Federico Salvai tomó la lapicera, miró a su alrededor y comenzó a llenar casilleros, dejando libres algunos para los grandes socios políticos y con una borratina total para Emilio Monzó. Como adelantó La Tecla ayer, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, armador de Cambiemos en la Provincia en 2015, se quedó con las manos vacías. Entre la Gobernadora y Marcos Peña le vetaron todos los candidatos que tenía para colocar, que en su totalidad ya eran legisladores cuyo mandato vence este año.
En rigor, el peronismo oficialista es el que menos ligó. De hecho, el recientemente arribado Miguel Angel Pichetto apenas pudo colocar a Claudia Rucci en el tercer lugar de la Tercera sección (en 2015 había sido segundo el scarabinista Eduardo “Rulo” Schiavo). En la Tercera se respetó el lugar del intendendente Néstor Grindetti, pero el alcalde de Lanús, y uno de los más importantes del espacio se debió conformar con ello y no con algo más, como pretendía.
Hay quienes leen que detrás de la sociedad para las listas entre Vidal y Peña no hubo sólo daño a Monzó, sino también, de manera indirecta, a Horacio Rodríguez Larreta. Tanto el titular de Diputados como el intendente de Lanús están en sintonía fina con el Jefe de Gobierno porteño. ¿Comenzó hoy la pelea interna por la sucesión en 2015?
En cambio, otro intendente, Jorge Macri (que tiene la ventaja de ser el presidente del partido en la Provincia), no sólo aseguró el puesto de Waldo Wolff en la nómina de diputados seccionales, sino que tiene al menos tres legisladores a entrar, dos por la Cuarta sección y uno por la Primera. Pidió más, pero a la luz de lo que pasó con otros actores quedó como uno de los ganadores.
Tampoco se podría quejar Elisa Carrió, quien mantendrá como legisladores a Andrés De Leo, Elisa Carca e introdujo a Luciano Bugallo en la Primera sección. Es decir se le respetaron los lugares que perdía. En la misma situación quedó el FE y la UTA, ambos mantienen casilleros con muy buenas chances de entrar en la Quinta sección.
Daniel Angelici mantuvo un lugar en las listas con Daniel Lipovetzky por la Séptima sección, en el tercer lugar, lo que le permitiría entrar, y también colaría a fernando Rovelo por la Cuarta, quien quedó en el sexto casillero y tiene amplias chances de ingresar.
El radicalismo, en tanto, pasó horas de sozobra, pero finalmente colocó lo que pedía, ganando posiciones en la Cuarta, con el segundo y tercer casillero, la cabeza de lista de la Quinta, el lugar de la Segunda, un puesto a entrar en la Séptima, el espacio que pedía para un intendente de la Sexta, y la banca que tiene desde hace años para uno de sus hombres el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, en la Primera.
Más allá de ello, y salvo excepciones, no había demasiado entusiasmo esta noche entre los intendentes radicales y algunos del PRO por el rol que jugaron en el armado seccional. Sobre todo aquellos que vieron que le colaron en su región a dirigentes que provienen de otras latitudes.
Lo concreto es que en el armado seccional la Gobernación priorizó a los vidalistas puros, de manera que hay varios funcionarios y armadores que quedaron en lugares privilegiados para entrar a la Legislatura a partir del 10 de diciembre. Federico Salvai y Alex Campbell son las terminales políticas de casi todos ellos. También coló lo suyo el ministro de Gobierno Joaquín De la Torre, con casilleros a entrar.
Algunos de los rumores que se escucharon en la confitería que está al lado del hotel NH, donde se ultimaron los detalles de las nóminas, señalaban que “el esquema de armado da la sensación de un blindaje del vidalismo”.
Esto dejó preocupados a varios dirigentes, no por el cierre en sí, sino porque advierten que en el trasfondo podría haber una situación no blanqueada sobre las encuestas reales que habría en la Provincia, y que dejan al oficialismo en una posición muy difícil de cara a los comicios.
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