La mayor demanda de artículos sanitarios ha provocado un notable incremento del trabajo en Cooperativa Textiles Pigüé.
Al ser considerado un servicio esencial en el decreto de cuarentena (“… industrias de equipamiento médico, medicamentos, vacunas y otros insumos sanitarios…”), una veintena de trabajadores de la entidad dejó de lado la ropa deportiva y se puso a trabajar en la elaboración de insumos para profesionales de la salud, desde médicos hasta enfermeras.
Fue a través de un acuerdo con la secretaría de Salud del distrito de Saavedra que, luego se fue extendiendo a otras áreas sanitarias de la región e, incluso, llegó hasta el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca.
En el lapso de tres semanas se debió incrementar aquel número de operarios en los diferentes sectores de la amplia planta de la exGatic, a la vera de la ruta nacional 33.
“Somos alrededor de 35 personas trabajando. Se han ido incorporando de a poco, porque la idea es que se justifique y no sumar riesgos innecesarios”, dijo Marcos Santicchia, titular de Cooperativa Textiles Pigüé.
Marcos Santicchia, presidente de CTP.
En la planta se elaboran barbijos, o tapabocas de uso social cotidiano; barbijos quirúrgicos, del tipo 2; camisolines comunes y hemorrepelentes, que se utilizan en cirugía o en terapia intensiva; cofias y botas, también para el área de terapia.
El primer trabajo de Textiles, en pandemia, se hizo para la secretaría de Salud local.
“Ellos nos ayudaron a desarrollar el producto y, luego de una semana, pudimos abastecimos a todo el sector en forma gratuita. A partir de entonces empezamos a ofrecer nuestros productos en la región, ya que también debíamos hacer un aporte y, además, tener un flujo económico para sostener la fábrica”, relató Santicchia, en diálogo con La Nueva.
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