El Gobierno aumenta la deuda bajo legislación nacional, pero no logra disminuir los pagos en divisas

FOTO DE ARCHIVO. Imagen de ilustración con representaciones de criptodivisas. 10 de agosto de 2022. REUTERS/Dado Ruvic

En el quinto mes 2023, el stock de deuda bruta interna y externa de la Administración Central -no incluye provincias, municipios, ni empresas públicas y organismos descentralizados- ascendió a un monto total equivalente a USD 398.832 millones, de los cuales 34% es pagadero en moneda local y el 66% restante en moneda extranjera, según datos de la Secretaría de Finanzas, a cargo de Eduardo Setti. Un año antes la participación de los pagos de las obligaciones era de 31% y 69%, en pesos y divisas, respectivamente.

Sin embargo, el informe oficial da cuenta de que en términos de legislación a la que están sometidos esos compromisos en caso de litigio -principalmente por incumplimiento de los términos de emisión y de pago de los servicios de intereses y capital en tiempo y forma, como de canjes forzosos- en el promedio de los primeros 5 meses de 2023 esas proporciones virtualmente se invierten: 62,2% estaban sujetos a tribunales locales y 37,8% a extranjeros.

Justamente, una de las prioridades que se fijó el primer ministro de Economía de Alberto Fernández –Martín Guzmán– fue el de reducir la relevancia de la deuda externa, la cual había alcanzado picos de más de 44% al fin del gobierno de Mauricio Macri, con Cambiemos, tras haber heredado una ponderación de 28% de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner -una de la más baja de la serie histórica-.

La motivación oficial, que se mantuvo desde agosto 2022 cuando asume la conducción de Economía, Sergio Massa, es que la reducción del peso de la deuda externa le permitiría a la Argentina contar con mayor grado de libertad y autonomía para honrar los compromisos con moneda nacional, principalmente a través de la colocación de bonos locales entre inversores institucionales, como la Anses, compañías de seguros, fondos comunes de inversión, y bancos, principalmente, y descomprimir las presiones sobre la debilitada posición de reservas netas propias del Banco Central.

Pero la realidad mostró el movimiento inverso al descripto, en términos de los pagos de capital como de intereses.

Una de las prioridades que se fijó el primer ministro de Economía de Alberto Fernández -Martín Guzmán- fue el de reducir la relevancia de la deuda externa

El total de activos externos del BCRA propios y de libre disponibilidad ingresó en terreno negativo en febrero 2023 si se considera líquido las tenencias de oro por el equivalente de USD 3.900 millones, y desde el inicio del 2022 si no se toma ese recurso porque por las características de la transacción -venta o caución- se estima puede demorar más de dos meses, por eso nunca se lo ha utilizado como instrumento de regulación del mercado de cambios.

En el primer caso, a partir de datos del balance de la entidad, se estiman reservas netas líquidas propias negativas en unos USD 6.300 millones, y en el segundo el rojo se amplía a más de USD 10.000 millones.

La estadística mensual de la Secretaría de Finanzas reveló que de representar la amortización y cancelación de los compromisos bajo legislación nacional un pico de 92,1% en el primer año de la pandemia de Covid-19 -venía de 45,3% en 2019, inició un sostenido proceso de disminución relativa, hasta 71,2% en 2022 y se mantuvo en ese rango en el promedio de los primeros cinco meses del corriente año.

En valores absolutos, los pagos de capital en pesos equivalente en dólares pasaron de 37.820 millones en 2020 hasta un máximo de 55.422 millones en 2022 y 21.035 millones en el acumulado de enero a mayor últimos.

Los pagos de capital en pesos equivalente en dólares pasaron de representar 92,1% en 2020 a 72% en el corriente año

Por el contrario, las obligaciones sometidas a legislación extranjera que habían sumado apenas USD 2.766 millones en 2020 y USD 6.518 millones el año siguiente, se elevaron a USD 19.428 millones en 2022, y en los primeros cinco meses de 2023 acumula USD 9.967 millones, menos de la mitad de la regulada por tribunales argentinos. En términos relativos, pasó de un mínimo de 7,9% del total en 2020 a más de 28% desde el último año.

Un movimiento similar se observó en el caso del pago de intereses: disminuye aceleradamente la correspondiente a la deuda interna, desde un máximo promedio de 64,5% del total en 2021 a 30% en la actualidad, por efecto principalmente del componente predominantemente fijo; y crece el de la deuda externa, fundamentalmente por estar concentrada a tasa variable, principalmente la asumida desde mediados de 2018 con el Fondo Monetario Internacional.

Justamente, el efecto de la suba de la tasa de interés internacional, tanto de la Reserva Federal de los EEUU, como de la mayor parte de los bancos centrales de los países desarrollados, explica mayormente que el cargo de los servicios de la deuda bajo legislación extranjera se elevara de un mínimo de 35,6% en 2021 a casi 70% en la actualidad.

De ahí, que la estrategia de acudir a reiterados canjes de deuda, tanto para estirar los términos de vencimiento -muy concentrados en el corto plazo- como para reducir el peso de los compromisos bajo legislación extranjera, no ha sido suficiente para descomprimir las presiones sobre las muy debilitadas reservas en divisas del Banco Central.

Por tanto, coinciden muchos economistas, no se trata de cambiar la estructura de la deuda de la Administración Central, sino, fundamentalmente, de ordenar la macroeconomía, con cuentas fiscales y monetarias consistentes con una estrategia de estabilización de los precios y de generar condiciones genuinas de crecimiento sostenido de la actividad, donde la apertura al resto del mundo debiera ser un objetivo para generar reservas netas en el Banco Central, a través del superávit del intercambio comercial, y mejores condiciones generales de financiamiento, en plazos, montos y tasas, con menos sobrecargos que los actuales -más de 2.200 puntos básicos, 22% anual en dólares, que marca el índice de riesgo país-.

Vencimientos inmediatos

“Si se tienen en cuenta los resultados del canje y de la primera licitación de junio, los vencimientos de deuda estimados para junio totalizan el equivalente a USD 10.872 millones, incluyendo la deuda en cartera de organismos del Sector Público Nacional. Los vencimientos en moneda local se estiman en $1.956.571 millones, entre los que se destacan los pagos de Lecer X16J3 por $395.992 millones (equivalentes a USD 1.579 millones), de Ledes S30J3 por $322.218 millones (equivalentes a USD 1.293 millones). En moneda extranjera, sobresalen los pagos de capital al FMI por USD 2.674 millones, aproximadamente”, destaca un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso.

En tanto, para los últimos siete meses de 2023 -sin considerar los vencimientos de Adelantos Transitorios, letras intransferibles del BCRA y los títulos no negociables en el mercado suscriptos por organismos públicos- la OPC estimó que el monto total asciende al equivalente de USD 33.502 millones, de los cuales USD 14.621 millones son pagaderos en moneda extranjera, aunque como ha ocurrido en los últimos años, en contrapartida se registrarán operaciones de financiamiento por un monto algo mayor, principalmente por la persistencia de un alto déficit fiscal financiero.

Fuente: Infobae

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