Entrevista realizada al piloto Luciano Vallejos puntero del campeonato Estival de Midget 2017/18

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com

El bautismo triunfal representa un antes y un después en la carrera deportiva de todo Midgista. Nada es igual a partir de la llegada de ese preciado y anhelado momento…

Lejos de perder la humildad, hoy Luciano Vallejos exhibe un renovado lenguaje corporal tras el triunfo y pasaje a Playoff conseguido hace una semana en la primera fecha del Campeonato Estival 2017/18.

Una mezcla de tranquilidad, alivio y satisfacción. Como si el éxito fuese algo que debía llegar por decantación.

Lucho, de jóvenes y frescos 20 años, vive y respira Midget las 24 horas del día. Y lo hace con el incondicional acompañamiento de su familia, que destila la misma pasión por los fierros.

“¿Cómo es mi vida fuera del Midget? Y no cambia mucho, prácticamente vivo para ésto. Además trabajo en el taller con mi papá, atendiendo autos de calle. Estoy acá adentro casi las 24 horas del día”, contó Lucho.

 

   –Y en los ratos libres, ¿qué haces?

–En los momentos libres aprovecho para jugar al pádel, para jugar al fútbol, andar en bicicleta, juntarme con amigos a tomar algo, o lo que venga… Soy más bien de hacer deporte, me gusta mucho.

   –¿Jugás al pádel?

–Sí y me defiendo bastante ehhh. Tengo muy buena zurda y revés, pero lo mejor de mi juego es el smash. Si no me crees hay varios testigos…

   –Es decir que llevás una vida normal, como cualquier persona de 20 años.

–No me pierdo ni me privo de nada, siempre y cuando sean cosas tranquilas, sanas y mientras me dé el bolsillo (risas). Pasar mis ratos libres con mis amigos es mi mayor pasatiempo. Son ellos los que me sacan de la rutina y me desconectan del laburo. Mientras tengamos plata hacemos lo que venga, no tenemos ningún drama.

   –¿Cómo es laburar con tu viejo?

–Es muy buena persona, nos peleamos bastante poco. Por ahí se discute pero siempre para bien. Puede que por tener cada uno distintas cosas para hacer, pasemos mucho tiempo sin hablar y sin siquiera tomar mates. Pero me gusta mucho trabajar con él, es algo hermoso para un hijo.

   –¿Qué recordás de tu infancia?

–Me acuerdo que no me quedaba un minuto quieto y que me mandaba todas las macanas juntas. Viví en Carhüé hasta los 10 años, en una de las últimas calles de tierra. Y ahí nos juntábamos 10 o 15 a jugar al fútbol, andar en bici y simular carreras. Siempre me acuerdo que con tres o cuatro años, me sentaba en un tronquito a ver cómo mi papá trabajaba en los autos.

   –Hubo un paso fugaz por el Speedway, ¿cómo fue?

–Con 6 años, en la primera carrera que corrí en 50cc Menores me caí y tuvieron que llevarme al hospital. Los médicos me dijeron que corría el riesgo de perder un bazo, así que mi mamá, que estaba embarazada, le ordenó a mi papá que me sacara la moto. Después de eso no volví a subirme nunca más. Por las dudas, mi papá me asustaba diciéndome que iba a terminar roto como él (risas).

   –¿Te costó hacer caso?

–No, porque justo él empezaba a involucrarse de lleno en el Midget y eso me lo hizo olvidar rápido. Me acuerdo que, a los 14 años, mientras corría en Karting, pude darme unas vueltas en el salitral arriba del auto de papá. De ahí en más, hasta hoy, nunca me bajé.

   –¿Cómo fue la semana después de haber ganado?

–Como quien dice, la casa está en orden. Mi familia, mis amigos y los conocidos, estamos todos enloquecidos. Mucha gente se alegró porque tenemos buena onda con todos. Salir a la calle y que la gente te frene y te felicite sin conocerte es algo increíble.

“Fue todo un combo. No sabía lo que se vivía y sentía por ganar una final. Y que encima se dé en una primera fecha de un campeonato, siendo tan joven como yo, nos generó una doble alegría”, concluyó Lucho.

fuente:www.lanueva.com

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