
La Policía de la Provincia de Buenos Aires (también denominada Policía Bonaerense o solo «la Bonaerense») fue creada para velar por la seguridad pública en la Provincia de Buenos Aires.
Depende del Ministerio de Seguridad provincial, cuyo titular es Cristian Ritondo. El actual superintendente general de la fuerza es el comisario general Fabián Perroni, quien reemplazó al destituido Pablo Bressi en mayo de 2017.
Cuenta con más de 100 000 efectivos en actividad. Además, tiene a su cargo una población de 16 millones de habitantes,1 cerca del 38 % de la población del país y entre las de mayor cantidad de efectivos en Sudamérica.
En esta provincia, hay siete policías cada 1000 habitantes. En 2014 el gobernador bonaerense,y el ministro de Seguridad provincial, Alejandro Granados, llevaron a cabo la incorporación de 10 000 cadetes a la fuerza, siendo la promoción de efectivos más grande de Sudamérica.2
Un total de 9.236 policías bonaerenses fueron apartados de la fuerza, 52 agentes fueron cesanteados y otros 4 exonerados en la Federal y 129 efectivos fueron separados de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires entre el 10 de diciembre de 2015 y el 30 de abril de 2018. Fuentes oficiales informaron que en la Provincia de Buenos Aires, un 10% de los miembros de la fuerza resultó desafectado luego de las tareas llevadas a cabo por la Auditoría General de Asuntos Internos.3
Historia
La Revolución de Mayo aparejó la necesidad de crear medios para paliar la seguridad, amenazada en momentos de zozobra. El gobierno revolucionario promulgó en enero de 1813 el Reglamento Provisional de Policía. Por primera vez, desde 1580, tanto el jefe como los integrantes de la Partida Celadora –así se llamaba el cuerpo organizado de acuerdo a las normas de dicho decreto- percibían un sueldo a cambio de sus misiones.
En 1820, durante la gobernación del general Martín Rodríguez y por influencia de su ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores Bernardino Rivadavia, se modificaron los regímenes imperantes desde la época de la fundación. El 24 de diciembre que disponía la supresión de los Cabildos y creaba la Justicia de Primera Instancia, los Jueces de Paz, y el empleo de Jefe de Policía y de comisarios para todo el territorio bonaerense. Con la designación de don Joaquín de Achaval para ocupar la flamante jefatura, Rivadavia creaba la Primera Policía de Seguridad del Estado en las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Así inició su marcha la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Sus reglamentos y estructuras orgánicas sirvieron en diversas ocasiones de modelo para la concreción de fuerzas policiales en otros países. Sus filas fueron integradas por hombres de la guerra, de las artes, de las ciencias, en el de la jurisprudencia y la investigación.[cita requerida]
En la década de 1880, Argentina necesitaba consolidarse como nación. La provincia, cedió su capital, la ciudad de Buenos Aires, para asiento de las autoridades federales. Y junto con el territorio, también entregaron los organismos administrativos, entre ellos las dependencias y personal policial que figuraban en el territorio cedido. El viejo edificio aledaño al Cabildo, que desde los tiempos de Rivadavia había sido asiento del Departamento General de Policía, albergó por unos años más a los órganos conductivos de ambas policías: la de Buenos Aires recién creada y la de la Provincia.
El 14 de enero de 1884, la sede central de la Policía de la Provincia se afincó en la ciudad de La Plata, flamante capital bonaerense. Allí, se dieron los escarceos filosóficos el Dr. Alejandro Korn o los trabajos de Juan Vucetich, que creó el Sistema Dactiloscópico Argentino adoptado por todo el mundo a propuesta de la Academia de Ciencias de París, luego que Vucetich recorriera el planeta comisionado por el gobierno y en representación de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Divulgó su obra en la mayoría de las capitales y fue creador de la primera cédula de identidad de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y otros países de Latinoamérica; creó y organizó la documentación de identidad en la república de China y su método fue copiado por la mayoría de las capitales europeas y asiáticas de esos tiempos. Creó el registro Provincial de la Personas; inspirador de la Ley de enrolamiento y régimen electoral; y pionero de una oficina internacional de policía, actual INTERPOL.
El tránsito de la institución por el siglo XX fue de crecimiento, adaptándose a los requerimientos cada vez mayores de la sociedad bonaerense, que proveía los medios para el desarrollo y modernización, a cambio de un servicio social y humano que iba más allá de la seguridad, como es el caso de las funciones de policía judicial. Durante un siglo la Policía de la Provincia tuvo a su cargo la instrucción de los sumarios judiciales bajo la supervisión de jueces que garantizaban la juridicidad. Durante un siglo las cárceles estuvieron colmadas de delincuentes condenados en juicios, precedidos de investigaciones ajustadas a derecho, realizadas por organismos policiales.
Los Institutos de formación, como el Liceo Policial (en su momento, único en América), la Escuela de Cadetes Juan Vucetich y la Academia Superior fueron modelos; por sus aulas pasaron becados de Policías hermanas de otras provincias y de países vecinos. Hoy, disuelta, la Escuela de Suboficiales y el Liceo Policial, la Escuela Juan Vucetich y sus anexos de reciente creación, hacen grandes esfuerzos por mejorar en sus aulas la calidad que los aspirantes a policía traen de la vida civil, de sus hogares.
Desde 2001, el personal está en la búsqueda del reconocimiento sindical, a través de la Asociación Profesional de Policías de la Provincia de Bs As. (APROPOBA), en procura de que el gobierno les otorgue personería gremial, conforme a lo recomendado por la Organización Internacional de Trabajadores (OIT).
fuente:www.wikipedia
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