Hallan los cimientos de uno de los primeros hoteles de Epecuén

Investigación del Licenciado Gastón Partarrieu Director del Museo Regional Adolfo Alsina

Cierto día de 2014 caminando en las cercanías del “Castillo de la Princesa”, bajo una hermosa tarde de primavera, observo que la bajante de los años anteriores había dejado al descubierto unos cimientos que no figuraban en el mapa mental del lugar, mapa que me había ido formando tras años de leer, mirar planos, fotos y documentos antiguos. Por el tamaño y la ubicación, casi en la orilla misma de la laguna, cercano a la barranca, indicaba que era un edificio antiguo y de los primeros momentos de Epecuén. Sin embargo casi todos los primeros hoteles de Epecuén estaban bien estudiados y referenciados.


Recordé entonces que en un croquis muy antiguo había visto impreso el nombre de un hotel de raro nombre que debió estar en esa zona. Al mismo momento rememoré algunas charlas con don Pablo Novak, de una enorme memoria, que al salir este asunto en la plática comentó que su padre le había dicho que uno de los primeros hoteles de Epecuén se había incendiado, había sido demolido pero que nunca había podido saber dónde se ubicaba.
Hace unos días llegué al mismo punto para ver qué había pasado con las últimas crecidas de 2016 y 2017. La bajante posterior se llevó gran parte de los sedimentos, dejando al descubierto una gran estructura que dimensionó la importancia del lugar.
Pero que era ese edificio? Porqué nadie tenía referencias ni recordaba nada? A los días siguientes comencé la tarea de reunir información de archivo, hablar con personas que me podían aportar información, revisar planos, registros y periódicos, con la intensión de entender que era ese lugar y había pasado para que la memoria colectiva no lo tenga presente.
Había una sola pista y la palabra clave a buscar era: “Radium” (Foto 1 Cimientos)

AQUELLOS PRIMEROS AÑOS
Para ubicarnos en esos momentos iniciales de Epecuén, es oportuno hacer referencia a los inicios de la villa inundada. En 1920 Don Arturo D. Vatteone y otros socios adquieren una fracción de terreno a Minas Epecuen S.A y el 23 de enero de 1921 inauguran el primer Balneario en la costa Noroeste de Epecuén, al que llamaron Balneario y Termas “Mar de Epecuén”. El 5 de febrero de 1922 organizan el 1er remate de tierras del futuro pueblo “Mar de Epecuén”.
A partir de allí se produce una efervescencia en los cuatros puntos cardinales de la ya famosa laguna.


En toda esa fiebre inmobiliaria, en diciembre de 1921 se abría el Hotel Plage de Fernando Allaire, fuera de “Mar de Epecuen” en un loteo propio denominado “Radium Ville” al parecer en sociedad con sus hermanos, Ernestina Leontina Allaire, quién en 1924 construye el pintoresco “Castillo” y don Federico Allaire quien levantó un pequeño hotel y residencia, frente al mismo castillo, del otro lado de la calle Alvear. Es probable que ese loteo “Radium Ville”, haya sido pensado por los hermanos Allaire, fundamentalmente por Ernestina Allaire, conocida como la “princesa del castillo”, en virtud a su título nobiliario producto de su casamiento con el noble polaco Mestchersky.
El 5 de febrero de 1928 Larrea & Beunza remataban 421 lotes, 4 chalets y una casa, ubicados en los loteos Mar de Epecuén, Villa Lolalia y Radium Ville (Zona del castillo, a ambos lados de la calle Alvear). Para ese remate se confeccionó un hermoso plano/croquis de ubicación de los lugares, con las construcciones existentes en venta y otros lugares distintivos y demostrativos de la importancia del lugar, caso el Hotel Plage y el Castillo.
Y en este plano estaba la pista más buscada: De este hermoso croquis surge la ubicación del “Radium Hotel”, calle de por medio con el Castillo de la Princesa, calle Edison. (Foto 2 recorte del sector del Radium Hotel 1928)
Sin duda, este es lugar en donde se hallan esos cimientos aflorados. Entonces el “Radium Hotel” existió y en 1928 funcionaba como tal. ¿Porque no han quedado registros, fotos, publicidades ni nada de este hotel? La búsqueda continuó y de tanto buscar fueron apareciendo datos e información para armar este verdadero rompecabezas.

El RADIUM HOTEL
Su emplazamiento catastralmente se halla en la Fracc 6 del lote 10, de la chacra 54. La fracción posee unas medidas inusuales: casi 170m de longitud por 16.5m de ancho y 2487.3m2.
Una calle debiera cortar la fracción a los 100m pero eso no sucedió porque al parecer al no haberse efectuado subdivisiones posteriores, quedó la fracción entera.
Aquí surge otro interrogante: ¿que habrá sucedido con sus propietarios para que nunca hayan subdivido esa larga fracción, algo tan usual en el movimiento inmobiliario de Epecuén?.
En 1940, cuando se efectuó un nuevo relevamiento catastral y visita ocular a la totalidad de la superficie urbana de la pcia, se da como propietario del terreno (no figura la existencia de edificación alguna) a Pablo Alric quien en 1924 le compra a doña Ernestina Allaire, quien había adquirido a todos esos lotes en 1922.
Al parecer el hotel en 1926 estaba funcionado siendo uno de los pioneros de la villa turística, emplazado en una de las zonas más lindas del lugar, caracterizada por altas barrancas, el Plage Hotel y el Castillo.
Dos guías turísticas consultadas constatan al “Radium Hotel” y al “París Hotel” propiedad de Pablo Alric (Guia FCMidland 1930). Otra guía 1928 (FCS) publicita sólo al “Hotel Paris” de Pablo Alric”. Estas guías turísticas a veces tienen ciertos errores debido a que eran reediciones anuales, muchas veces sin actualizar los datos.

LOS ALRIC
¿Quiénes eran los Alric? Hijos de Jean Enric (sus hijos anotados aquí como Alric) llegaron desde Francia 6 hermanos varones quienes luego se asentaron en la colonia francesa de Pigüé. (Foto 3 Alberto y Foto 4 Pablo Alric)
En 1919 Don Alberto Alric(1875-1931), adquiere unas 4289.78ha ha de tierras en la costa Oeste de Epecuén (ctel 5to) mediante un crédito Hipotecario. Al establecimiento lo denominó “Tres Hermanos”, por sus hijos Froilán, Clara y Andrés.
Viendo lo que estaba sucediendo con el pueblo “Mar de Epecuén” desde 1921, hacia 1924 Alberto Alric arma dos grandes proyectos: por un lado la fundación de una ciudad balnearia denominada “Epecuén Ville” y por el otro, la venta de tierras de la Colonia Epecuén (2500h), con la finalidad aprovechar la gran demanda de compradores inmigrantes. Pese que para 1925 un total de 152 personas eran propietarios en “Epecuén Ville” y habían adquirido 433 lotes, el proyecto fracasó
No solo Alberto observó lo que sucedía con Epecuén: Pablo Alric(1864-1953), el segundo hijo de Jean Enric quién puede que haya sido el más “bon vivant” de todos, se inclinó por la actividad hotelera fundando el “Paris Hotel” (1925) y el “Radium Hotel” (alrededor de 1926). Una de sus sobrinas e hija de Adrián Alric, Odette (86) recuerda su afición a la buena vida, a los viajes a Europa y París, aunque haya tenido que financiarse esa vida no pagando deudas o evadiendo compromisos.

¿PERO QUE PASO CON EL RADIUM HOTEL?
A poco de habilitarse, quizá hacia 1927 el “Radium Hotel”, lindero al castillo de la princesa Allaire de Mentchesky, es rentado por Pedro Martelli, oriundo de Bs. As., quien le cambia el nombre por “Savoy Hotel”, efectuando algunas reformas para brindar una mejor comodidad. En la Guía de Balnearios del FCS para 1928, se inserta la publicidad del “Savoy Hotel (ex Radium Hotel). (Foto 6 Pub 1928 Savoy Hotel)
Entonces Pablo Alric se queda únicamente administrando el “Paris Hotel”, ubicado en el Barrio parque Minas Epecuén, que rentará a Tomás Teran entre 1929 y 1932 quien lo bautizará “Royal Hotel”. Posteriormente serán propietarios, Sivori, Brignardello y desde 1940 a 1948 Airabella-Romano. Desde 1956 fue el Asilo de Ancianos Nicolás Levalle. (foto 7 publicidad París Hotel)
El 19 de noviembre de 1931 por causas que nunca se pudieron establecer, un incendio devoró totalmente el “Savoy Hotel”, rentado por Martelli. (Foto 8 recorte Semanario El Pueblo de 1931) Meses después era demolido a ras del piso, quedando en el olvido, pese a haber sido uno de los primeros hoteles de la villa.
No quedaron ni recuerdos ni fotos de la efímera vida -1926-1931- del “Radium Hotel”. Irónicamente fue el agua quien los trajo de nuevo a la vida. Vida que el fuego le arrebató aquella noche de 1931. Fue una tragedia o un hecho premeditado? Nunca lo sabremos. (Foto 10 -Años 70, ubicación del Radium hotel sin rastros)

QUE NOS DICEN SUS CIMIENTOS
Al observar la altura e importancia de los cimientos, que deben tener más de 50cm, se supone que ha tenido piso de pinotea (no se observan las aberturas, tanto puertas como ventanas), incluso hay caños y huecos entre algunos cimientos lo que denota que el piso estaba por arriba de eso. Por su parte los restos de baldosas calcáreas no se encuentran en los espacios de las supuestas habitaciones sino en las galerías interiores y en el sector que aún está sepultado bajo la tierra.
Se hallaron gran cantidad de restos de vajilla y muchas con signos de haber sufrido la acción del fuego, dándoles el característico color negruzco. Lo mismo en algunas baldosas calcáreas.
Lo más significativo es la gran cantidad de vidrio del tipo “ingles” con deformaciones, tanto en colores blancos como bordó y azul, característico de los ventanales tipo mamparas, característicos de esos años. Un trozo de vidrio de este tipo se halla doblado y unido como si hubiese sido fundido. Según algunas consultas en la red, un vidrio necesita más de 1000ºC por cierto tiempo para comenzar el proceso de fundición, dependiendo del grosor.
Estos restos podrían indicar la enorme temperatura alcanzada por el incendio del lugar, seguramente ayudada por los materiales altamente combustibles de piso y cieloraso de madera, algo común y distintivo de buen gusto y confort por entonces.
Es probable que, por la cantidad de escombros y otros restos hallados, el incendio se haya originado en el sector del hotel –aun sepultado por arena- que debió ser el área de servicios, es decir cocinas, despensas, calderas, etc. (Foto 11 A,B relevamiento planimétrico – Foto 12 a 22 Relevamiento fotográfico 2019.)
En pocos minutos el incendio, sin métodos de extinción, se llevó todo el hotel quedando para los dueños y quizá turistas, sólo esperar que se consuma y se extinga por la falta de elementos combustibles.
Las tareas posteriores seguramente fueron limpiar todo el lugar, y por ello no existen rastros ni paredes, tan solo cimientos de 45cm de base y por arriba de 30cm.

¿PORQUE EL NOMBRE RADIUM?
El nombre del Hotel y del loteo deviene de un estudio de las propiedades del barro de Epecuén que decía contener Radium o Radio, (barro radioactivo). Como mucho no se conocía sobre el tema se suponía curaba muchas enfermedades y allí quizá la estrategia de mercadeo de aquellos pioneros de Epecuén. En 1896 el químico Becquerel informó a la comunidad científica un fenómeno que no encajaba con la idea de la inmutabilidad de los materiales. En efecto, había observado que en repetidas ocasiones unas placas fotográficas cerradas, que habían quedado adyacentes a un cierto mineral (que luego sería denominado pecblenda), se habían ennegrecido. Esto sucedía de un día para otro, es decir en lapsos de tiempo relativamente cortos, lo que hacía suponer que el cambio se debía a un agente externo. Este mismo fenómeno, decían los promotores del turismo en Epecuén, había pasado aquí con unas placas cerradas dejadas en cercanías al fuerte barro local.

PERO HUBO OTRO RADIUM HOTEL
El que hayan existido dos hoteles con el mismo nombre no tendría nada de raro. Sin embargo que sea de la misma familia y en un periodo tan breve de tiempo si es más raro y difícil de comprender.
Este otro “Radium Hotel” fue levantado posteriormente a 1930 frente a lo que era ya el Royal Hotel (ex Asilo de Ancianos). Según datos catastrales (parecen incompletos), la P6 de la Mz 231 ubicada en el barrio Parque Minas Epecuén fue adquirida en diciembre de 1932 a la Soc Minas de Epecuén por Federico Allaire, existiendo allí una propiedad “culminada en 1930” con destino de hotel con una superficie de 454m2. La fecha de referenciación del Dominio corresponde a 1937 y la visita ocular y fotografía de 1940. Poseía 3 Salones, 1 Comedor, 13 Habitaciones, 3 baños, 2 Cocinas y 2 Dependencias. Su ingreso estaba por calle Uruguay.
Según algunos datos hallados en archivos del museo, este hotel también fue propiedad de la familia Alric. En exptes del Juzgado de Paz Civil en 1939 Raúl Jorge Alric demanda a Alfonso Armengol por un importante pagaré ($1000) con vencimiento al 31 de enero de ese año porque que no fue cubierto. En el expediente se hace referencia a Armengol como propietario de las existencias del “Hotel Radium” de Epecuén. Este establecimiento que debe haber tomado el nombre de “Radium Hotel”, debido a que el original había pasado a llamarse “Savoy Hotel”. El 14 de mayo de 1939 salían a Remate Judicial todas las Existencias del “ Hotel Radium” siendo el comprador del mismo Don Genaro Airabella, por entonces administrador del Royal Hotel.
Elsa Airabella, hija de don Genaro Airabella recuerda: “El Royal era un hotel caro y como mamá era la comerciante de la familia -papa medio ‘timidón’-, para no perder los turistas que no podían pagar eso, decidió alquilar a medias con un socio llamado Vicente ( n.e. Galo Vicente quien fallece en 1940) el ‘Radium Hotel’, de una familia de Pigué de apellido Armengol (Alfonso Armengol). Ambos estaban a una cuadra y pico del Hidrotermal del Minas. Luego pasaron varios dueños y el último del Radium fue Vivares pero con otro nombre.”
Hasta alrededor de 1944 es rentado por Aireabella-Romano. Para 1947 era trabajado por Salomón Z. Javkin. En 1949 era administrado por Nison Aisemberg, contando con 50 habitaciones, capacidad para 100 pasajeros y 40 baños. Consultado Catastro municipal, en 1958 la propiedad es adquirida por Pojomovsky de Garbulsky Aida quien en 1961 vende a Aisenberg, Nison y Wulat, Lima.
Su último propietario desde 1967 a 1985 fue don Higinio Ciro Vivares y María Dolores Suarez, bajo el nombre de “Termas Ciro´s Hotel.”

Agradecimientos:
Agrimensor Fabio Robilotte quien confeccionó el plano según las mediciones que efectuamos in situ.
Odette, Noelia y María Alric, descendientes de Jean Enric.

6 comentarios

    • De chica iba al hotel de Don Ciro con mis abuelos y todos los años Loba la perra me reconocia y dormia en la puerta de la habitacion tambien visitaba a los abuelos del asilo aun conservo un dibujo de un abuelo han pasado 40 años y Epecuen en mis mejores recuerdos

  1. Hola,recién hoy encuentro esta nota
    Com su autorización la copio por lo importante que resulta luego fr5 la investigación sobre el castillo de la princesa

    • Gracias por tus investigaciones que son muy interesantes si consigo más datos sobre el castillo de Córdoba los envío al .museo Saludos cordiales

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