Por qué pensar en la Bioeconomía como solución a una problemática de triple impacto

Mi nombre es Agustín Amigo Orge, estudiante avanzado de Licenciatura en Economía en la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca, Argentina), actualmente me encuentro redactando mi tesis de grado después de varios años de instruirme en el tema. Elegí como eje de análisis la problemática que generan los residuos en la localidad de Carhué y qué destino productivo le podemos dar a los mismos.
Comencé investigando sobre las energías renovables, entre ellas, biomasa fue la elegida ya que me permitía mitigar la problemática planteada y a su vez generar diversas ventajas para la ciudad. Con el transcurso de los años fui intercambiando conocimientos con diferentes especialistas y profesionales en el tema, analizando fortalezas y debilidades, considerando diferentes alternativas de tecnologías, escalas, posibles insumos, entre otras. Me considero una persona soñadora y con vocación en ayudar a las personas.
A continuación mencionaré en forma resumida algunas de las causas y justificantes que considero importante dar a conocer como argumento positivo para que se realice el proyecto en nuestra localidad, Carhué. Haciendo hincapié en la generación de energía se pueden utilizar diversas tecnologías que permiten aprovechar la energía solar, eólica, mareomotriz, térmica o biomasa son las mencionadas en este tiempo; energías renovables. Cada una con sus ventajas y desventajas respectivas, pero la única que resuelve la problemática de la contaminación generada por los residuos orgánicos de la ciudad y a su vez genera energía, es la de biomasa.
Deberíamos realizar un análisis más integral y profundo del tema, si nuestro objetivo es generar energía en cantidad, deberíamos optar por tecnologías no amigables con el medio ambiente. Ahora bien, si nuestro objetivo es solucionar un problema que aún no le damos la trascendencia que se merece, debemos considerar “nuevas alternativas” y ahí es cuando surge como mejor opción las que se abastecen con biomasa. Permiten transformar una falla de mercado (externalidad negativa ;contaminación, por ejemplo) en una externalidad positiva definitiva. Esta es la primera problemática de triple impacto que corrige, la ambiental.
Una de las tecnologías que se utiliza para generar bioenergía a partir de biomasa y corregir la externalidad negativa son los biodigestores generando diferentes subproductos que se detallarán a continuación. Abastecido por los desperdicios orgánicos que genera la localidad, tanto los residuos orgánicos municipales como los agroindustriales provenientes de diferentes sectores de Carhué, que hoy en día no cuentan con un tratamiento adecuado y se los considera carentes de valor. Resaltando la ventaja que al utilizar como insumos residuos como “escaso” valor y que desecha la sociedad, no entra en competencia con la seguridad alimentaria de la población como si sucede en otras plantas abastecidas con granos (maíz, sorgo dulce, entre otros).
Si nos referimos a el impacto económico de esta tecnología, aporta grandes cambios y posibilidades a la localidad. Por un lado, produciendo bioenergía (biogás y/o energía eléctrica, energía térmica) posibilitando que se instalen nuevas industrias en la localidad o abastecer las existentes con energía limpia y renovable. A su vez, el efluente que sale del biodigestor puede ser comercializado como fertilizante liquido o luego del secado correspondiente, en estado sólido.
Apuntando a la perfección y eficiencia máxima de este sueño que tengo como carhuense, desearía que en estos meses se pueda ir delineando la posibilidad de llevar adelante la construcción de una planta de biogás en la localidad. Esta podría estar acompañada de una planta de tratamiento de residuos secos (plástico, cartón y vidrio) similar a la ubicada en la localidad vecina de Rivera, abastecida con la energía térmica que produce el biodigestor. Y potenciando la economía circular, sería ideal poder anclar al proceso productivo estanques con macro algas, alimentadas con el efluente del biodigestor y retroalimentando el proceso energético (las algas se pueden destinar a llenar el biodigestor o comercializarlas para consumo humano o animal).
Por último, respecto al aporte social que genera el proyecto resulta importante tenerlo en cuenta ya que muchas veces no es considerado dentro de los análisis. Se termina dándole importancia al aspecto económico, (que sea rentable el proyecto y permita pagar el financiamiento requerido) que sin dudas tiene su importancia pero no debemos quedarnos solo en ese punto. Socialmente hablando tiene muchos beneficios, desde la educación para la población en conciencia y aprendizaje sobre el tratamiento-disposición final de residuos; la posibilidad de generar puestos de trabajo genuinos tanto calificados como no calificados; permitir que se instale un centro de investigación para mejorar los procesos y aumentar la eficiencia; disfrutar de un ambiente limpio y saludable que previene enfermedades de todo tipo; etc.
Que sea un municipio con energía abundante y la posibilidad de generar valor agregado con los subproductos plantea un horizonte muy optimista para Adolfo Alsina. Poder concretarlo sin dudas es un desafío muy grande, no hay muchos proyectos integrales de este tipo a nivel continente debido a la cantidad de variables que deben converger a un punto en común. Pero que sea complejo no significa que es imposible. Muchas personas me dicen que soy loco, bohemio, soñador y considerándolo bien, creo que si lo estoy, al menos un poco. Una frase muy bonita de Richard Branson es una buena forma de darle un cierre a esta breve reseña…
“Si tus sueños no te dan miedo, no son lo suficientemente grandes”

1 Surge cuando no se asumen todos los costes de un efecto negativo. Hablamos de externalidades negativas cuando, por ejemplo, una empresa contamina su entorno o cuando una persona arroja basura a la calle. En estos dos casos, se genera un coste social, ya que es toda la sociedad por igual la que sufre las consecuencias de sus acciones. Y el precio de mercado no recoge este coste.
2 Un digestor biológico o biodigestor, en su forma más simple es un contenedor cerrado, hermético e impermeable (Llamado reactor). Dentro del cual se deposita materia orgánica como desechos vegetales o frutales; a su vez, materia que segregue bacterias, proveniente de la carne en descomposición o excremento de rumiantes, avícolas y/o humanos, dentro de una disolución con agua. Por lo tanto, esta mezcla, mediante la fermentación anaeróbica de los microorganismos, es degradada obteniendo como producto gas metano (Biogás) con trazas de otros gases.

6 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada.


*