El Fondo Monetario Internacional inició en las últimas horas su receso de verano en los Estados Unidos y retomará su actividad en la segunda quincena del mes, después de las elecciones primarias presidenciales y con el programa argentino como uno de los temas en el tope de su agenda: el organismo espera una serie de señales por parte del Gobierno para habilitar el desembolso de USD 7.500 millones que alimenten las reservas.
Ese envío de divisas es la sumatoria del giro de fondos que estaba previsto en la hoja de ruta original para junio y para septiembre, de manera combinada. No estará atado al cumplimiento de metas cuantitivativas de reservas y déficit, que sí mantendrán objetivos condicionales para fin de año, pero el Fondo Monetario aguarda medidas puntuales en términos cambiario y gasto público, como paso previo a que el board dé el respaldo final al consenso técnico anunciado el viernes.
El receso estival implicará para el organismo que no habrá actividad formal del directorio hasta el 11 de agosto inclusive. De esa manera, reabrirá su agenda a partir del lunes 14, al día siguiente de que en la Argentina se hayan celebrado las PASO. El sitio web del FMI no registraba en el calendario de reuniones oficiales previstas actividad para la segunda quincena del mes. Según explicaron a Infobae desde Washington, la clausura de la actividad solo alcanza al directorio, por lo que el staff técnico continuará trabajando en las próximas semanas, en las que deberá darle forma final del staff report que refleje todo lo discutido con el Gobierno argentino en los últimos meses y que será elevado a los directores.
El receso estival implicará para el organismo que no habrá actividad formal del directorio hasta el lunes 14, al día siguiente de que en la Argentina se hayan celebrado las PASO
Alguna lectura en el mercado asevera que el organismo dejó abierta la puerta a una reconsideración del envío de los desembolsos, y que ese giro de dólares podría no ser tan lineal sino que dependerá de los movimientos de política económica que muestre el Poder Ejecutivo hasta la reunión del board. Algunas de esas expresiones de deseo quedaron plasmadas en el comunicado del staff.
“El acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas”, mencionó al respecto el comunicado del FMI del viernes. Entre esas acciones nombró el “fortalecimiento y la armonización del régimen cambiario”, un ajuste a la tasa de crawling peg (devaluación del dólar oficial) destinado a “preservar la competitividad y respaldar los objetivos de acumulación de reservas”, tasas de interés “suficientemente positivas en términos reales”, una intervención en los mercados del dólar paralelo y de futuros “centradas en abordar situaciones de condiciones desordenadas”, entre las medidas de política monetaria.
En lo fiscal, el Fondo reclamó “mayor endurecimiento de la política fiscal en el segundo semestre de este año”. Por el lado del gasto, el FMI planteó que “siguen siendo necesarios esfuerzos para contener el crecimiento de la masa salarial, actualizar las tarifas de energía para reflejar mejor los cambios en los costos de producción, mejorando al mismo tiempo la progresividad del sistema; y fortalecer los controles de gasto a través de una asistencia social mejor focalizada y una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales”.
Para la consultora PxQ, por ejemplo, esa particularidad sugerir a que el desembolso no llegue según qué políticas tome el Gobierno es “algo no común en los procedimientos del FMI”. “Nuestra hipótesis es que el organismo está dejando la puerta abierta para poder interrumpir los desembolsos si el resultado de la elección primaria es sustantivamente desfavorable para el Gobierno o si las condiciones económicas se complican aún más”, aseguró.
Fundación Capital, por su lado, apuntó que “la aprobación del directorio y el desembolso siguiente estarían sujetos a la ejecución de un ‘conjunto secuenciado de medidas para reconstruir las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal’. De esta forma, resulta probable que se anuncien nuevas medidas post elecciones primarias. El potencial desembolso sería de unos USD 7.387 millones, juntándose los USD 4.000 millones demorados de junio y los USD 3.387 millones pautados inicialmente para septiembre”.
Otras fuentes del mercado consideraron que “más allá del comunicado, el organismo se guarda la carta para definir el desembolso” que dependerá “de que la Argentina siga implementando un paquete secuencial de medidas”.
Por el contrario, la consultora Sarandí planteó que el acuerdo de staff, “resuelve los desembolsos remanentes y pavimenta el camino para anclar las expectativas de cara a los meses más tensos en el plano interno. Después del receso de agosto será aprobado por el Directorio y, a pesar de ciertas suspicacias que se plantearon a nivel local, el Ministerio de Economía no tiene dudas que el deal ya está cerrado, independientemente del resultado de agosto”, mencionaron.
Sergio Massa anunció un esquema especial para el pago de vencimientos de deuda con el FMI al no contar con desembolsos
Queda abierta la incógnita sobre qué actitud tomará el Fondo Monetario según el resultado de las elecciones. Como antecedente: tras las PASO de 2019, en la que Alberto Fernández se impuso por más de 15 puntos de diferencia a Mauricio Macri, el FMI se reunió con el ganador dos semanas después de los comicios. Y, además, interrumpió los desembolsos.
Por lo pronto, este lunes el Gobierno activó una ingeniería para afrontar los pagos al Fondo Monetario que caen esta semana. Sergio Massa anticipó que el Gobierno chino aprobó una extensión en el uso de la libre disponibilidad para el segundo tramo de USD 5.000 millones, de los cuales una parte deberá ser utilizada este lunes y otra, el viernes para el resto de los pagos de vencimientos.
Alguna lectura en el mercado asevera que el organismo dejó abierta la puerta a una reconsideración del envío de los desembolsos, y que ese giro de dólares podría no ser tan lineal sino que dependerá de los movimientos de política económica
Eso sucede porque las obligaciones de pago de esta semana están partidos en tres. El martes habrá otros USD 56 millones por intereses y el viernes, una última instancia por otros USD 770 millones. Según aseguraron fuentes oficiales, “ese día se anunciará el esquema con el que se pagarán esos vencimientos”. Ingresarían en la ecuación nuevamente los yuanes y, según trascendió, con un peso menor, otro crédito puente del Banco de Basilea.
Por la tarde el Poder Ejecutivo publicó un suplemento del Boletín Oficial con la emisión de una letra en dólares a ser adquirida por el BCRA por USD 2.700 millones para hacer frente a los pagos. Esas divisas, plantea el decreto, “solo podrán aplicarse al pago de obligaciones de deuda denominadas en moneda extranjera”. Además, facultó al Poder Ejecutivo a instrumentar un depósito a plazo fijo por parte de la CAF, por USD 1.000 millones.
La dinámica prevista indica que una vez que el Fondo Monetario envíe los desembolsos previstos para agosto, el Gobierno devolverá el préstamo con la CAF y destinará el resto a reservas, con lo que tapará el “agujero” que quedará por el uso de yuanes con destino a Washington. “Con la plata que manda el FMI, le devolvés a CAF lo que te adelantó y el resto van a reservas”, aseguraron desde un despacho oficial.
Fuente: Infobae
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