La vida de los pacientes con diabetes tipo 1, que dependen de inyecciones de insulina para tener controlada su enfermedad, podría volverse más fácil gracias a los avances de científicos del Conicet en el desarrollo del primer páncreas artificial de Argentina; esto es, un sistema capaz de regular automáticamente los niveles de glucosa en la sangre. Ahora, por primera vez, los investigadores realizaron en el Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA) un ensayo clínico exitoso en cinco pacientes argentinos que por 36 horas “se desentendieron de la enfermedad”.
“El sistema está compuesto por un medidor de glucosa y una bomba de insulina que van conectados en forma subcutánea al paciente. Esto son productos comerciales que ya existen pero lo que faltaba es la conexión entre uno y otro, el trabajo que realiza el paciente habitualmente durante todo el día, toda su vida, calculando la cantidad de insulina que se tiene que inyectar de acuerdo a sus niveles de glucosa y si come o hace ejercicio”, explicó Ricardo Sánchez Peña, director del Departamento de Investigación y Doctorado del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA).
“Eso se reemplazó por un algoritmo llamado ARG (Automatic Regulation of Glucose), que va alojado en un smartphone. Ese algoritmo en base a mediciones de glucosa, determina cuál es la cantidad de insulina que debe inyectarse y de esta forma el paciente se puede desentender de su enfermedad”, agregó Sánchez Peña, quien dirigió el proyecto, del que también participaron las Universidades Nacionales de Quilmes y de La Plata.
Tras siete años de trabajo, en el 2016, tuvo lugar la primera fase del ensayo clínico que utilizó un algoritmo desarrollado en la Universidad de Virginia (EE.UU.). Este requirió que el paciente calcule y registre en el sistema cuántos gramos de hidratos de carbono comerá para que la bomba infunda la insulina necesaria.
Luego, en junio de este año, se realizó la segunda fase del ensayo con el algoritmo argentino, el cual precisa únicamente que se registre el inicio de la comida, sin necesidad de calcular cuantos gramos de hidratos de carbono comerá. “Se hicieron pruebas en cinco pacientes que estuvieron internados en el HIBA 36 horas y durante se tiempo pudieron desentenderse de la enfermedad, ya que el algoritmo –en base a las mediciones de glucosa- inyecta la cantidad de insulina necesaria. De esta forma, ese control automático le da autonomía al paciente, que no tiene que estar preocupado por la cantidad de insulina que se debe inyectar”, sostuvo Sanchez Peña. Lo más importante, durante ese tiempo ninguno de los pacientes experimentó hipoglucemia graves como tampoco nocturnas.
La diabetes es una enfermedad metabólica que en la Argentina, afecta a 2,7 millones de personas. “La diabetes tipo uno tiene una prevalencia baja pero tiene una implicancia desde el punto de vista sanitario alto. Este desarrollo va a permitir a los pacientes mejorar el control de la glucosa, es la oportunidad para que tengan una mejor calidad de vida”, manifestó Luis Grosembacher, del Servicio de Endocrinología del HIBA.
Fuente:www.perfil.com.ar
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