Pandemia y pánico son dos palabras que suenan bastante parecidas. Hoy tras más de dos meses de escuchar y ver como China de manera casi desesperada intentaba detener lo que se entendía como algo muy peligroso, los países de occidente comenzamos a reaccionar ante este nuevo virus.
Tarde, de manera a veces torpe e irresponsable, países como Italia, España y Francia, se vieron virtualmente arrasados en los primeros días de la llegada de la trasmisión masiva de este nuevo ataque a la humanidad.
No se sabe aún hasta donde podrá llegar este mal, por un lado escuchamos versiones tan dispares que sólo reina una gran confusión.
En nuestro país, la improvisación está al día, como no podía ser de otra manera. Acciones que debieron haberse tomado al menos un mes atrás, se asumen ahora como un gran operativo sanitario ¿? .
Lo cierto es que la labor más importante la llevarán a cabo ahora los trabajadores de la salud en cada rincón de nuestro país, como es habitual en ellos con su gran espíritu de solidaridad, enfermeras, camilleros, profesionales médicos, laboratoristas, etc, se harán cargo de los pormenores que esta situación nos traiga.
Pero también será fundamental la responsabilidad que pongamos todos los ciudadanos, TODOS, sin excepción exigiéndonos a nosotros y a nuestros prójimos las acciones que se imponen naturalmente, higiene, distancia, aislamiento ante la duda y cuidado de nuestros ancianos, enfermos y niños. No tiene mayor misterio la cuestión.
Cuidémonos entre todos y evitemos que las acciones irresponsables nos traigan mayores lamentos.
Somos grandes, somos solidarios y somos inteligentes… no somos inmortales. LO MAS VALIOSO ES LA VIDA
DOMINGO SAN ROMAN
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