert Downey Jr.-.
“No sabemos adónde nos va a llevar este viaje, pero saber que ustedes piensan que soy una parte significativa de ello significa todo para mí”, dijo Nolan al recibir la estatuilla que se le hizo esquiva en varias oportunidades.
La historia de vida del hombre que hizo posible el desarrollo de la bomba atómica no parecía, en los planes, un film que podía provocar lo que finalmente generó: un fenómeno de taquilla pocas veces experimentado en los últimos tiempos, con casi 1000 millones de recaudación, una cifra delirante para este tipo de argumentos.
Hollywood miró a las guerras nacidas en Europa de reojo
No es casual el triunfo de Oppenheimer en estos días convulsionados de Europa. La película sobre el científico que desarrolla la bomba atómica que los Estados Unidos lanza contra Japón en el fin de la Segunda Guerra Mundial tiene a un conflicto bélico como fondo.
La noche de los Oscar registró dos momentos muy importantes en dos de sus categorías y ligados a las brutales batallas que se están dando por estos días. Los realizadores de Zona de interés, que se llevó el Oscar Mejor Film Internacional, y el de 20 días en Mariupol, que se llevó el de Mejor Documental, remarcaron el daño que hacen las guerras.
“Ya sean las víctimas del 7 de octubre en Israel o el actual ataque a Gaza, todas las víctimas de esta deshumanización, ¿cómo resistimos?”, se preguntó el realizador Jonathan Glazer, que expone de una forma muy original el horror del campo de concentración de Auschwitz en Zona de interés.
Por otra parte, Mstyslav Chernov pidió que nadie de Hollywood olvide lo que está pasando en Ucrania, tras recibir su premio, el primero en la historia de su país, para el documental sobre la guerra que hizo. “El cine forma recuerdos, y los recuerdos forman la historia”, remarcó en el cierre de su agradecimiento.
Una gala desabrida que pudo haber sido más disruptiva
Jimmy Kimmel pudo haber dado más. El gran conductor de los late night shows de la televisión de los Estados Unidos intentó ser sobrio, pero dejó gusto a poco y, casi sin gracia, condujo una ceremonia con muchos altibajos.
Con una presentación clásica en la que el conductor se metía en las películas para “llegar” al escenario, Kimmel abrió la ceremonia con un stand up que no generó demasiado en el público.
Mas tarde, John Cena sin ropa respondió una pregunta que hizo el animador. “¿Se podrían imaginar si un hombre desnudo corriera por el escenario hoy? ¿No creen que sería loquísimo?”, había preguntado. Una broma evidente.
Mirá la divertida aparición de John Cena en los premios Oscar 2024. (Foto: AFP)
Tal vez el mejor momento de la noche de Kimmel fue el improvisado, algo propio en él. Tras una durísima crítica que le hizo el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump en una red social, el presentador fue lapidario e hizo estallar en aplausos al Dolby Theatre. “Gracias por estar mirándonos. Me sorprende. ¿Ya terminó tu tiempo en la cárcel?”, se preguntó, irónico.
Entre lo mejor de la noche estuvo el musical de Ryan Gosling, las dedicatorias de otros ganadores del Oscar a los actores que estaban nominados y, sin dudas, la referencia Batman que dejaron Arnold Schwarzenegger, Danny DeVito y Michael Keaton. Tres gigantes del cine que en pocos segundos dejaron memes inolvidables.
Al Pacino cerró la noche de un modo torpe e hizo recordar al blooper de Warren Beatty de hace unos años al errar en dar el nombre a la mejor película. El actor de El padrino no le puso absolutamente nada de emoción al decir cuál era el film que se llevaba el máximo premio. “Mis ojos están viendo Oppenheimer”, lanzó, sin reparos, frente a la sorpresa de todos.
Fuente: TN
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