Boca Juniors se clasificó a la final de la Copa Libertadores después de eliminar a Palmeiras en San Pablo. Luego del 1-1 en tiempo reglamentario, Chiquito Romero volvió a lucirse en la tanda de penales, atajó dos y metió al equipo de la Ribera en el cotejo decisivo del 4 de noviembre en el Maracaná, donde se medirá con el carioca Fluminense. El arquero misionero fue el gran destacado en la noche brasileña, mientras que hubo varios puntos altos. Por su parte, Jorge Almirón generó dudas con sus cambios y no terminó de convencer con el plan de juego adoptado en el segundo tiempo.
Sergio Romero (10): Descomunal, impactante, deslumbrante. Actuación histórica que quedará para la posteridad. Después de una primera parte en la que mostró firmeza, Chiquito se lució una y otra vez en el complemento, donde fue peloteado. Sobre todo cuando Palmeiras quedó con superioridad numérica por la expulsión de Rojo. Aunque pareció que pudo haber hecho algo más en el empate de Piquerez, la repetición mostró que el tiro se desvió en Equi Fernández y el arquero quedó tapado por Valdez. La cacheteó, pero no llegó a desviarla. En tiempo de descuento, le sacó una chilena infernal a Rony y más tarde le ahogó el tanto del triunfo a Endrick. En los penales, hizo lo tuyo: les prometió a los compañeros que atajaría dos penales y contuvo las ejecuciones de Raphael Veiga y Gustavo Gómez. Memorable.
Luis Advíncula (6): El peruano estuvo algo contenido por necesidad y planteo táctico. No fue utilizado de extremo y se dedicó más al orden defensivo que al ataque, que es su principal característica. Correcto en la marca, no sufrió la velocidad de los atacantes de Palmeiras salvo en alguna oportunidad aislada. En el segundo tiempo se salvó de una amarilla que lo hubiera dejado sin final de Copa.
Nicolás Figal (8): Aunque no venía en buen nivel, el defensor cumplió con su mejor actuación de los últimos partidos. Había llegado con lo justo en lo físico y fue estandarte en la defensa, sobre todo luego de que su compañero de zaga Marcos Rojo fuera expulsado.Amonestado a los 75 por protestar luego de cometerle infracción a Weverton en ataque. Convirtió su penal en la tanda.
Marcos Rojo (5): Tuvo un primer tiempo muy firme de abajo y de arriba. Voz de mando, como siempre. En el segundo tiempo se descontroló tras el ingreso del juvenil Endrick. Levantó demasiado la pierna contra Rony y se ganó la amarilla. Al rato, fue amonestado por segunda vez por entrarle tarde a Kevin Macedo. Condicionó al equipo y lo supo desde que el árbitro lo echó. El dolor permanecerá porque verá la final de la Libertadores de afuera. Camino al vestuario, le pidió perdón al banco.
Marcos Rojo es expulsado y se quiere morir (REUTERS/Carla Carniel)
Frank Fabra (6): Similar al trabajo de Advíncula. No pudo explotar sus cualidades en la ofensiva porque debió estar atento a los ataques rivales. Redondeó una correcta tarea y, sobre el final, tuvo que ser sustituido por el esfuerzo físico realizado. Extenuado, fue reemplazado a los 82 por Saracchi.
Cristian Medina (7): El responsable del fútbol de Boca en la mitad de cancha. Aunque apareció con intermitencias por el dominio del Palmeiras, la joya xeneize volvió a redondear una muy buena actuación con circulación de balón, tenencia y oxígeno para la marca. Iba a ser reemplazado por Campuzano, pero el cuarto árbitro impidió que ocurriera en la última ventana en la que entró Saracchi por Fabra. Vio la amarilla por cortar un contragolpe a los 89.
Pol Fernández (8): Nuevamente de doble cinco junto a Equi Fernández, se hizo eje y aportó su experiencia en momentos claves del juego. Tomó la cinta de capitán cuando vio la roja Rojo y no se achicó en el peor momento del equipo. Extra: convirtió el gol decisivo y selló la clasificación a la final.
Equi Fernández (7): Rueda de auxilio en la mitad de cancha, no consiguió hilvanar demasiado juego pero aportó un despliegue conmovedor durante los 90 minutos. Hizo que el banco de Boca festejara una excursión en ataque y foul ganado en campo rival como si fuera un gol. Amonestado a los 75 por una falta en mitad de cancha con la que buscó cortar el envión de Palmeiras.
Barco, un atrevido de los que no abundan en el fútbol de hoy (REUTERS/Carla Carniel)
Valentín Barco (8): Otra gran actuación del Colo, que tiene nervios de acero. Ocultó sus 19 años siendo uno de los futbolistas de Boca que más hizo circular y tocó el balón. En el primer tiempo lastimó con un desborde por izquierda que terminó en centro y casi significa el segundo para la visita. Atrevido, se animó a pisar la pelota con los dos pies y en el segundo tiempo cortó una pelota de un córner que casi termina siendo olímpico. Fue reemplazado tras la expulsión de Rojo.
Miguel Merentiel (8): Espectaculares 55 minutos hasta que fue reemplazado por Bruno Valdez. Fabricó la jugada del gol de Cavani y se devoró a uno de los mejores defensores centrales como Gustavo Gómez, a quien le arrancó una amarilla. Intratable en la ofensiva, generoso en la marca. Evidentemente al uruguayo, que todavía pertenece al Palmeiras, el césped sintético del estadio Allianz Parque le fue familiar.
Edinson Cavani (8): Conmovedor esfuerzo de un futbolista de 36 años que llegó a Boca para luchar por la Libertadores y cumplió el objetivo. Rompió su sequía en la Copa con la conquista de su primer gol y aportó colaboración en el retroceso a lo largo de todo el partido. El uruguayo se transformó en un defensor más y hasta pudo haber convertido el segundo sobre la hora con un remate que le fue a las manos a Weverton, cuando ya estaba sin aire. Falló en la tanda su penal, pero por fortuna para él Chiquito Romero volvió a iluminarse en el arco.
La emoción de Cavani luego de la clasificación de Boca a la final de la Libertadores (REUTERS/Carla Carniel)
Bruno Valdez (7): Ingresó al minuto 55 para sustituir a Merentiel y armar una línea de cinco hombres en el fondo. En un momento caliente, aportó presencia a un bloque defensivo que resistió como pudo cada embate de los brasileños. Pocos le habrán tenido fe en la tanda de penales, pero el paraguayo que venía de ser cuestionado por su actuación en el Superclásico, no falló.
Nicolás Valentini (7): El Vikingo es una garantía cada vez que es necesitado por el cuerpo técnico. Esta vez, tuvo la responsabilidad de suplir la baja de Marcos Rojo, expulsado, y bancar la parada con uno menos. Padeció a Endrick por un desborde que lo dejó mal parado y también por un patadón en el rostro que le propinó el delantero brasileño. De arriba es infranqueable, de abajo no arruga. Y otra vez anotó en tanda de penales. Sumó crédito para sustituir a Rojo en la final en el Maracaná.
Marcelo Saracchi (-): Tuvo escasos pero buenos minutos en un momento cúlmine del partido. Reemplazó a Fabra sobre el final.
Jorge Almirón (4): Armó el equipo desde la previa del Superclásico. Confió en los once que habían tenido una gran actuación en la ida en la Bombonera y no se equivocó. Luego de un muy buen primer tiempo de su equipo, decidió sacar a Merentiel a los 10 del segundo tiempo e -inexplicablemente- lo hizo retroceder con la inclusión de Valdez. Para colmo, Rojo fue expulsado y debió agotar otra ventana con la entrada de Valentini por Barco, que era uno de los más destacados de Boca. Sobre el final fue amonestado por protestarle a los árbitros, que impidieron que realizara una cuarta modificación (Campuzano por Medina) en la ventana en la que entró Saracchi por Fabra.
Fuente: Infobae
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