La segunda semana posterior a las elecciones primarias transitó con cierta estabilidad, después del shock devaluatorio del lunes 14 que sacudió el escenario financiero inmediatamente después de la definición de los candidatos presidenciales.
El dólar libre finalizó el viernes negociado a 730 pesos para la venta, el mismo valor de cierre de la semana anterior -y al mismo nivel del martes 15 de agosto-, para quedar lejos del récord intradiario de 795 pesos del 16 de agosto.
Con un dólar mayorista que finalizó prácticamente fijo a $350,10, tal como prometió el ministro de Economía Sergio Massa, la brecha cambiaria quedó en el 108,5 por ciento. En la semana, el Banco Central acumuló compras netas en el mercado de cambios por 242 millones de dólares.
También se observó una mayor racionalidad en el comportamiento de los dólares bursátiles. El “contado con liquidación”, que tocó un pico de $816 a través de acciones y Cedear, retrocedió a la zona de los 767 pesos en el viernes.
Los expertos del Grupo IEB (Invertir en Bolsa) señalaron que “el único resultado que ha logrado la devaluación es una aceleración en la nominalidad de la economía. Para agosto, de acuerdo a relevamientos privados, la inflación podría ubicarse en un rango entre 11% a 13% lo que implicaría casi duplicar la tasa de julio”.
“Mediante constantes intervenciones el Gobierno ha logrado contener el dólar MEP y si bien el tipo de cambio oficial continúa en $350; el mercado cree -observando los futuros de dólar- que de acuerdo al resultado electoral de octubre habrá un nuevo salto discreto. Así, ‘pricea’ (traslada a precios) una devaluación del 25% para octubre, de 50% para noviembre y casi 100% para diciembre. En este contexto es lógico que los inversores busquen cobertura demandando todo tipo de instrumentos: cobertura mata fundamentals”.
La Bolsa validó precios con renovadas tomas de posiciones a modo de coberturas de cara a una próxima elección presidencial y un futuro económico incierto
También se disipó el clima de euforia para las acciones y los bonos. La mesura va más allá de la indefinición política ante un escenario de “tres tercios” para los comicios presidenciales del 22 de octubre. En el caso de los títulos privados, habían alcanzado sus valores más altos en dólares desde las PASO de 2019. El índice accionario líder S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires viene de acumular un alza del 43% en agosto, por lo tanto, se descontaba un ajuste o, al menos, una pausa en la racha ganadora del llamado “trade electoral” desatado a partir de junio.
El S&P Merval, en los 634.791 puntos, ganó un mínimo 0,6% en pesos en el balance semanal, y un 1,1% en dólares “contado con liqui”. El referente de acciones líderes alcanzó un máximo nominal intradiario de 690.781 puntos el martes 29.
Los bonos soberanos acusaron caídas generales. Los Globales del canje -en dólares con ley extranjera- recortaron un 2% en promedio en Wall Street, mientras que el riesgo país de JP Morgan volvió a quedar cerca de los 2.100 puntos para Argentina, cuando previo a las PASO había caído a 1.980 puntos básicos.
“Más allá de esto, remarcamos que estamos en un momento de muchísima incertidumbre política, la cual posiblemente se extenderá hasta el balotaje del 19 de noviembre, y que las perspectivas macro no fundamentan esta apreciación del peso”, consignaron desde Portfolio Personal Inversiones.
Fuente: Rava Bursátil-precios en dólares.
“La alta volatilidad se mantiene más vigente que nunca en un mercado local que traslada a precio las condiciones electorales”, dijo Javier Rava, director de Rava Bursátil. ”Un tipo de cambio incierto y una mayor intención de cobertura ante expectativas cruzadas que se suman a intervenciones de entidades estatales para sostener la cotización del dólar”, agregó.
Tomas de coberturas impulsan al mercado accionario luego de una elección primaria (PASO) que dejó a la cabeza al libertario Javier Milei, quien propone dolarizar la economía y eliminar el Banco Central.
“Tras el sorpresivo triunfo en las PASO del candidato Javier Milei, se generó un profundo interés en su programa económico que fue clave en su triunfo. La dolarización, sin lugar a dudas, es la más popular de las medidas propuestas. ¿Cómo se llevaría a cabo? Según el proyecto de Emilio Ocampo –que el candidato respaldó- la clave consiste en constituir un Fondo de Estabilización Monetaria, un fideicomiso que se instituiría bajo ley de Nueva York, al cual el Banco Central le transferiría sus pasivos: fundamentalmente la base monetaria y las Leliqs, lo cual totaliza unos UDD 40.000 millones”, resumió Víctor Beker, director del CENE (Centro de Estudios de la Nueva Economía) de la Universidad de Belgrano.
Fuente: Infobae
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