La Confietría y fábrica de helados aretsanales El Hado fue una de las primeras en cerrar sus puertas y abrir un servicio de entrega a domicilio, adoptando así una actitud solidaria para luchar contra la pandemia. Conversamos con su propietaria Marisa Melon sobre esta decisión y el futuro de empresas privadas en esta cirscunstancia.
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