Desde hace aproximadamente diez años padezco de Diabetes, una enfermedad crónica, incurable y muy difícil de tratar que si no es atendida y medicada correctamente conlleva consecuencias graves para el organismo humano y puede desencadenar en una muerte como consecuencia del daño que produce. Además hace treinta años fui donante vivo de un riñón. Por lo tanto mi mayor preocupación es el cuidado del único que me queda.
La obra social que me atiende, (por la que pago como monotributista mensualmente desde hace mucho más de diez años), me suministró correctamente la medicación recetada por los médicos que me han atendido, pero desde hace ya casi dos años esto se ha convertido en un angustiante trámite mes a mes.
Fue así que durante este año por falta de insulina y la necesidad de recurrir a diferentes marcas que me eran cedidas por personas solidarias, terminé en un cuadro de gravedad que me puso al borde de la muerte y por el cual debí estar internado en terapia intensiva durante 4 días en el hospital local.
Desde el mes de junio del año pasado recurrí a un profesional de la ley que me ayudó a presentar un recurso de amparo de salud. Ante la evidente falta de respuesta de la obra social.
Fue así que logré que la justicia Federal me diera la razón y dictara sentencia para obligar a mi obra social a suministrarme la medicación correspondiente y ahora al menos tengo la tranquilidad de estar apoyado en un recurso que me permite reclamar y exigir lo que me corresponde.
A todos aquellos vecinos/as que padezcan situaciones similares les recomiendo iniciar las acciones legales que los ayuden a defenderse y recibir en tiempo y forma los servicios y medicamentos que ayuden a sostener y mejorar su calidad de vida.
No lo duden, no permitan que la burocracia y el oportunismo les hagan daño a lo más importante que tenemos que es nuestra salud.
Me pongo a disposición de Ustedes para informarles los pasos a seguir y contactarse con los profesionales que se especializan en este tipo de defensa legal. No dejen pasar el tiempo.
DOMINGO SAN ROMAN
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