Si de alguna manera pudiéramos cambiar algo de lo que cotidianamente nos rodea, ¿Qué cambiaríamos?
En lo personal, reflexiono a diario sobre esta cuestión y en resumidas cuentas, lo único que propondría cambiar es el mal humor.
Los argentinos somos seres bendecidos de vivir en una tierra generosa, exuberante, plena de recursos y también de culturas. Hemos transitado ya casi dos siglos sin guerras devastadoras en el territorio, (exceptuando ladel Atlántico Sur que tanto dolor dejó). Pero nos sirvió sacarnos definitivamente de encima las dictaduras que asolaron durante casi todo el siglo pasado nuestra existencia.
Hemos aprendido, mal o bien a vivir en democracia, con sus virtudes maravillosas y sus defectos oscuros.
Los argentinos tenemos que ponernos la meta de ser felices porque no es inalcanzable… la mezcla de nuestras culturas nos ha permitido convivir sin demasiados resquemores y la discriminación que en otros lugares del mundo alimenta odios ancestrales, acá es un conjunto de anécdotas que bien podrían superarse con más educación.
Sólo nos resta cerrar algunas deudas sociales con nuestros niños, ancianos y desocupados… no es tampoco imposible, con más solidaridad y mejores ideas, con argentinos honestos en el poder y las funciones públicas y privadas, se lograría rápidamente.
No estamos tan lejos de la felicidad, pero si estamos lejos de aquel mundo soberbio y egoísta que se debate en guerras absurdas.
Porqué no ser Felices?
DOMINGO SAN ROMAN
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