
Los gobiernos nacional y provincial exhiben a diario un cúmulo de medidas que están dirigidas a ayudar a la población que menos recursos dispone por un lado y a las grandes empresas que sostienen la estadística de los números de empleo. Hasta allí iniciativas que entendemos responden a la emergencia, (eterna por cierto).
Pero mientras tanto dejan a la deriva a los pequeños y medianos comerciantes, cuentapropistas y servicios cotidianos. Nada se dice sobre la tragedia que está sufriendo el comercio en general, miles de establecimientos van camino al cierre de sus puertas y muchos miles más han desistido en medio de esta situación que además aparece como interminable en cualquier escenario.
Cómo van a subsisitir?es la pregunta más frecuente. Porqué el estado no ayuda a esa franja que es la que mueve la economía cotidiana?.
Observamos como se permite a restaurantes y bares abrir hasta horas de la madrugada y del otro lado se acciona contra kioscos y polirrubros para que cierren a las 20 hs ¿?… cómo se entiende esta decisión?
Los impuestos siguen llegando con cargas que se tornan insostenibles, los servicios ya venían cargados antes de la pandemia y ahora se han tornado en una mochila que muchos en esta franja productiva no van a poder asumir…
A no olvidar que el comercio pequeño, mediano y grande es el primer movilizador económico de una comunidad. Los impuestos se los llevan la provincia y la nación y es dinero que rara vez podemos ver por estos pequeños lugares… Es hora de reaccionar y defender lo que es nuestro, estamos alejados de los beneficios, tenemos derechos que nos niegan y tristemente no somos un sector que pueda reclamar porque no actuamos de manera corporativa… Amigos comerciante, cuentapropistas y emprendedores… el final de esta historia es bien claro, ojalá nos demos cuenta a tiempo.
DOMINGO SAN ROMAN
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