Hoy más que nunca Villa Epecuén es una tragedia que no debemos olvidar

Se cumplen 32 años de aquel trágico 10 de noviembre. Madrugada que nos cambiaría para siempre el paisaje y la manera de ver la vida a todos. Postales de la desesperación, la soledad y el dolor.

Algo que siempre sospechamos y temimos, algo que muchos pensábamos que sería imposible, finalmente ocurrió y la Villa turística que durante más de sesenta años había contribuído al crecimiento de nuestro distrito, esa misma que nos daba una impronta diferente a la de cualquier pueblo de la región. Ese pequeño pero intenso lugar que era cita obligada de cada noche de verano con su colorido y bullicio…. desapareció para siempre.

Una agonía no muy lenta en la que el Lago la fué tragando hasta sepultarla casi íntegramente en metros de agua salada.

Lo demás es historia. Pero una historia que no debe olvidarse y debería ser obligatoria en las escuelas de Carhué. para que JAMAS volvamos a cometer el error de aceptar que el Lago Epecuén sea el basural de toda la cuenca.

Quienes no comprenden esta tragedia es justamente porque no la padecieron. Cuando el lector de estas líneas escuche a alguien decir que el agua tiene que terminar en Epecuén, vuelva a mirar con detenimiento la fotografía que acompaña este editorial y trate de imaginarse cómo habrá sido ese sitio… imagine la cantidad de sueños que murieron entre esas ruinas.

Mi saludo a todos los ex habitantes e Villa Epecuén y mi agradecido recuerdo a todos los que ya partieron.

DOMINGO SAN ROMAN

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