La entidad que nuclea a esta actividad reclama por el cobro de Ingresos Brutos por parte de los matarifes a las carnicerías. Hay fuertes multas para este sector y no descartan medidas de fuerza.
En esta semana, la industria frigorífica buscará solucionar la negociación paritaria, sin solución a la vista y con medidas de fuerza de los trabajadores frigoríficos como un posible escenario. En este contexto, se suma el descontento de los matarifes, disconformes con la política bonaerense en materia de tratamiento del tema del cobro de Ingresos Brutos.
La presión fiscal por parte del Gobierno de Buenos Aires es un auténtico dolor de cabeza para la producción agropecuaria, que de acuerdo a un reciente informe elaborado por la Fundación Argentina para el Desarrollo Agropecuario (FADA) es la más elevada en todo el país. Según la entidad, de cada 100 pesos de rentabilidad que el sector agropecuario genera en la provincia 63,2 se destinan al pago de impuestos.
Desde la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) manifestaron su disgusto frente a la excesiva presión ejercida por el ente recaudador de Buenos Aires. “Tenemos un problema que solucionar, en relación a los ingresos brutos que retenemos a las carnicerías”, explicó Sergio Pedace, vicepresidente de la entidad.
Con evidente descontento, el directivo advirtió que sufren presión “solamente sobre los que están registrados y no reconoce el 1,75% que habíamos acordado. Hay matarifes a los que les quieren cobrar 1, 2 y hasta 8 millones de pesos”.
La historia de este problema se remonta al año pasado, cuando los matarifes y el Gobierno provincial acordaron que se cobraría a las carnicerías el 1,75% en concepto de IIBB. Pero hace algunos días, recibieron intimaciones en donde les avisaron que en enero, febrero y marzo de 2018 deberían haber aplicado un 8%. A raíz de esta “mala liquidación” del impuesto, es que llegaron esos abultados montos que deben pagar.
Ante esta situación, detalló que “no recibimos soluciones y es un gran problema, estamos evaluando medidas de fuerza”. La entidad que nuclea a los matarifes deslizó un dato a tener en cuenta: a medida que se genera presión impositiva sobre este sector de la cadena, deben trasladarlo al precio de la carne en mostrador. De hecho, una parte de los actuales incrementos que se registra en el valor de la carne se debe a la mayor tributaria.
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