
Ya renunció el Diputado que le chupó la teta a la señora. Solo falta que renuncie el resto, que manosean, ultrajan y violan a 44 millones de Argentinos.
No se tendría que permitir que sesionen desde sus casas. Si estando en el recinto no prestan atención y votan cualquier cosa, imaginate desde sus casas; vos que no podes ni hablar por teléfono y tenes que salir al patio para poder escuchar. Que viajen, se aíslen y laburen. Y si no, que cobren el sueldo reducido, que de todas formas, me resulta más grotesco que una teta.
Más allá de que debaten y deciden el destino del pais en situaciones de distracción y, muchas veces, en total ignorancia de lo que votan; pienso que tal vez si Ameri le pegaba una cachetada no se horrorizaban tanto. Sigue siendo, el pecho femenino, aquel que sirve para proveer de alimento al niño, como de contenido a los medios.
Luis Gobel
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