El fragor de los tiempos sanitarios, sociales y políticos va dejando en descubierto el verdadero génesis de todos nuestros problemas como sociedad. La improvisación.
Así observamos desde hace meses las idas y vueltas de la política en su desesperada búsqueda de minimizar los daños que la pandemia hará en sus respectivas urnas… aparecen también las patrañas e intereses de sindicatos y organizaciones que no quieren perder la presencialidad en el reparto de la torta. Y qué decir de los desaguisados científicos que se desparraman en mostradores de televisión como si fueran los claustros de prestigiosas universidades.
Y en medio de la parafernalia de idioteces y angurrias están los malabaristas de la mentira y el aprovechamiento, esos que tienen el extraño privilegio de influir la opinión pública sin más profesionalismo que su paso por alguna dudosa universidad, los que se regocijan con la miseria, el dolor y la muerte de seres humanos que sólo son un punto más de rating y cocinan el maloliente estofado de una sociedad improvisada, altanera y en muchos casos miserable, que por supuesto no es toda la Argentina, se reduce a un montón de manzanas pegadas al puerto, allá donde les gusta asegurar que atiende Dios.
Muchos hablan de replantearnos este país inconducente, yo creo que no… estoy convencido que hay una Argentina de trabajadores en serio, de productores que apuestan al futuro, de comunidades que se respetan y protegen… de comunicadores que asumimos el compromiso de estar cerca de nuestra Gente.
Es nuestra Argentina del interior, esa que a Dios gracias habitamos.
Por todo esto creo que estaría bueno que dejemos de consumir la histérica grieta que nos venden desde los medios de incomunicación capitalinos…
Si no me creen pregunten a las familias de Cacho Fontana y Timoteo Griguol.
DOMINGO SAN ROMAN
Las idas y vueltas de este gobierno no son mas que otra de las tantas improvisaciones a las que nos sometieron desde el principio. Mentiras que tenían un plan!, mentiras que sabían lo que tenían que hacer!, mentiras que nos ian a llenar la heladera!, mentiras, puras mentiras electorales para posicionarse en lo mas alto y desde allí llevar a cabo su macabro plan de destruir (aún mas de lo que ya estaba) nuestro hermoso país y aquel modelo de sociedad que heredamos de nuestros mayores. Luego vino la pandemia y les dio la posibilidad, en la figura de esa impresentable, contradictoria y ambiciosa persona que lamentablemente es nuestro Presidente y dice representarnos (a mi no me representa un pusilánime, manejado y sometido). Decía, la pandemia les dio la oportunidad de descargar culpas en ella y esconder su ineficacia e ignorancia para encerrarnos, someternos y controlarnos, pero hay una, lamentablemente, minoría de personas que medianamente pensamos y nos damos cuenta de lo inútiles que son y cuál es su verdadera intención. Por eso están asustados, porque los que pensamos un poco nos hemos dado cuenta y se lo demostraremos en las urnas. De algunos medios de comunicación, ¿que decir?, mercenarios de la noticia que haciendo gala del poder que les otorga una pantalla de TV o un micrófono de radio nos confunden permanentemente, llevando agua para su molino a traves de la pauta. Quedan pocos periodistas creíbles, de un lado o del otro solo intentan influirnos y confundirnos, se terminó ese tiempo en que lo que decían los medios era palabra santa jamás manchada por la mgre de la política. Repito, quedan pocos,lo que significan que no quedan, generalizar nunca fue una opción para mi y jamás lo será. Perdón por lo extenso, pero como dijo la contemporánea filósofa de la vida doña Luisa Albinoni, “TENGO LAS BOLAS LLENAS”
Excelente!!!!
Excelente nota Dony