Epecuén recibió a Junio con su hermoso manto de sal. El fenómeno químico
que provoca el sulfato de sodio junto a las muy bajas temperaturas tiñó de
blanco, una vez más, las costas del Lago Epecuén.
Hoy, solitarias la mayor parte del día, las playas en Carhué muestran los
cristales de sal que no sólo cubren el suelo, también se adhieren a los
elementos de las ruinas de Epecuén.
El espectáculo, conocido para muchos, asombra a quienes nunca lo vieron y
vivencian por primera vez lo que parece nieve o hielo.
Cada hora del día le da diferentes tonalidades, pero sin dudas el atardecer es
el momento en que el evento se transforma en una obra de arte technicolor,
imprevisible y perecedera.
Esta bella atracción turística será, por el momento, sólo para los habitantes
del lugar, a la espera de volver a recibir visitantes que la caminen,
fotografíen y jueguen con sus cristales.
EPECUEN Siempre en mí corazón lo conocí a través de búsqueda de información.Lo visite en 2019 fue algo maravilloso.No olvidar Si visitarlo
Los mejores veranos vividos en Carhué. Junto a la familia y amigos. Se extraña mucho.
Hermoso como siempre,como se extraña la familia y las escapadas a Carhué. Cuando todo esto pasee, volveremos si dios quiere.
Que hermosura!!!! Me alegroooo
Hermoso nuestro querido Epecuen, es recordar los años hermosos que vivimos, disfrutando de la laguna, y las hermosas temporadas de verano
Hermoso nuestro querido Epecuen