“La Argentina va a acordar con el Fondo”, dijo ayer el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, en un acto en San Martín.
Rápido, agregó que ese nuevo acuerdo que negocia con el organismo que preside la búlgara Kristalina Georgieva se hará “defendiendo la idea de país de desarrollo con inclusión. No vamos a resignar nuestra capacidad soberana y tampoco vamos a rendirnos al altar del ajuste fiscal. El rol del Estado es fundamental”. Y enfatizó: “Para dejarlo claro: estamos dialogando, estamos negociando, estamos cerquita de dejar cerrado el 2023 y tener un acuerdo, pero lo hacemos sobre la base de defender una idea de país”.
Massa no habló del dato de inflación de ayer, 6 por ciento para de junio, aunque sí se refirió, de manera a breve y tangencialmente, a la suba del dólar libre, hace dos días en récord por sobre los 500 pesos, al apuntar a “aquellos que agitan temores, que meten pánico porque en la especulación le ganan algún pesito a la gente”.
Las negociaciones con el FMI son frenéticas y la tensión es indisimulable: la reformulación del acuerdo vigente, que ambas partes coincidieron necesario realizar por el tremendo impacto de la sequía en los números de la economía local, tendría que haberse cerrado hace semanas. Una imagen grafica el escenario: “Madcur, Cleri y Rubinstein ya cambiaron varias veces los pasajes”, aseguran en el Palacio de Hacienda. La referencia es para el viceministro Gabriel Rubinstein, el jefe de asesores Leonardo Madcur y el vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri,las cabezas del equipo técnico que amaga casi a diario con subirse al avión para volar a Washington.
Massa repite desde hace tiempo que no va a permitir que sus funcionarios viajen sin el acuerdo técnico cerrado: dice, directamente, que no los quiere de “rehenes” en DC. Como adelantó Infobae, en Economía aseguran que el capítulo de los desembolsos está cerrado y que la discusión es ahora por el déficit fiscal. “Massa está plantado en 1,9 puntos. Eso es lo que está en discusión”, dijeron el miércoles cerca del ministro.
El desembolso, si todo sigue como se habló en los últimos zooms, será de USD 6.000 millones y se trabaja, en medio de una danza de cifras, versiones e idas y vueltas, para cerrar el convenio técnico la semana que viene. Como sea, todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Una vez listo el staff level agreement entre los técnicos de ambas partes, la propuesta tendrá que ser aprobada por el board del organismo. Massa quiere un único acuerdo hasta fin de año y sin ninguna revisión. ¿Además de la puja por el déficit, el FMI pedirá una devaluación? Es otra de las dudas que persiste… y que en Economía niegan enfáticamente.
Massa y su equipo con Gita Gopinath, la segunda del FMI
Como parte de la discusión, el ministro intensificó sus contactos con la Casa Blanca en las últimas horas: es conocida su buena relación con funcionarios de primera línea, cómo el senador demócrata Bob Menéndez; Juan González, el hombre de confianza de Joe Biden para América Latina; y Mike Pyle, vice asesor del Consejo de Seguridad Nacional, entre otros. Biden prometió ayuda, habló de un “puente” para la Argentina.
El presidente Alberto Fernández también tendría un rol importante para garantizarse el apoyo del G7 dentro del directorio del FMI. Tiene en agenda hablar con Emmanuel Macron, su par de Francia; con Olaf Scholz, canciller alemán; y con Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia. A algunos de ellos los verá la semana próxima en Bruselas, Bélgica, en la cumbre Celac-Unión Europea.
China
Massa no descarta la vía china. Ayer por la mañana, en su habitual conferencia de prensa, la vocera del FMI, Julie Kozack, desmintió una versión que indicaba que China había presionado a través de un mensaje escrito por medio de su representante en el directorio para lograr un rápido acuerdo. Fue tajante: “No existe esa carta”. En Economía coinciden: “No hubo carta, es verdad. Pero la posición de China con respecto al fuerte apoyo al país ya fue planteado por el director en el organismo [Zhengxim Zhang]; y está claro que podemos pagarle al Fondo con yuanes, de hecho, lo hicimos la última vez”.
Según pudo saber este medio, en un contexto de reservas cada vez más magras, Economía ya le pidió al Banco Central que active el mecanismo de ampliación del swap de monedas entre ambas naciones. Se lo hará por el equivalente a USD 10.000 millones y, de tener éxito la gestión, las reservas brutas crecerían en ese monto. El Banco Central, por su parte, se lo tiene que solicitar al Banco Popular de China y no se descarta la posibilidad de que el presidente Fernández se comunique, posiblemente por medio de una carta formal, con su par Xi Jinping.
Al mismo tiempo, en una gestión paralela, también se pidió la activación de un segundo tramo del swap por el equivalente a USD 5.000 millones para que sea utilizados en el pago de importaciones y la intervención en el mercado cambiario. Del primer tramo de USD 5.000 millones, según estimaciones privadas, ya se utilizaron USD 3.000 millones, entre otros fines para pagarle al FMI en el final de junio.
Ayer en San Martín además de confirmar que va a cerrar con el FMI, Massa activó el “modo campaña ON” y criticó, sin dar nombres, a economistas de la oposición. “Les voy a contar una intimidad: un funcionario del Fondo en un zoom de la mañana me contaba que hubo economistas de la oposición que en los últimos días se comunicaron y les decían ‘no les den nada’, ‘pídanle todo’, ‘exíjanles al máximo’, ‘esto tiene que estallar’”, destacó.
“Qué poco patriotas son tus colegas de la oposición”, afirmó que le dijo el funcionario del FMI desde DC, pantalla mediante. Después, seguramente, volvieron a la discusión por el programa. La misma que está “cerquita” de cerrarse, como dijo ayer, otra vez, el ministro-candidato.
Fuente: Infobae
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