
Es una extraña mezcla de sensaciones la que vivimos por estas horas. El mundo entero se muestra preocupado y alerta por los embates de la nueva cepa Ömicron que arrasa diferentes países con cifras que son aterrradoras. Mas de un millón de infectados en los EEUU y casi toda Europa regresando a las restricciones.
Sin embargo en nuestro país parece no importar casi nada, a nadie que crezca exponencialmente la cantidad de contagiados, de unos pocos miles a más de 80 mil.
Es casi un sin sentido haber atravesado larguísimos meses encerrados y detenidos en el tiempo, destruyendo la economía y comiéndonos la cabeza sin que hubiera ingresado aún la pandemia, y ahora que llega la cepa más virulenta nos deshacemos de todos los cuidados y dejamos que circule libremente entre nosotros.
Algunos científicos dicen que este será el fin de la pandemia, pero ya hemos escuchado premoniciones de todo tipo y la mayoría han sido fallidas.
Entonces la pregunta es… que pasará si la cepa ómicron empeora sus condiciones? … alguien esté en condiciones de decir que ocurrirá en el comienzo del próximo invierno?
Por ahora tanto el estado como la sociedad en su conjunto parecen ausentes en materia de control y de responsabilidades.
Ojalá se cumplan los deseos de algunos y este sea el final de la horrible pandemia… y si no es así pidamos a Dios que Argentina no se vuelva a convertir en récord trágico.
DOMINGO SAN ROMAN
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