“La muerte de un gran aviador

Escrito por la Srta. Elisa “Ita” Uribe Echeverría.

El viaje de regreso de mi querido tío Mauricio Robilotte -un gran aviador-, fue un 11 de junio de 1951. El avión partió de Río Gallegos un día domingo, llegando al aeropuerto de Comodoro Rivadavia. El viaje fue encomendado por la señora Eva Perón en un avión sanitario a Ushuaia para trasladar a un importante enfermo.
En el regreso, luego de pasar la noche en Comodoro Rivadavia, reanudó el viaje a las 10.00 horas, haciendo escala a las 15.00 en el aeródromo de Bahía Blanca para levantar combustible. Cuando reanudó el vuelo las condiciones del tiempo en la zona a recorrer eran desfavorables, llovía y soplaba viento sur y la visibilidad era muy escasa.
Cuando el avión cruzaba la zona serrana, la niebla impedía la visibilidad, lo que produjo el accidente. El suboficial Rubén Culla era el piloto y mi tío Mauricio el copiloto.


El avión sanitario se estrelló contra un cerro por la gran niebla. Murieron los 8 tripulantes al destrozarse el bimotor en Saldungarary.
Las víctimas fueron mi querido tío Mauricio, el piloto Rubén Culla, el cabo mayor Eliseo Gisioli, el Dr. Arseno, Dr. Lázaro Mota, oficial 1º Enrique Albarracín y el enfermo Ricardo Nieto, que venía atacado de pleuresía.
Hoy recuerdo con gran cariño a este aviador, Mauricio Robilotte, fundador y pionero del Aero Club Carhué, institución que se emplaza en los terrenos que pertenecían al campo de la familia Robilotte.
Fue destacado como piloto de aeronáutica y tuvo el privilegio de ser el primero en conducir un helicóptero en el país, habiendo sido enviado a Estados Unidos para aprender su manejo y cuando lo trajo, aterrizó en Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, donde lo esperaba el presidente Perón.
Fue muy triste su muerte, porque fue un gran hombre, de gran prestigio. Dejó a su esposa Nelly Ciuró, embarazada de apenas 3 meses y a un hermoso niño (Daniel, de un año y nueve meses). Cuando nació su segundo hijo, Mauricio, no conoció a su padre, quien falleció el 11 de junio de 1951 a los 60 años.
Además, fue un gran corredor de auto y le gustaba mucho el deporte.
Te dejo mi querido tío Mauricio con dolor y tristeza. Tu sobrina querida.
Elisa “Ita” Uribe Echevarría – Carhué”

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