Los incendios en la región, tanto en La Pampa como en Sierra de la Ventana y algunos aislados en banquinas y campos particulares, dejan en perspectiva la valerosa acción de los cuerpos de Bomberos Voluntarios de casi todas las comunidades de la región, que asisten a dichas emergencias, soportando temperaturas altísimas y el peligro inminente de ser acorralados por el fuego que cambia de rumbo con los vientos o el humo traicionero capaz de llevarse la vida de cualquiera de estos valientes vecinos que ponen su voluntad, esfuerzo y preparación para contener las emergencias que se desatan cada temporada de verano.
Ahora bien, tras esa realidad que es motivo de orgullo para nuestras poblaciones, está la otra cara de la moneda: el increíble desprecio y falta de sentido común de algunas personas que siguen poniendo en riesgo la vida, propiedades y hasta la naturaleza misma, actuando con una irresponsabilidad que raya en el delito.
Los últimos grandes incendios han sido producto de la negligencia y el desprecio de desprensivos e irresponsables, que lamentablemente no son pocos.
Debería legislarse un castigo ejemplar para quienes atentan contra la integridad de todos arrojando colillas de cigarrillos, encendiendo fuegos en lugares no permitidos o provocando de cualquier manera el inicio de una posible tragedia.
Además sería bueno que se realicen para el futuro intensas campañas educativas y de concientización en toda la región, pues a todos nos agrada disfrutar de paisajes tan bellos y placenteros como los de Sierra de la Ventana o La Pampa, pero debe ser también profundo el respeto por la naturaleza y el cuidado responsable de nuestros actos.
DOMINGO SAN ROMAN
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