El artículo del periodista Hernán Guercio del diario digital La Nueva, explica los posibles alcances de un estudio científico que se realizará en nuestro Lago Epecuén
Se trata de organismos unicelulares que, debido a sus características particulares, se consideraron como una forma de vida más en el planeta. Viven en ambientes donde no podrían sobrevivir otros seres vivos.
Arqueas, un tesoro microscópico que oculta el agua del lago Epecuén
Fotos: Emmanuel Briane, Sebastián Cortés y Archivo La Nueva.
Hernán Guercio / hguercio@lanueva.com.ar
Las propiedades curativas del lago Epecuén son conocidas por todos: aguas supersalinas, que permiten combatir diversos males como afecciones reumáticas y de piel, o agotamiento psicofísico, entre otras; también existe una enorme concentración de artemia salina, un raro crustáceo que comen los flamencos australes que habitan en el espejo de agua. Lo que todavía escondía el lago eran las arqueas (o archaea).
¿Qué es eso? Son organismos unicelulares que por sus características tan particulares se consideraron como una forma de vida más en la Tierra, distinta a bacterias o el resto de seres vivos que conocemos como las plantas, animales, hongos y protozoarios.
Aunque son comunes en los ambientes terrestres y marinos, algunas se han adaptado a vivir en lugares con condiciones ambientales extremas, como altas o bajas temperaturas, elevadas concentraciones de sal o bajos PH, donde prácticamente sería imposible la supervivencia de cualquier otro ser vivo. Por esto tienen un gran potencial biotecnológico y en usos medicinales, por ejemplo.
Por ello, un grupo de investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology de Harvard), y las universidades de Barcelona, Buenos Aires y Austral, desarrollarán un estudio en el lago Epecuén durante dos años para investigar su comportamiento y la relación que establece con otros organismos de su entorno. En principio, el estudio -solventado por fondos privados- analizará la posibilidad de producir medicamentos a partir de arqueas.
“Por lo que nos explicaron, se trata de un microorganismo vivo, que en Epecuén se da en buen tamaño y cantidad -contó a La Nueva. el intendente de Adolfo Alsina, David Hirtz-. Parece que su utilización pueden dar una suerte de vuelta de tuerca al desarrollo de medicamentos y productos vinculado a la industria de los medicamentos y laboratorios”.
El proyecto de investigación tendrá al menos dos años de duración: se tomarán muestras cada tres o cuatro meses -de hecho, hace unos 15 días se hicieron las primeras-, se harán análisis y se tratará de determinar el uso que se puede dar. El interrogante es cómo hacen estos microorganismos para adaptarse y proliferar en condiciones extremas como las que ofrece el lago. Los análisis llevados a cabo fueron aprobados y permitidos por el gobierno bonaerense.
¿Lo mejor? Aunque se trata de un emprendimiento privado, las patentes que deriven del estudio pertenecerán al dueño del espejo de agua, en este caso la provincia de Buenos Aires o el distrito de Adolfo Alsina por extensión.
“En el mundo hay unas 6 mil patentes medicinales basadas en elementos naturales. Paradójicamente, en su gran mayoría por elementos que se encuentran en el hemisferio sur y desarrolladas y patentadas en el norte. Estos investigadores quieren romper con esto; es decir, no quieren venir, robar el recurso y patentarlo. Los royalties serían para la Argentina o la Provincia. Incluso, quieren que el nombre sea propio de Epecuén en caso de lograr algo”, aclaró.
La investigación no es peligrosa para la laguna
Sin problemas. El intendente David Hirtz también descartó que estos estudios, o bien una posible extracción a gran escala de arqueas a futuro, pueda representar un desgaste o un peligro para las propiedades curativas del lago Epecuén.
Prevención. “La noticia de este estudio hay que tomarla con prevención y cuidado: ni con enormes expectativas por lo que pueda significar ni por temor de lo que pueda pasar con el agua. Nos aclararon que sería algo inocuo desde el punto de vista de toma de material”, dijo.
Quiénes son. El equipo de investigación que liderará los análisis en el espejo de agua de Carhué está conformado por Javier Pedreño (MIT), Eduardo Terrado (UBA), Fernando Vilella (UBA) y Marcelo Villar (Austral).
Ni en el mar Muerto. Los investigadores también aseguraron que anteriormente se llevaron a cabo estudios similares en el mar Muerto -con condiciones de salinidad incluso superiores al lago Epecuén-, aunque allí no se encontraron rastros de estos microorganismos.
Interés. El lago Epecuén resulta de interés para la investigación por su hipersalinidad, su PH alcalino y por ser electroconductivo alto.
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