Aarón el último héroe de mi semana mágica

Aarón es el último héroe de este pequeño cuento que describe mi semana mágica…

Este relato comienza en la madrugada del martes 8 Día de la Celebración de la Patrona de nuestra ciudad. Una descompensación muy grave de mi salud, me puso al borde de la muerte de forma intempestiva en horas de esa madrugada y por esas cosas que tiene el destino, ante mi imposibilidad de lograr una comunicación con emergencias, aprieto en mi celular un rediscado al último número que me había llamado al final del programa radial la noche anterior.

Aparece entonces el primer héroe de este cuento, Ricardo, uno de los oyentes de todas las noches, que sin dudarlo acudió en mi ayuda y trajo consigo a la segunda tanda de héroes de mi semana mágica, los paramédicos que me trasladaron a la guardia del Hospital San Martín.

Tiempo de aparición de un enjambre de nuevos héroes que sin dudarlo hicieron todo lo que estuviera a su alcance para salvar mi vida… estabilizarme un poco y conducirme a manos de un nuevo grupo de héroes que sacaron adelante mi cuadro y me condujeron a recuperar el aliento y la alegría de saberme vivo, sano y salvo.

En ese camino corto pero intenso de tres días, pulularon alrededor de mi destino miles de héroes más, que llamaban, se preocupaban, rezaban y anhelaban por mi bienestar.

El último eslabón de esa carrera por “volver” tuvo como protagonistas a más héroes que me asistieron, alimentaron y cuidaron en silencio a toda hora día y noche…

Todos estos héroes no se preguntaron ni un instante si yo había sido irresponsable y temerario en no cuidar mi vida… ni cuestionaron que mis actos como hombre libre le cuestan a todo el resto de la sociedad importantes gastos, horas de mujeres y hombres y mucho esfuerzo. Simplemente actuaron todos como lo que son: HEROES, de carne y hueso, profesionales responsables de sus actos y por sobre todas las cosas… buenas personas, esas que alimentan cada día mi orgullo de haber nacido y vivido en este pueblo que amo.

Mi último héroe fue Aarón… 85 años, viudo, sólo y acostado convalenciente en la cama de al lado, soportando estoicamente sus dolores, sonriente, amable y bastante sordo…

Había llegado de su Rivera natal y las pocas horas de esa noche que pasamos en vela los dos, me sirvieron para darme cuenta lo bella que es la vida… lo sabio que es Dios al colocarme en una habitación con alguien que no sabía nada de mi, ni yo de él.

Permitirme así observar la resignación con la que Aarón toma su destino, me lleno de admiración hacia ese anciano que a pesar de haber luchado toda su vida… la sociedad que ayudó a construir, lo deja sólo en los peores momentos la vejez y la enfermedad.

Pensé durante toda esa última noche en el hospital cuánto le debemos a héroes como Aarón…

Mientras mi mente oscilaba entre la verguenza y la admiración.

Vergüenza de hacer tan poco para ayudar a los ancianos y admiración hacia este hombre pequeñito y vibrante que aceptaba, con mirada resignada el dolor, con respeto y educación la situación angustiante y de incomodidad de esas horas de hospital y con ternura esa soledad a la que lo sometieron los años…

Pero entonces a cada hora aparecía el cariño de las heroínas de turno que ayudaban a este abuelo sin red y ese jarabe de esperanza me potenció…

…una lluvia de estrellitas suaves y bellas me hizo acordar por y para quienes estoy en este mundo…

Porqué estoy vivo y tengo tanto para agradecer.

Esta semana mágica va a quedar grabada en lo más profundo de mi corazón y perdurará para siempre cuando este cuerpo y esta mente vuelvan a ser aire….

DOMINGO SAN ROMAN

8 comentarios

  1. Domingo, buenas tardes, soy Pablo, el hijo de Arón.
    Gracias, esta maravillosa y mágica palabra lo dice todo.
    desde ahora este “Heroe” cuenta con dos admiradores.

    • Hola Pablo, una alegria tener contacto contigo, dale mis saludos porque fui el domingo a visitarlo y se habia ido no pude despedirme ni tengo su telefono… igual cuando pueda pasare por Rivera a visitarlo. Un dulce tu viejo…

  2. Querido Doni
    Desde Necochea, ciudad que me adopto, leo estas hermosas y apasionadas lineas que me acarician el alma!
    Se de tu fidelidad para con mis padres,y como siempre los recordas en tu radio con Un gato en la oscuridad, de Roberto Carlos.

  3. Hermosa narración; de un real momento vivido!!!!! Todo; hasta lo más insignificante en esta vida; nos da una cuidate; que el destino; te dió otra oportunidad!!!! Abrazo!!!!!

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