El Banco Central de la República Argentina (BCRA) inició ayer la distribución del nuevo billete de 2.000 pesos, el cual pasó a ser el papel moneda con la nominalidad más alta de la economía argentina, a cinco años del lanzamiento del billete de 1.000 pesos.
Entre las características del nuevo papel en circulación, la entidad monetaria destacó que se trata de un “billete conmemorativo con la imagen del Instituto Malbrán, de la Dra. Cecilia Grierson y el Dr. Ramón Carrillo, precursores en el desarrollo de la medicina en nuestro país”, de acuerdo con un comunicado emitido el lunes.
Tras habilitar la distribución del billete de 2.000 pesos, el BCRA alertó cómo identificarlo por su diseño, además de las medidas de seguridad a tener en cuenta para evitar ser víctima de estafas por papeles falsos.
“El nuevo billete conmemorativo legal, que integra la actual Línea Peso, se distingue de las otras denominaciones por presentar como colores predominantes tonos de gris oscuro y rosado, con los retratos de Grierson y Carrillo en el anverso, mientras que en el reverso se representa al edificio del Instituto Nacional de Microbiología Dr. Carlos G. Malbrán, en homenaje a la ciencia y a la Salud Pública en la Argentina”, informó la entidad oficial.
Se trata de un diseño que ya existía con anterioridad y que el Gobierno decidió utilizar para acortar los tiempos de su puesta en circulación, diseñado entre el Banco Central en colaboración con Casa de la Moneda Argentina.
“El billete conmemorativo de 2000 pesos cuenta con estrictas medidas de seguridad. Entre ellas, se destacan la marca de agua que reproduce las imágenes de Ramón Carrillo y Cecilia Grierson y la tinta de variabilidad óptica que cambia de color, con un efecto dinámico tridimensional. Además, presenta microimpresiones, imagen latente, motivo de complementación frente-dorso y tintas magnéticas, infrarrojas y luminiscentes”, indicó la autoridad monetaria que preside Miguel Pesce.
“Respecto a las facilidades para personas con ceguera, incorpora un nuevo código de identificación con relieve perceptible al tacto”, comunicó el Banco Central.
La producción de los nuevos billetes no se efectuará en nuestro país en su totalidad, sino que parte de ésta fue encargada a Casas de la Moneda de Brasil, China y España.
La entidad monetaria no informó cuál es la cantidad total de billetes que imprimirá ni tampoco de los que serán importados. Los primeros billetes traídos desde los tres países mencionados llegarían a la Argentina en septiembre, en un proceso que continuará hasta abril del año próximo.
La primera tanda de billetes fue utilizada por los bancos para realizar pruebas en los cajeros automáticos, cuyos sistemas, por cuestiones de seguridad, debieron ser adaptados para trabajar un papel con nueva denominación. La puesta en circulación de este billete representará un cambio en la carga logística que afrontan empresas que a diario manejan altos volúmenes de efectivo.
La última vez que la autoridad monetaria había decidido emitir un billete de nueva denominación había sido en diciembre de 2017, cuando salió a la calle el papel de 1000 pesos con imágenes del hornero, el ave nacional argentina. Los billetes de 500 y 200, por su parte, habían comenzado a circular en 2016.
Según datos del BCRA al 2 de febrero de este año, hay en circulación 489,2 millones de papeles de $ 10; 407,3 de $ 20; los de $ 50 son 191,4 millones, los de $ 100 suman 2.055,8 millones en total, los de $ 500 son 487,7 millones y los de $ 1.000, 1.346,7 millones. En total, hay 7.993 millones de billetes en la calle.
“La forma en que las personas realizan los pagos en nuestro país viene experimentando un importante cambio hacia un mayor uso de los medios electrónicos, un proceso que ha sido potenciado de forma decidida por el BCRA a través de medidas y programas innovadores y de gran impacto, como Transferencias 3.0″, señaló el BCRA.
Si bien al momento del anuncio de este nuevo billete, en febrero pasado, se había barajado la posibilidad de adoptar también uno de 5.000 pesos, por ahora esa posibilidad parece descartada en el corto plazo.
“Mientras avanza el proceso de digitalización de los pagos, este billete de mayor denominación permitirá mejorar el funcionamiento de los cajeros automáticos y al mismo tiempo optimizar el traslado del efectivo”, concluyó la autoridad monetaria.
Fuente: La nueva
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