
Mucho se habla de los empleados municipales, en oportunidades se los coloca en el lugar de la crítica fácil o malintencionada, pero rara vez se analiza y reconoce publicamente el trabajo que realizan, la dedicación y responsabilidad con que llevan adelante sus respectivas labores y la importancia de su esfuerzo cotidiano, es una de las pocas actividades en las que muchas de sus áreas no tienen fines de semana o feriados.
Y sin desmerecer a ninguna actividad pública, quiero destacar muy espeicalmente la que realizan los servidores públicos municipales que, (del sector público), son uno de los que menos ganan, no sólo en nuestro distrito, sino en todo el país.
Se tiene por habitual pensar que los empleos del municipio son siempre favores políticos o una manera de cubrir las crisis socio económicas permanentes que vive nuestro país, sin embargo yo estoy convencido que no es así.
Cada una de las mujeres y hombres que desempeñan su labor en áreas municipales, cumple dignamente con sus responsabilidades, así podemos observarlo en la atención de la salud pública y la ancianidad, la recolección de residuos, la reparación de calles y caminos, el mantenimiento de las áreas de turismo, servicios iluminación y cloacas, los corralones y talleres, la impecable belleza de nuestra plaza central y la atención en todos los mostradores del área administrativa, cultural y social que la comuna sostiene y pone a disposición de los vecinos para la resolución de sus diferentes necesidades.
Sin embargo como en toda actividad tan diversa, habrá quienes no quedan conformes o sienten que no se escuchan sus pedidos. Uno de esos reclamos es un caso recurrente todos los veranos, con el riego de las calles de tierra, claro que tienen razón aquellos vecinos que se quejan, pero también se debe tener en cuenta que son cientos de cuadras y que resulta en la práctica imposible abastecer tanta cantidad de agua y camiones para cumplir con la necesidad de toda la ciudad con la mayor eficiencia. Sin embargo vemos que diariamente de día y de noche se observan los regadores y a bordo de ellos hay un funcionario que pierde sábados, domingos o feriados para la mejor calidad de vida de los vecinos.
La municipalidad es una entidad de servicios que se conformó en los inicios del siglo pasado para darle a los vecinos algún nivel de seguridad, confort y organización, con el devenir de las épocas se ha ido generando una cantidad de necesidades inimaginables a mediados del siglo pasado. Hoy esta ciudad tiene cientos más de viviendas, dispersas en manzanas del ejido que hace 30 años atrás eran baldíos, ello habla de un crecimiento que quizá no ha tenido la debida planificación, pero ese defecto ha sido solucionado por la eficiente labor de los trabajadores municipales en todas sus jerarquías y durante los diferentes gobiernos que se han sucedido.
La mera recorrida por nuestro hospital central es una confirmación de esa responsabilidad, cientos de trabajadores hacen una excelente labor desde el mantenimiento diario, la pulcritud y la atención, hasta la eficiencia profesional de sus administrativos y profesionales en toda la escala. Un verdadero orgullo para Carhué ese plantel humano y lo que cotidianamente hacen por el hospital y principalmente por aquellos vecinos que acuden en busca de solución a sus problemas de salud.
Algunos se preguntarán ¿porque escribí este este editorial?
Pues bien he estado pensando qué actividad o grupo humano representa la mayor cantidad de actividades cotidianas durante todo un año en una ciudad como la nuestra y sin lugar a dudas entiendo que la gestión de los trabajadores del municipio está presente en casi todos los aspectos de nuestra vida y en todas las comunidades del distrito…
Así son ellos quienes nos asisten en las cuestiones administrativas, en la salud, en la contención de nuestra seguridad, en la limpieza e higiene diaria, en las actividades de esparcimiento, en las obras de todo tipo que mejoran nuestra vida, en los momentos más tristes y en cualquier necesidad social, cultural, institucional etc. que se presente en nuestra comunidad, sea en emergencias o en simples acciones diarias…
Por eso pienso que es bueno ser agradecido cuando finaliza un año y en especial destacar a tanta gente que hace con su trabajo cotidiano todo lo que necesitamos para ser una comunidad bella, ordenada y absolutamente vivible.
FELIZ AÑO para nuestros servidores municipales, ojalá se cumplan los anhelos para las casi mil familias que ellos conforman y por supuesto GRACIAS por todo.
DOMINGO SAN ROMAN
Fotografía Fernando Millauro/Face
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