
El umbral de paciencia de los argentinos está sobrepasado y la realidad que nos golpea con el mismo palo desde hace casi cincuenta años, despabila ante los últimos anuncios del flamante gobierno.
Y claro no había posibilidad alguna que Alberto Fernández fuera la reencarnación de Mandrake el mago… el y su equipo tendrán por delante días complejos para tratar de acomodar los melones arriba del carro. Aunque ya está bien visto que los melones se acomodan de una sola manera y mientras no entendamos eso, poco habrá para conversar.
La sociedad argentina en su conjunto está padeciendo una enfermedad colectiva, una especie de pandemia pero que sólo afecta al “humanus argentum”.
Es tan compleja la enfermedad que aún no le han podido poner nombre, los síntomas son varios pero principalmente se destaca la incapacidad de comprender que las reglas de juego se deben respetar, como lo hacen en otras latitudes.
Por estas horas los centenares de opinadores, politólogos, analistas, charlatanes etc… desfilan pretendiendo hacernos creer que sus opiniones son las decisivas. Pues bien, les tengo malas noticias a todos, esto es Argentina,un territorio donde las reglas no existen y las que existen se violan sistemáticamente… este es el famoso país del “no pagamos”, “que venga el principito”, “nosotros tenemos las vacas”, “zapatillas si, libros no”, “venimos por todo” “el mejor equipo de los últimos 50 años” y tantas otras maravillosas definiciones más de lo que no debería ser ni existir, por lo tanto y como acá todo es posible y lo irreal camina por las calles con absoluta tranquilidad, ya nosotros los de a pie, no le creemos a nadie y sólo esperamos que quienes están de turno tengan mucha suerte y les vaya requetebien… porque da la sensación que no vamos a poder aguantar cuatro años más con aumentos diarios de tarifas, impuestos fagocitando nuestras vidas, recesión asfixiante y todo lo demás que conocemos desde hace muchos años… entendemos que es hora de que hagan las cosas bien, dejen de comerse los presupuestos haciendo politiquería barata, dejen de tomar medidas equivocadas, dejen de mentir con la inclusión desde la acción política… y que esta vez echen a la calle a 150 mil “ñoquis” y le devuelvan a los 150 mil trabajadores argentinos la dignidad del trabajo que les quitó el anterior gobierno tomando las mismas medidas que acaban de anunciar.
DOMINGO SAN ROMAN
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