El dólar oficial, el tipo de cambio mayorista, superó el techo de los $700 a fin de año. Las posturas en el mercado de futuros coincidieron en $704, lo que equivale a apostar a una devaluación de 297% para todo 2023.
Son pocos los que creen que este tipo de cambio a $350 se mantendrá sin cambios hasta octubre. El mercado de futuros lo coloca en un pedestal de $434 para esa fecha.
Pero no fueron las únicas barreras que se quebraron. El contado con liquidación (CCL) superó $800 al subir a $810 en el Senebi a 48 horas.
La tendencia a no mantenerse en pesos de los ahorristas e inversores y del público en general que elige stockearse de alimentos y artículos de limpieza en los mercados, provocó otro día de suba de acciones, bonos y dólares. Una euforia peligrosa porque algunos ven que un día llegará la salida tumultuosa.
Lo cierto es que el Banco Central siguió interviniendo y gastando reservas que no tiene para contener al dólar MEP. No pudo hacer los mismo con el contado con liquidación.
Para el trader Esteban Monte, “si se observan detenidamente los fundamentos económicos para intentar justificar la suba en acciones, no hay ninguno. Este año consultoras locales y bancos internacionales proyectan una caída del Producto Bruto de más de 3%. Sí, se puede entender la suba de acciones y bonos como cobertura por parte de ahorristas e inversores ante una escalada inflacionaria que no se veía desde 1988. El exceso de pesos se vuelca al mercado accionario y se refleja en subas sostenidas tanto de los papeles argentinos como del CCL vía Cedear”.
“El MEP, por su parte, sigue intervenido por el Banco Central que lo mantiene subsidiado por debajo de los $670, cuando el “blue” sigue en alza y cerró a $750. El precio del MEP no es sostenible en el tiempo”, agregó.
Los bonos de la deuda tuvieron leves subas, pero no fueron suficiente para mover el amperímetro del riesgo país que aumentó 11 unidades (+0,5%) a 2.052 puntos básicos.
Para el analista financiero Franco Tealdi, “fue un buen día para los activos financieros, pero seguimos con una presión del dólar muy fuerte. El CCL por arriba de $800 muestra que hay nervios para quedarse con pesos. La contracara es una lectura constructiva del mediano plazo porque, si bien nadie quiere pesos, todo el mundo está buscando refugios en activos dolarizados, en estos activos no hay una venta masiva. Las acciones subieron y los bonos, también por un vientito de cola de Estados Unidos donde bajaron las tasas de los bonos y subieron las acciones. Entonces, tenemos este corto plazo angustiante, pero con una lectura constructiva del mediano plazo donde la Argentina parece estar barata y tener buenas perspectivas constructivas porque el chip de la gente en las elecciones cambió hacia las opciones pro mercado”.
En el mercado de futuros hubo una apuesta a una inflación mayor que afectará a los precios proyectados por el Gobierno. El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini señala que en el mercado mayorista “se notó un mayor volumen con una liquidación de USD 534 millones que aprovechó el Banco Central para llevarse USD 135 millones, el mayor monto de compra en 7 ruedas. Pero es difícil que este nivel de liquidación pueda sostenerse bajo estas circunstancias”.
Sobre los dólares financieros señaló que “el problema es el entuerto en que se meten con la intervención en el MEP. La brecha con el CCL roza 20% y está muy cerca de 22% al que llegó en la previa a las legislativas de 2021, también con el MEP intervenido de mil maneras. Esto podría indicar que a esta fiesta le queda poco tiempo”.
“En el mercado de futuros -agregó- nos encontramos con la temporada de renovaciones combinado con escenario de tensión. Después del millón de contratos operados el lunes, se negociaron 903 mil contratos. De noviembre, inclusive, hacia adelante todo vuelve a marcar máximos de tasa. El interés abierto (contratos no cerrados) suma 118 millones y los responsables son septiembre, octubre, noviembre y diciembre 2023, de mayor a menor. A pesar de tener planteado el esquema de tipo de cambio fijo, septiembre y octubre incorporan 112 millones. Este último ajustó a una tasa implícita de 248% efectiva anual que está muy por encima de la tasa de política monetaria (209% TEA) de modo que podríamos inferir que el mercado duda de la capacidad del Banco Central de mantener el tipo de cambio fijo hasta fin de octubre”.
Pese a las compras de USD 135 millones, las reservas perdieron 25 millones y quedaron en USD 28.009 millones.
Las acciones tuvieron otra rueda excelente en negocios y precios. Se operaron $18.672 millones y el S&P Merval, subió 2,71% en pesos, pero tan solo 0,8% en dólares por la suba del CCL. Los bancos con aumentos de hasta 7% siguieron siendo los motores del índice de las acciones líderes.
Los Cedear -certificados de tenencias de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- operaron $26.240 millones. Predominaron las bajas y lo más destacado fue el alza de 4,4% de MercadoLibre.
La Argentina pareció acoplada a Estados Unidos que vivió una rueda de alzas en las acciones por las noticias de un enfriamiento de la economía al bajar la oferta de empleo al nivel más bajo de marzo de 2021. Sin embargo, es un espejismo porque la bonanza local es por la debilidad del peso y por los problemas inflacionarios que generan las últimas medidas del Ministerio de Economía a la que se suma la rebeldía de algunas provincias y municipios de cumplirlas.
Gobernadores e intendentes hacen su trade electoral y no van a desembolsar dinero de sus tesoros, sino que van a presionar para que el Gobierno nacional se haga cargo de los aumentos salariales generalizados. A su favor juega el escaso tiempo que quedan hasta las elecciones.
La rueda de hoy encuentra al mercado mareado porque por un lado los que están adentro se preguntan hasta cuándo durará la euforia y los que quedaron afuera no saben si es tarde para ingresar.
Fuente: Infobae
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