Fuente: www.infobae.com
El trigo fue uno de los cultivos más afectados por la actual sequía. Expectativa por la futura campaña. (REUTERS/Agustin Marcarian)
La sequía sigue siendo el principal problema del campo argentino, con vastísimas zonas que todavía muestran un muy marcado déficit hídrico y que esperan lluvias de magnitud para poder revertirlo, pero en algunas regiones del área productiva la falta de agua está empezando a quedar atrás con una progresiva vuelta a la normalidad. Es el caso de parte del centro y el sur de la provincia de Buenos Aires, donde las últimas precipitaciones permitieron recomponer el perfil de humedad en los suelos.
Según el último Informe Agrometeorológico Semanal elaborado por el Instituto del Clima y Agua del INTA se informó que “las lluvias de la semana recargaron el perfil de suelo en el centro-sur de Buenos Aires alcanzando valores cercanos al máximo de agua útil”. En este sentido, el trabajo especificó que en el centro-este y sur del territorio bonaerense “se registran los máximos niveles del país con valores entre el 70-100%”, lo que básicamente implica una recomposición de la humedad en los suelos de la región.
“No estamos en sequía”, marcaron a Infobae desde el Área de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (BCP). Según los datos de la Red de Estaciones Meteorológicas de la entidad los valores mensuales de precipitaciones en el primer trimestre del año vienen ubicándose por encima de los promedios históricos,
“Afortunadamente, la región viene con una situación distinta a lo que sucedió en la zona núcleo. Tuvimos un enero muy llovedor con 90 milímetros contra 65 milímetros que es el promedio histórico para el mes, mientras que en febrero llovió 65 milímetros contra los 62 milímetros del promedio. Por ahora en marzo ya llevamos 113 milímetros con las precipitaciones de este fin de semana, donde se registraron acumulados que llegaron a los 170 milímetros, mientras que las precipitaciones mensuales suelen ser de 81 milímetros”, expresaron desde la BCP.
Detalle de precipitaciones. (Fuente: Red de Estaciones Meteorológicas de la BCP)
Cabe mencionar que en el sur de la provincia el golpe de la sequía no se sintió con la misma fuerza que en el resto del área agrícola nacional. De hecho, en un radio de 150 kilómetros a la redonda de Bahía Blanca se obtuvo una buena cosecha de trigo, mientras que los cultivos como maíz, soja y girasol se encuentran en buen estado. El impacto de la falta de lluvias se sintió más hacia el centro de la provincia, en partidos como Coronel Pringles, Coronel Suárez, Adolfo Alsina, Guaminí, Coronel Dorrego y otras zonas con buen potencial agrícola, marcaron desde la entidad.
Trigo
Lo cierto es que este volumen de agua es vital para la próxima campaña de trigo, sobre todo teniendo en cuenta la importancia del sur bonaerense en la producción del cereal. “Estos 113 milímetros acumulados en marzo están cargando los perfiles y ya no vienen las temperaturas extremas, por lo que se entiende que todo lo que el suelo almacene puede ser aprovechable para la siembra de fina. Estas lluvias son siempre alentadoras para empezar la campaña triguera de la mejor forma”, marcaron desde la BCP.
En la misma línea, el jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Cristian Russo, sostuvo que “en el sur de Buenos Aires la sequía se terminó, pero también es lógico, porque fue una de las zonas menos castigadas por la falta de agua. Siempre hubo una lluvia más y cuando entraron los frentes fueron más efectivos en esa zona”, indicó.
En este sentido, Russo comentó que “toda la región Pampeana estuvo afectada, pero hubo zonas que menos, como lo fue el sur y sudeste de la provincia y si bien los rindes en esa región estuvieron por debajo de lo normal, no tenían nada que ver con el nivel del daño que hubo en otros lados. Siempre tuvo un plus de agua”.
Mapa con el agua útil en los suelos. (Instituto de Clima y Agua)
Es por eso que Russo considera que “se dio una vuelta de página respecto a la sequía en el sur de Buenos Aires y empiezan a juntarse milímetros para la siembra de trigo. No es que todavía haya condiciones adecuada de siembra, sino que todo se encamina a eso. Hay que tener en cuenta que el productor chiquito va a hacer trigo como sea, porque está desesperado, pero los medianos y grandes la van a pensar un poco más y para hacer una siembra racional va a ver si tiene 200 milímetros en el suelo”.
Centro y norte
Pero el sur de Buenos Aires, hasta el momento, es la única región del área agrícola argentina que puede no es considerada bajo sequía, ya que el centro y el norte del país se encuentran con niveles de agua muy por debajo de lo normal. Si bien en las provincias septentrionales el nivel de agua útil creció hasta el 500% y 60%, en el resto de la región pampeana ese porcentaje no llega al 10%, según marcó el informe del INTA.
En este sentido, Russo indicó que “en el centro del país hubo una sequía muy fuerte y en muchos lugares los suelos quedaron vacíos de agua. Fue algo inédito que hayamos tenido una campaña donde se acabó por completo el perfil de humedad en los suelos. Hay que estar atento a los próximos milímetros, porque está faltando agua para volver a recargar las napas, volver a tener agua entre el primer y segundo metro. Faltaron 950 milímetros en gran parte de la región Pampeana”.
Detalle de las últimas lluvias en la región núcleo. (Bolsa de Comercio de Rosario)
En la misma línea, el climatólogo Leonardo De Benedictis expresó que “en la zona agrícola central, a pesar de que está lloviendo de una manera muy importante en estos días con registros de 70 a 80 milímetros, todavía hay un déficit hídrico muy importante. Hay que acordarse que en los últimos tres años se perdió uno entero de lluvia, así que por más que llueva esta semana no se va a solucionar. Para empezar a hablar de la recarga de perfiles se necesitan más de 200 milímetros. Hoy hay muchas lagunas que están secas, muchos ríos bajos. Es bastante grave la situación, pero sí puede haber un punto de inflexión en el cual ahora las cosas empiecen a mejorar, pero no se puede hablar del final de la sequía”.
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