María Eugenia Vidal lanzó una línea de créditos blandos para que los intendentes puedan realizar obras de infraestructura o comprar maquinarias para sus distritos.
Los préstamos saldrán de un fondo creado por el ministro de Economía, Hernán Lacunza, a partir de lo que Anses presta a todas las provincias como anticipo de Ganancias.
Desde la cartera que dirige Lacunza aseguran que se trata de un fondo de unos $ 3.000 millones, que la provincia se aseguró a partir de los ingresos suplementarios que percibe a través del anticipo del 3% de la recaudación del Impuesto a las Ganancias que la Anses le devuelve en cuotas. Eso surgió tras el acuerdo al que se llegó por el reclamo de San Luis, Córdoba y Santa Fe.
Según explicaron a LPO fuentes del ministerio, los créditos serán otorgados directamente por el ministerio de Economía, que exigirá dos condiciones indispensables para dar luz verde: que la comuna tenga superávit y que haya adherido a la Ley de Responsabilidad Fiscal.
La línea de créditos será una opción tentadora para los intendentes de cara a un año electoral. Encarar obras rápidas pero atractivas en el arranque de una campaña, con prestamos del gobierno provincial es algo seductor para cualquier intendente. Más aún para quienes estén ajustados en las encuestas.
La tasa que deberán pagar los alcaldes variará entre el 12% y el 15% en pesos y el capital tendrá un período de gracia de cuatro años. Solo después comenzarán a devolver esa porción de lo recibido.
De algún modo, el crédito viene a suplantar el Fondo de Infraestructura, una caja de $8.500 millones que los intendentes habían logrado en para los años 2016 y 2017. La Gobernadora decidió eliminar ese fondo de cara al presupuesto 2018. La decisión fue determinante. La estrategia, argumentaban, era priorizar las obras hidráulicas.
“Nos parece razonable que municipios con buen comportamiento fiscal accedan a una línea de crédito blando”, explicó a LPO una fuente del ministerio de Economía.
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