Uno de los principales objetivos que se planteó el gobierno de los Estados Unidos en los últimos años es contrarrestar el aumento de la influencia de China en América Latina, histórica zona de influencia de las administraciones norteamericanas.
En ese sentido, durante la Cumbre de las Américas del año pasado organizada en Los Ángeles el presidente estadounidense Joe Biden anunció la creación de la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP), una alianza con países latinoamericanos a los cuales Estados Unidos financiará para proyectos de distintos sectores.
Particularmente el respaldo de Washington se concentrará en infraestructura sostenible, desarrollo de semiconductores, energía limpia y suministros médicos. Son, sobre todo en lo que respecta a infraestructura, áreas estratégicas y de máximo interés para Beijing. Estados Unidos quiere retomar la influencia que perdió en los últimos años ante el avance del gigante asiático en la región.
A pesar de tener recursos naturales y humanos para cumplir con el desarrollo que plantea la Casa Blanca, la Argentina quedó afuera de esta alianza, conocida también como “Asociación de las Américas”. Participan de ella 12 países de la región: Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay.
A estos países el propio Joe Biden prometió “miles de millones de dólares” con el objetivo, además, de impulsar la recuperación y el crecimiento económico del hemisferio occidental, que representa cerca del 32% del producto bruto interno mundial.
Fue una promesa que el presidente norteamericano repitió semanas atrás en una cumbre con los líderes de cada uno de los países que forman parte de la alianza, entre los que no hubo ningún representante argentino.
La importancia del proyecto y por qué la Argentina quedó fuera
Según datos relevados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en los últimos tres años Estados Unidos fue el país que mayor inversión extranjera directa aportó en la región, casi un 40% del total de las inversiones globales.
Por su parte, la Organización de Estados Americanos (OEA) consideró que la iniciativa de la “Asociación de las Américas” genera un marco de cooperación regional clave para fomentar la competitividad, la inversión en áreas estratégicas y el desarrollo sostenible, además de consolidar las cadenas de suministros internacionales en la región.
En otras palabras, este proyecto de Biden es como la “Ruta de la seda” china, pero de los Estados Unidos para la región, donde Washington busca pisar con más fuerza.
Según pudo saber TN, para seleccionar a los miembros de este selecto club de países latinoamericanos la Casa Blanca priorizó aquellos con los que tiene acuerdos de libre comercio, aranceles bajos y una previsión económica confiable para los inversores norteamericanos. La Argentina quedó fuera.
Es importante resaltar que el único país del Mercosur que forma parte de la iniciativa es Uruguay. A muchos le sorprendió la ausencia de Brasil, principal impulsor económico de América Latina y donde China logró desterrar desde hace años a Estados Unidos como el principal socio comercial.
El proyecto se encuentra en una primera etapa, pero, sea quien sea que el año que viene gane las elecciones presidenciales en Estados Unidos, promete reconfigurar el rol de las inversiones y la financiación en América Latina. Hoy, la Argentina se encuentra fuera de este paquete.
Fuente: TN
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