Las acciones argentinas continuaron con su gran racha alcista en el arranque de la corta semana financiera, lo que impulsó al índice Merval a otra fuerte suba. En el año el mercado porteño acumula un aumento de nada menos que 112%, mientras que el dólar subió 40% en el mismo lapso. La pregunta inevitable a estas alturas es hasta dónde puede llegar este rally, que en alguna medida había sido anticipado, aunque no con semejante profundidad.
En el horizonte de los inversores aparecen las PASO como próxima estación para medir la temperatura del mercado. Las elecciones primarias marcaron un antes y un después hace cuatro años, luego de la contundente victoria de Alberto Fernández, que marcó el retorno del kirchnerismo al poder pocos meses después.
Con este antecedente, es inevitable que el 13 de agosto sea la próxima fecha que determinará si este espectacular rally del mercado local no solo es sostenible, sino incluso si puede acelerarse.
Los últimos resultados en las elecciones provinciales y las encuestas parecen darle la razón a los que apostaron por una fuerte recuperación del mercado. Los comicios que se fueron sucediendo hasta ahora marcaron cierta debilidad de los candidatos kirchneristas, algo bien recibido por los inversores. También parece haber llegado a un techo Javier Milei, cuyo crecimiento en intención de voto fue en desmedro de Juntos por el Cambio.
Claro que es probable que el resultado de las PASO no tenga la contundencia de hace cuatro años. Como ahora los votos estarán más atomizados, lo más probable es que haya que esperar por lo menos hasta octubre para tener un mayor grado de certeza sobre quién llegará a la Presidencia.
En los últimos días quedó además mucho más claro que se está produciendo un claro “trade electoral”, en el que los inversores apuestan a un cambio de ciclo político. En estas dos jornadas hábiles de esta semana Wall Street cotizó en baja, mientras que los papeles argentinos literalmente volaron. Solo ayer el índice Merval subió un 5% y las acciones bancarias ganan 50% en dólares desde el inicio de junio.
Los candidatos de la oposición, por otra parte, tienen un discurso coincidente sobre los primeros pasos que están dispuestos a dar en caso de llegar a Casa Rosada. El primero es avanzar con la eliminación del déficit fiscal, sin aumento de impuestos y reduciendo el peso del Estado. Luego aparece la eliminación del cepo y la unificación del tipo de cambio. Luciano Laspina, economista de referencia de Patricia Bullrich, habla incluso de prohibir el control de cambios por ley, a través de una modificación de la Carta Orgánica del Banco Central.
Los principales candidatos opositores coinciden en la necesidad de ir rápidamente a un equilibrio fiscal y de eliminar el cepo cambiario en los primeros meses de la próxima gestión. Se trata de un rumbo que entusiasma a los inversores, que además perciben que el kirchnerismo está cada vez más debilitado
Los bonos también se sumaron a esta gran euforia y empezaron a recuperar el terreno que habían perdido en los últimos meses. El AL30, uno de los más negociados, superó los USD 26, mientras que el GL30 -el mismo título emitido bajo legislación neoyorquina- rozó los USD 30. Los traders locales venían anticipando largamente esta recuperación, ya que la deuda local estaba artificialmente deprimida por la intervención del Gobierno en el mercado de bonos.
En un segundo plano de preocupación para los inversores aparece la negociación de Sergio Massa ante el FMI para llegar a un nuevo acuerdo y conseguir en forma adelantada los desembolsos programados hasta fin de año. El ministro de Economía aspira a sostener el poder de fuego para intervenir en el mercado cambiario y evitar que la brecha cambiaria no se dispare.
Lo consiguió en mayo y en lo que va de junio, por lo cual la inflación mostró moderados síntomas de desaceleración. Éste es uno de los argumentos que se está discutiendo con el staff del FMI, que tiene resistencia a aceptar que los futuros préstamos sean en parte utilizados para hacer frente a la dolarización de carteras típica de los períodos preelectorales.
Fuente: Infobae
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