David A. Hirtz – Senador Juntos por el Cambio.
Es verdaderamente ocioso ya seguir replicando que la pandemia desatada a nivel global ha trastocado la vida, la actividad, la economía y hasta la geopolítica en todo el planeta. Es por ello esencial que el gobierno y el Estado además de establecer las medidas para protegernos comiencen a delinear ideas y decisiones que nos vayan reingresando a la normalidad y repensar actividades que a futuro seguramente no volverán a ser como antes.
En el mundo entero una de las actividades económicas más golpeadas es el turismo. Por la característica de su formato es una de las tareas que los gobiernos no colocan como prioridad a retomar. Sin embargo quienes hemos conocido de cerca la extraordinaria capacidad de generación de riqueza, puestos de trabajo y circulación económica que genera la actividad turística creemos que es indispensable trabajar rápidamente en dos cuestiones esenciales para el sector: una es la posibilidad inmediata de retomar determinadas actividades con protocolos de seguridad y otra es comenzar a diseñar la actividad para cuando comience a dejarse atrás la pandemia, ya que es uno de los rubros que no volverá a ser como antes.
Para adoptar medidas y proponer caminos a retomar es necesario en principio reconocer la multiplicidad de rubros que componen esta actividad: hotelería, gastronomía, transporte, aeropuertos y terminales, suvenires, termas, empresas de viajes, alquileres, e infinidad de rubros que componen los requerimientos de un turista a nivel regional, nacional o internacional.
Para comenzar a salir del 100% de cierre que se determinó en el rubro, desde el Congreso de la Nación así como desde la Legislatura Provincial venimos proponiendo una batería de ideas y posibilidades tales como considerar el turismo en situación de desastre y emergencia, la creación de circuitos internos en lugares donde no circula el virus, corredores seguros entre Distritos y/o provincias denominados “burbujas turísticas” para que paulatinamente se vaya retomando el trabajo en los innumerables empresarios que hoy desesperan por la situación, sobre todo si tenemos en cuenta que de cada diez prestadores, nueve son empresas familiares o Pymes que ya no tienen más capacidad de sostener sus empresas a puertas cerradas.
Para la Provincia de Buenos Aires con una inmensa cantidad de recursos turísticos, paisajes y servicios es toda una oportunidad teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de su territorio no tiene circulación viral comunitaria. Está dimensionado que el 74% del movimiento de viajeros en la provincia es interno entre regiones y que la mayor parte del tiempo de cierre que atravesamos (marzo – junio) solo representa el 12% del movimiento turístico anual. Por ello es razonable diseñar salidas de retomar actividad mediante protocolos seguros y en las zonas adecuadas.
Para ello es necesario que a la mesa del gobierno con los epidemiólogos y sanitaristas se sienten las representaciones empresarias de los sectores que prestan servicios, legisladores con sus propuestas, los intendentes municipales y todos los involucrados a constituir una Mesa de Trabajo para buscar una nueva normalidad teniendo en cuenta que por bien que se trabaje y aún con una situación sanitaria controlada, la actividad tardará un buen tiempo en recuperar la normalidad, comenzando por el temor natural de la gente en retomar la circulación.
Desde nuestra responsabilidad en la Legislatura de la Provincia hemos generado cantidad de proyectos y propuestas en tal sentido. Muchas de ellas consensuadas con los prestadores de servicios que deberán estar acompañadas también por créditos adecuados, impuestos acordes y un firme compromiso de buscar entre todos las condiciones bajo las cuales podemos comenzar a transitar una salida para el turismo. La economía de nuestros empresarios, pero esencialmente la salud de la población nos requiere urgentemente que nos preocupemos y ocupemos en ello.
Deja el primer comentario