Pocas empresas automotrices lograron escapar en la primera parte del año a la crisis que afecta al sector. La caída en la demanda interna y la reducción de las exportaciones llevaron a la mayoría a aplicar esquemas de suspensiones para sus empleados y paradas en la producción.
En los últimos días anunciaron suspensiones en sus plantas Peugeot y Renault. Estas empresas se sumaron así a los esquemas de licencias que ya venían implementando otras como Honda, Fiat y General Motors. En el sector aseguran que, salvo el caso de Toyota, la mayoría de las compañías planea tomar decisiones similares en el corto plazo.
“Calculamos 3.500 despidos y 3.000 suspensiones en el sector. Hubo cierres, como el de Metalpar, que dejó sin trabajo a 600 personas. Era una carrocería con mucha integración nacional que dejó afuera a otras 1.500 personas que no son de Smata, pero están en rubros como plástico o vidrios. Otros fueron retiros voluntarios o achicamientos”, explicó a InfobaeRicardo Pignanelli, titular del gremio Smata.
“Con el recorte de salarios, el trabajador pierde todas las cargas. Me doy cuenta de cómo viene el proceso porque en nuestra obra social hay una demanda ascendente de psicología y psiquiatría, porque no trabajar afecta mucho”, agregó el dirigente gremial. Según detalló, hoy el gremio cuenta con 85.000 afiliados.
fuente: www.infobae.com
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