Todos en mayor o menor medida somos responsables de nuestros destinos y por lo visto muchos miembros de nuestra comunidad no advierten que el riesgo al que nos sometemos está próximo y amenaza la integridad de mucha gente, justamente la más indefensa.
Así vemos como crece la desidia en materia de prevención y distanciamiento. Cada noche de cada fin de semana se asoma el fantasma de una oleada de contagios, pero parece no importarle demasiado a una gran catnidad de nuestros vecinos. Así observamos que esta última semana ha crecido nuevamente el número de contagios.
Treinta y tres casos positivos y 92 casos aislados (que se entiende han sido contactos de quienes han enfermado).
Si esto sigue creciendo con toda seguridad perderemos en pleno verano la posibilidad de circular libremente y muchos comercios deberán volver a cerrar sus puertas, entonces no parece lógico que actuemos con tanta distracción o mejor dicho, negligencia.
Vemos con espanto como la segunda ola azota al hemisferio norte con más fuerza y virulencia. Pues bien si nos tomamos vacaciones del virus, esta se tomará el año próximo, otra vez nuestras vidas y destinos.
No es tan dificultoso mantenernos alerta, aprovechando esta etapa menos álgida, pero teniendo siempre presente la necesidad de cuidar a los más débiles y dejar de exponerlos a un nuevo ataque que se lleve puesta a nuestra comunidad como ocurrió con muchas otras?
DOMINGO SAN ROMAN
Buenos días Doni, completamente de acuerdo con tu comentario
Al pasar por las parrillas y el frente costero, se ve, sobre todo jóvenes sin barbijo y JUNTOS A VECES COMPARTIENDO EL MATE
Por Colon, las motos haciendo carreras y adelantándose por la derecha de los vehículos a alta velocidad QUE HACEN LAS AUTORIDADES DE CONTROL MUNICIPAL Y POLICIAL PARA COORREGIR ESTO ? DESPUES DE QUE NOS PODEMOS QUEJAR SI NO HAY EDUCACION Y CONTROL SOBRE EL TEMA