¿Podrá Patricia Bullrich? Es la pregunta que se hacen en todo Juntos por el Cambio y también en el electorado que sigue creyendo que la coalición opositora será la mejor opción para el gobierno que viene. No será fácil: contrariamente a lo que se preveía, JxC terminó como la segunda fuerza con más votos a nivel nacional (28,27%), seguido por Unión por la Patria (27,16%), pero superada por La Libertad Avanza (30%), la revelación política que amenaza con crecer en las elecciones de octubre.
El dilema para Bullrich es dónde conseguir los votos que la lleven, en principio, al balotaje. Pero también cómo evitar que los chisporroteos internos interfieran en la campaña. En su entorno miran con recelo la polémica alrededor de la oferta de Javier Milei a Mauricio Macri para que sea su “representante en el mundo” porque, en el fondo, no están de acuerdo con cierto coqueteo del ex presidente con el líder libertario. Y sucede lo mismo con la renuncia de Elisa Carrió a la candidatura al Parlasur, con la excusa de sus problemas de salud y el telón de fondo de la relación Macri-Milei.
Por eso la candidata presidencial advirtió en la intimidad a sus más estrechos colaboradores que “todo el mundo tiene que enfriar la cabeza y dejar de opinar: hay que ordenar la campaña y el que no quiere alinearse quedará afuera”. Contra Sergio Massa le resulta más sencillo enfrentarse, pero con Milei es mucho más complejo. Hay afinidad en algunas ideas, electorado en común y un Macri que hasta ahora parece más enamorado del cambio que de cualquier pertenencia partidaria. Quien desmintió cualquier acuerdo con Milei por parte del ex presidente (ausente del país por el Mundial de Bridge) fue Fernando de Andreis, uno de sus principales escuderos. “No hay ninguna posibilidad de que Mauricio acepte esa propuesta ni de que lo apoye”, dijo para poner fin a la controversia. Cuando regrese al país, Macri hablará sobre el tema y se sumará a la campaña de Bullrich
La foto de unidad que Patricia Bullrich gestó tras las PASO, con Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales y Luis Petri
Es letal para Bullrich en términos electorales si el libertario sigue dando la idea de que Macri está de su lado. Milei obtuvo 7 millones de sufragios, casi 3 millones más que la ex ministra de Seguridad. Los estrategas bullrichistas hacen números y se concentran en los relevamientos para determinar dónde captar los apoyos que necesitan para ganar. Pero desde el punto de vista político avanza una decisión de mostrar que Bullrich garantiza gobernabilidad ante las ideas radicalizadas del libertario.
Por eso se evalúa la posibilidad de que la candidata presidencial de JxC anuncie en breve el nombre de su ministro de Economía en caso de llegar a la Casa Rosada: sería Carlos Melconian, un nombre respetado por el círculo rojo y que, además, es considerado un buen comunicador. Esa última condición, aparte de sus conocimientos sobre el tema, no es menor: podría convertirse durante la campaña en el vocero de Bullrich en un tema en el que ella no es una especialista (y Milei, sí).
Melconian, el principal economista de la Fundación Mediterránea,dialogó casi dos horas por Zoom con Rodrigo Valdés, a cargo de la negociación del Fondo Monetario Internacional (FMI) con la Argentina, para explicar el programa económico que instrumentaría Bullrich si triunfa en los comicios presidenciales, además de brindar su perspectiva sobre la actual situación política y social del país.
Carlos Melconian, eje de un posible anuncio de Patricia Bullrich
Antes de esa reunión virtual, mantuvo una similar con Valdés el economista Luciano Laspina, una de las figuras del bullrichismo, de la que también participaron otros expertos en economía y finanzas que asesoran a la candidata como Guillermo Mondino, Gabriel Lopetegui y Pablo Guidotti.
Si se confirma el anuncio, sería un fuerte golpe de efecto en una etapa posterior a las PASO en la que Milei acaparó la centralidad y Bullrich, a diferencia de lo que sucedió en su competencia con Horacio Rodríguez Larreta, resignó protagonismo. “Lo primero que tenemos que hacer es no enojarnos con la gente que no nos votó y no tomar decisiones apresuradas”, afirmó a Infobae un operador bullrichista.
Los equipos de la candidata de JxC, con el aporte decisivo del consultor Derek Hampton, un discípulo de Jaime Durán Barba, se tomaron toda la semana para desmenuzar el voto de los argentinos en las PASO, provincia por provincia, ciudad por ciudad. En principio, el dato preocupante es que Juntos por el Cambio perdió en 4 de los 5 principales distritos del país en donde había ganado las últimas elecciones legislativas. Allí se dirigirán, en principio, los esfuerzos de la candidata de JxC.
Javier Milei, el sorpresivo ganador de las PASO (Foto REUTERS/Agustín Marcarian)
El otro andarivel en el que se enfocarán es en el segmento de quienes no fueron a votar. En las PASO fue a las urnas sólo el 69% del electorado, todo un récord de ausentismo en las primarias. Fue la participación electoral más baja en una elección presidencial desde que se instauraron las PASO, en 2011. El domingo votaron 1.438.897 electores menos que en 2019 y 1.419.048 menos que en 2021.
¿Cómo llegar a ese electorado que parece haber elegido no ir a las urnas como expresión de protesta? ¿Cómo evitar que Milei termine acaparando ese “voto bronca”? Hasta ahora, en el comando bullrichista decidieron priorizar la búsqueda del votante de Juntos por el Cambio que no participó de las PASO. Y, además, retener al electorado moderado que en la interna eligió a Horacio Rodríguez Larreta, otro desafío complejo porque Bullrich no quiere correrse al centro y moderarse. “Si se desperfila, o se ‘larretiza’, perdería apoyos por partida doble: los de sus propios votantes duros y los de Milei que podamos convencer”, interpretan alrededor de la jefa del PRO en uso de licencia.
Entre los colaboradores de la ex ministra de Seguridad también hay quienes opinan que deben captar el “voto blando” de Milei, es decir, ese elector que no está tan alineado con el líder libertario, pero que se decidió a apoyarlo a último momento ante la sucesión de crímenes que hubo en el conurbano antes de las PASO. Eso la obligaría a mostrarse dura, pero con sensación de gobernabilidad.
Patricia Bullrich y Néstor Grindetti, con los candidatos a intendente Soledad Martínez (Vicente López) y Ramón Lanús (San Isidro)
En el entorno más íntimo de Bullrich hay quienes le echan la culpa del segundo puesto en las PASO a Rodríguez Larreta: aseguran que ella perdió un 5% de los votos en la última semana antes de las primarias por culpa de la “campaña negativa” del larretismo, que “infló en los medios algunos supuestos errores” de la postulante presidencial, como sus polémicos dichos sobre el “blindaje”.
Otros, en cambio, apuntan a que, a pocos días de la realización de las PASO, Milei pudo capitalizar mucho mejor la indignación de la gente por el crimen de Morena Domínguez, la nena de 11 años que fue atacada por motochorros en Lanús, tragedia a la que siguieron en pocas horas el asesinato del médico Juan Carlos Cruz en Morón y luego el del jubilado Nelson Daniel Peralta en Guernica.
Los resultados de las primarias, de todas formas, no serán evaluados en el bullrichismo sólo a partir de las encuestas. Los errores de la mayoría de las consultoras, que no vaticinaron el triunfo de Milei, por ejemplo, determinaron que cualquier sondeo de opinión pública ahora se tome “con pinzas”, según describió un representante de “los halcones”. “Como se quedaron sin trabajo porque la mayoría de las encuestas las encargaban el Gobierno y Larreta, ahora nos llaman todos para ofrecernos relevamientos, pero no las queremos porque no son confiables y, además, no podemos pagarlas”, añadió. Luego del impacto por la derrota ante Bullrich, un operador estrella de Rodríguez Larreta mostró su desconsuelo ante un par bullrichista: “Manejamos 20 encuestas distintas y no vimos lo que pasó”.
Patricia Bullrich, en los festejos del búnker de Juntos por el Cambio (Foto: REUTERS/Agustín Marcarian)
Quienes asesoran a Bullrich ponen todas sus fichas a la semana que viene para que la candidata presidencial de JxC levante su perfil y salga a disputarle el centro de la escena política a Milei y a Sergio Massa. Bullrich concedió entrevistas a cuatro medios nacionales (Infobae, entre ellos), mientras que en la semana anunciaría a su ministro de Economía, tendrá una reunión para unificar los equipos técnicos propios y de Larreta y el jueves escenificará la fuerza de su candidatura en una foto con legisladores de Juntos por el Cambio (JxC) de todo el país y gobernadores electos como Ignacio Torres (Chubut), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis) y Carlos Sadir (Jujuy).
Para la semana próxima también está prevista una reunión de Bullrich con Diego Santilli, el candidato a gobernador bonaerense de Larreta, que perdió por apenas 19 mil votos la competencia interna con Néstor Grindetti, el postulante bullrichista. Ambos ya hablaron después del domingo de las PASO y el postulante larretista se puso a disposición de ella: “Hago lo que necesites”, le dijo.
Patricia Bullrich necesita los votos de Horacio Rodríguez Larreta para ganar las elecciones (Foto: REUTERS/Agustín Marcarian)
Dentro de sus planes para ganar las elecciones, la provincia de Buenos Aires es un territorio decisivo y Bullrich sabe que no puede desaprovechar el despliegue de “El Colo” en el distrito. Referentes del santillismo explican por qué su ayuda puede ser clave para ayudar a que JxC gane en la provincia: “La distancia entre Néstor y Diego fue sólo de un 0,2% -afirman-. Grindetti ganó la Segunda, Tercera, Cuarta, Quinta y Sexta Sección Electoral, pero Santilli triunfó en la Primera, Séptima y Octava. Grindetti sacó 132 mil votos menos que Bullrich. Y Santilli obtuvo 180 mil votos más que Larreta”.
Los santillistas se sumarán al equipo provincial de Bullrich, liderado por Grindetti, a quien secundan Cristian Ritondo, primer candidato a diputado nacional por el distrito; Maximiliano Abad, jefe de la UCR de la provincia y candidato a senador nacional, y Sebastián García de Luca, dirigente alineado con Emilio Monzó que fue el armador bullrichista en el territorio bonaerense.
Bullrich recalcula su estrategia electoral, pero está confiada en su triunfo. Tiene en mente la milagrosa remontada de votos que logró Macri en 2019, cuando en los comicios generales mejoró en 2,7 millones de sufragios la elección que había hecho en las PASO: del 33,1% pasó al 40,3%. Fueron, en total, 10,4 millones de votos, 2 millones menos que los alcanzados por Alberto Fernández. Ahora, Bullrich apuesta a conseguir una hazaña similar que la deje en forma directa en la Casa Rosada.
Fuente: INFOBAE
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