¿Cómo funciona la envidia y cuáles son sus consecuencias?

Por: Mercedes Leal González
La envidia es un sentimiento mezquino, que nace del resentimiento que produce en la persona que la experimenta; el no poder acceder a un bien o a una cualidad que tenga algún otro y que desee para sí.

Muchas veces, se es envidioso inconscientemente y en contra de los propios valores de la persona. En estos casos, una rápida recapacitación permite considerar nuevamente la situación y se puede abandonar esa línea de pensamiento.

Pero hay otros casos, donde la envidia se torna un hábito y pasa a ser parte de la conducta y la naturaleza del envidioso, hasta llegar al punto donde es reconocible su actitud, ya que no trata siquiera de disimularla.

El ser envidioso siempre traerá consigo una connotación de negativa:

Una cosa es aspirar a poder tener el objeto de nuestros deseos y otra muy distinta, es sentirnos tristes o afectados en alguna forma porque otra persona lo posea.

¿Cuáles son las características de una persona envidiosa?
Las personas que sufre de envidia por lo general tienen una autoestima muy baja, y un temor irracional a sentirse en una condición de inferioridad ante los demás.

Esto incide en que adopte actitudes de sarcasmo o comentarios inadecuados, cuando otra persona le comunica algún logro o la obtención de algún bien.

Esto, obviamente, genera una posición de rechazo hacia su persona, por lo que tiende a tener pocas amistades y vivir en soledad o aislamiento social.

Por ende, esa misma soledad le impide poder compartir con el resto de las personas sus propios logros, por lo que comienza a experimentar sentimientos negativos como la frustración, ira y tristeza.

Este tipo de emociones, por supuesto, no aporta ningún beneficio a la persona envidiosa. Por el contrario, limita su crecimiento personal y crea en ella una especie de estancamiento emocional; que le impide avanzar y madurar.

¿Qué efectos tiene la envidia en la persona?
Los efectos que causa el sentimiento de envidia en una persona, va a depender de la estructura de la personalidad que esta posea.

Existen envidiosos “momentáneos”, en los que la envidia no es más que un problema de actitud. En el fondo, es como la respuesta a su incapacidad para logra algo; sin mayor connotación.

En otros casos de mayor gravedad, la persona hace del objeto de su envidia; un tema con el que convive y le provoca un desgaste emocional, que pudiese inclusive llegar a somatizarse y empezar a experimentar hasta trastornos de la salud.

Entre estos trastornos, los más comunes son los siguientes:

Dolor agudo de estómago, que puede incluso llegar a convertirse en una úlcera.
Debilitamiento del sistema inmunológico, lo que hace a la persona proclive a padecer enfermedades oportunistas y otros padecimientos.
Posibilidad de que el sentimiento de envidia pueda evolucionar hasta llegar a convertirse en una obsesión.
Trastornos en el sistema digestivo, que puede ocasionar problemas de estreñimiento y falta de apetito.
Dificultades para conciliar el sueño, desencadenando un estado de cansancio crónico.
Cuadros de estrés que generan más segregación de hormonas como el cortisol y adrenalina.
Presentación del bruxismo (hábito involuntario de apretar los dientes).
Incapacidad de concentrarse en sus actividades habituales, producto de permanecer enfocado en la causa de su sentimiento de envidia.
Consejos para controlar el sentimiento de envidia:
Los siguientes consejos buscan concientizar a las personas que sufren de envidia, de que existen formas de erradicar de sus mentes este molesto hábito; lo que les proporcionará muchas satisfacciones y un sentimiento de paz interior:

Entender que la envidia es una emoción natural, y que como todas las emociones debe ser monitoreada y controlada.
Admitir en el interior de la mente, que algunas personas o situaciones hacen que se despierte el sentimiento de envidia.
Erradicar los sentimientos y la conducta perniciosa que incita este sentimiento.
Aceptarse como persona, con sus limitaciones y aptitudes.
Perdonarse a sí mismo.
Aunar los deseos con las posibilidades.
Disfrutar de todo lo que hasta ahora se ha logrado y entender que esos logros pueden ser inclusive causa de envidia en otras personas.
Internizar que toda comparación es mezquina y egoísta.
Trabajar en la potenciación de la autoestima.
Ser agradecido por todo lo que se tiene

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